Hace unos días, se celebraba en el Autódromo Nazionale di Monza el Gran Premio de Italia de Fórmula 1. Este circuito, con más de 100 años de historia, es uno de los imprescindibles del calendario del Gran Circo y es muy querido por todos los fans del motor, en especial por los tifosi de Ferrari. Precisamente, la marca de Maranello ha contado a lo largo de las décadas con varios modelos deportivos, tanto de competición como de calle, que han homenajeado a este legendario circuito llevando su nombre. En este artículo os mostraremos los modelos que la firma del Cavallino Rampante ha bautizado con el nombre de Monza.
AÑOS 50, UNOS MONZAS MUY RESISTENTES
Para conocer a los primeros Ferrari Monza, hay que remontarse a la década de los cincuenta y, más concretamente, al antiguo Mundial de Resistencia, el conocido por aquel entonces como FIA World Sportscar Championship. El primer Ferrari que llevó el nombre del circuito lombardo fue el Ferrari 750 Monza. Este modelo fue utilizado para el Mundial de Resistencia de 1954, que era entonces la segunda edición del campeonato. Este vehículo poseía un motor de tres litros, 250 CV de potencia y 760 kg de peso. El diseño de la carrocería corrió a cargo de Pininfarina.
El coche se llamaba originalmente 750, pero le pusieron el apellido Monza a raíz de la victoria conseguida por Mike Hawthorn y Umberto Magliogli en el debut del modelo en Monza. También consiguieron la victoria en el RAC Tourist Trophy, disputado en el Circuito de Dundron, en Irlanda del Norte. Esta era la quinta carrera puntuable del Mundial de Resistencia de ese año. Ferrari consiguió en 1954 el título mundial. Pese a esto, no pudieron revalidar el título al perder el duelo particular con el Mercedes 300 SLR en la edición de 1955, lo que permitió a la marca de la estrella ser el segundo fabricante tras Ferrari en ganar el certamen. Por desgracia, este modelo también es recordado por una tragedia. Alberto Ascari perdió la vida precisamente en el Circuito de Monza al estrellarse con un 750 Monza en la variante que lleva su nombre en la actualidad.
Para la temporada 1956, Ferrari utilizó un nuevo modelo, el 860 Monza. Con el desastre de Le Mans de 1955, Mercedes-Benz se retiró de toda competición automovilística. Con ello, el competitivo 860 Monza fue un modelo que dominó el panorama internacional. Su motor fue rediseñado, alcanzando una cilindrada total de 3,4 L. La potencia era de 280 CV. La distancia entre ejes se alargó en 100 mm, para alcanzar los 2350 mm. Este modelo, que coexistió en la misma temporada con el 290 MM, logró la victoria en las 12 Horas de Sebring de 1956 de la mano de Juan Manuel Fangio y Eugenio Castellotti, mientras que en la Mille Miglia no ganó, pero dos unidades lograron ser segundo y tercero en la categoría absoluta. En el Campeonato, Ferrari logró vencer al Maserati 300S y al bello Jaguar D-Type, coronándose como campeón de resistencia por tercera vez en cuatro años.
LOS MONZA DEL SIGLO XXI
Para volver a ver el nombre de Monza en modelos de Ferrari, hay que avanzar en el tiempo hasta el Siglo XXI. En el año 2018, Ferrari decidió presentar dos modelos denominados Monza, el SP1 y el SP2. Estos modelos estaban inspirados en los modelos anteriores que fueron denominados Monza, que eran el 750 y el 860 que tantas alegrías habían dado a Enzo Ferrari en el Mundial de Resistencia en los años 50. Al estar inspirado en estos modelos clásicos, hay un detalle curioso, y es que estos Ferrari Monza SP cuentan con un motor delantero y tracción trasera. Algo poco habitual en los deportivos actuales de Ferrari, que suelen contar con un motor central.
La presentación de estos dos nuevos modelos, marcó el inicio de un nuevo linaje de modelos denominados la serie “Icona”, un programa destinado a crear coches modernos especiales inspirados en modelos clásicos de Ferrari que serían producidos en series limitadas. La diferencia entre el SP1 y el SP2 radica en el número de asientos de cada coche. El SP1 es denominado de esta manera al contar con una sola plaza, por lo que es un monoplaza o como se diría en italiano, un monoposto, mientras que el SP2 es un deportivo biplaza.
Fueron lanzados para el año 2019 y solamente se produjeron un total de 499 unidades de cada modelo, a un precio base de 1.580.000 euros.
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