Cadillac Eldorado. Seguro que ese nombre te trae a la mente un automóvil descomunal, tanto en tamaño como en diseño, lanzado allá por 1953, y que actualmente representa el cenit del diseño de coches norteamericano. Enormes aletas traseras, una longitud que hace empequeñecer a cualquier sedán de representación actual, un motor V8 de 5,4 litros… aunque en realidad todos recordamos al Cadillac Eldorado Biarritz, la cuarta generación del modelo aparecida en 1959.
Sin embargo, el Cadillac Eldorado se fabricó hasta el Siglo XXI, hasta el año 2002, cuando alcanzó nada menos que su undécima generación. Once ediciones de un coche que se transformó notablemente con cada una de ellas y que, en su última entrega, apenas recuerda lo que realmente fue en sus orígenes, aunque no cabe duda que representa el mismo concepto que sus primeras intereaciones: la representación misma del automóvil de lujo estadounidense, solo que varias décadas después.
La última edición del Cadillac Eldorado tiene rasgos que a muchos aficionados europeos les sonarán, pues podríamos decir que, básicamente, es la versión coupé del Cadillac Seville, un modelo que la firma norteamericana trajo a Europa durante unos años y que, por desgracia, no estuvo acompañado por esta carrocería ni por éxito en ventas, pasando sin pena ni gloria por nuestro mercado. Y no es que fuera un mal coche, pero la escasa red de distribuidores, los precios, y que en aquellos años la imagen lo eran todo en este segmento, hicieron que los usuarios se decantaran por lo conocido, por las marcas “de siempre” –léase Audi, BMW, Mercedes, Lexus…. Eso y que el Caddy no alcanzaba el nivel que ofrecían todos sus rivales.
No obstante, si hacemos caso a la prensa estadounidense, que sería lo más lógico pues ellos si pudieron conducirlo y, además, conocer todos sus detalles detenidamente, el Cadillac Eldorado se alejaba del Seville gracias a una personalidad propia, gracias a un diseño puramente norteamericano y no como el Seville, que según los medios yankees, apostó por un estilo más europeo y además, aunque el frontal sea casi el mismo, no comparten paneles de la carrocería, aunque sí mecánica y gran parte de los elementos del habitáculo.
Aun así, a simple vista no podemos negar su enorme parecido con el Cadillac Seville y, ¿por qué no decirlo?, desprende un interesante atractivo norteamericano. Resulta un coche exótico en estos lares y desde luego, un coche totalmente diferente a lo que uno puede encontrarse por la calle aunque, todo sea dicho, no llegaron muchos a Europa y son extremadamente raros de ver. Ni siquiera los mejores especialistas en coches de alta gama suelen tener unidades, así que, en caso de que te guste, habría que recurrir a especialistas en coches norteamericanos.
El Cadillac Eldorado era un rival directo del Mercedes CL C140, un coupé basado en la Clase S con 5.065 milímetros de largo, una carga tecnológica y una calidad de realización que dejó desfasados a casi todos los rivales directos y que, además, se presentó en 1992 en el salón de Detroit. No obstante, el Eldorado era puramente yankee y su longitud se iba hasta los 5.136 milímetros de largo, aunque, curiosamente, era más ligero –unos 200 kilso más ligero, 1.709 frente a 2.080 kilos del CL500, el más similar en cuanto a características–.
Presentado en 1993, el Caddy llegó al mercado en varias versiones: el Eldorado Touring Coupé, equipado con el V8 Northstar, con 4,6 litros y 295 CV y el Eldorado Sport Coupé, que montaba el mismo V8 pero que rendía 270 CV. Los otros Cadillac Eldorado equipaban el V8 4.9.
Curiosamente, la prensa de la época decía que el Cadillac Eldorado era un coche de lujo, pero con modales de un deportivo, sobre todo en su versión Touring Coupé. Destacaban que la suspensión era capaz de controlar la carrocería sin que hubiera movimientos exagerados y sin que se perdiera confort de marcha. Seguramente, esa suspensión sería algo blanda para los estándares europeos, pero, con respecto a otras versiones, se endurecieron los montantes delanteros para reducir la flexión y la torsión, se reajustó el motor y los soportes de la carrocería para reducir ruido y vibraciones, se colocó una barra de acero tubular detrás del panel de instrumentos con el objetivo de reducir las sacudidas de la instrumentación y el movimiento de la columna de dirección, se revisaron los soportes de la transmisión, se cambiaron los bujes, las tasas de resortes eran específicas…
Al parecer, el gerente de Cadillac en aquellos años, John Gretenberger, comentó a la revista Cars que tanto el Seville como el Cadillac Eldorado debían haberse introducido en el año 1991, no en 1992 –se presentaron en 1992, se pusieron a la venta en 1993–, pero se retrasó su puesta en escena porque no estaba satisfecho con el estilo del Eldorado. Se ordenaron cinco nuevos diseños después de que la primera propuesta no complaciera a los responsables de Cadillac, un detalle que muestra el cuidado que pusieron en la última iteración del Cadillac Eldorado.
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