Juan Miguel Domínguez Seda | 19 octubre, 2025
Competición


Chaparral no es quizás una de las marcas más conocidas de Estados Unidos. Tuvo intentos fallidos de ganar el Mundial de Resistencia y las 24 horas de Le Mans con coches muy rápidos, pero poco fiables. En la competición norteamericana de la Can-Am, Chaparral quiso revolucionar el mundo con el 2J, un coche diseñado por Jim Hall, pero por conflictos de intereses el coche fue vetado. Hoy vamos a hablar del Chaparral 2J. Hablaremos de su tecnología, de su intento de innovación, de su efímera vida, y de su influencia en otros vehículos a lo largo de las décadas ¡Let’s go!

LA CAN-AM. LA COMPETICIÓN SIN NORMAS

Antes de hablar de nuestro vehículo en cuestión debemos introducir un poco la categoría en la que participaba, la Can-Am. Era certamen norteamericano que se merece en el futuro un artículo exclusivo. Esta categoría, que duró desde 1966 a 1974 y luego desde 1977 hasta 1986, estaba organizada por la SportsCar Club of America (SCCA). Era la categoría definitiva del motor, en el sentido de que había una libertad de reglamento tan grande que los coches podían llegar a ser en tiempos por vuelta mejores que los monoplazas de F1. De hecho, esta categoría se popularizó por el hecho de que muchos pilotos de la F1 de la época como Denny Hulme, Bruce McLaren o John Surtees se tomaban igual de en serio esta categoría como se tomaban la F1, llegando al punto de compaginar ambos campeonatos en una misma temporada. 

Bruce McLaren conduciendo el McLaren-Chevrolet M8B. El campeón de la Can-Am de 1969

Chaparral compitió en este certamen desde su temporada inaugural de 1966, pero sin llegar a ser una amenaza real para los vehículos papaya de McLaren, al conseguir una sola victoria entre 1966 y 1969. Esto lo querían cambiar para la temporada 1970, queriendo revolucionar la categoría y el automovilismo en general con su nueva arma, el 2J.

Chaparral 2E con el que lograron una victoria en la temporada inaugural de la Can-Am en 1966. Lo lograron con Phil Hill al volante, el campeón de F1 de 1961

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS

En la temporada de 1970 de la SCCA Can-Am, Chaparral aprendió de sus errores con el 2H y creó el 2J. En lo estrictamente técnico, el nuevo Chaparral 2J equipaba un motor V8 de 7,6 L naturalmente aspirado ubicado en la zona central-trasera del vehículo. Su transmisión solo poseía tres velocidades, casi 700 CV de potencia. Sus dimensiones eran de 3.689 mm de longitud, por 1.981 mm de ancho, por solo 964 mm de alto. El coche tenía un peso de tan solo 821 kg, y su velocidad máxima era de 358,9 km/h, 223 mph en unidades estadounidenses. Pero todo esto no era nada en comparación con el arma secreta que hizo de este coche tan famoso como polémico.

Chaparral 2J de 1970

UN VENTILADOR PODEROSO, PERO EFÍMERO

Su estructura lo convirtió en el primer coche con efectos activos sobre el terreno. El aire que pasaba por la carrocería mientras estaba en marcha se expulsaba mediante ventiladores colocados en las partes trasera y delantera. Al sellar el espacio entre el cuerpo del vehículo y el suelo, se producía una gran fuerza de succión. Para manejar los ventiladores de la parte trasera, tenía un motor de dos tiempos de moto de nieve refrigerado por aire, además de su motor normal del que ya hemos hablado. Todo esto se traducía en la pista en un fuerte efecto suelo que hacía que el coche pudiera tomar las curvas a una velocidad mayor en comparación a todos los rivales de la parrilla.

Ventilador del Chaparral 2J

Aprovechándose de los vacíos en la normativa, el Chaparral 2J recibió el apodo popular de «La Aspiradora» y causó conmoción entre los aficionados, equipos y pilotos. Aparte de su aspecto radical, obtuvo muy buenos resultados plantando cara al McLaren M8D, el coche que sobre el papel, parecía imbatible y era el favorito para el título de esa temporada 1970. Sin embargo, la SCCA recibió quejas de otros participantes que desconfiaban de este avance radical y prohibió la utilización de motores no destinados a la conducción justo antes del inicio de la temporada de 1971. Así, el Chaparral 2J quedó guardado para siempre en un garaje durando solo una temporada.

Chaparral 2J en pista

A causa de esta maniobra dentro del reglamento del campeonato, la marca Chaparral perdió el interés por la SCCA Can-Am. Además vieron que sería imposible derrotar a las solidas máquinas de McLaren con diseños convencionales y abandonaron durante un tiempo la SCCA Can-Am así como otras carreras. Sin embargo, la tecnología presentada con un ventilador trasera sería replicada tanto en la realidad como en la ficción.

BRABHAM BT46B Y EL RED BULL X2010. LOS MONOPLAZAS CON VENTILADORES INSPIRADOS EN EL CHAPARRAL 2J

El 2J no fue un caso aislado de vehículos de carreras que usaran un ventilador trasero para lograr más adherencia en las curvas. Pocos años más tarde, en la F1, también se decidió apostar por este tipo de tecnología y causó la misma polémica y el mismo final. Niki Lauda, con el Brabham BT46B diseñado por Gordon Murray, ganó la primera carrera de la temporada 1978, el Gran Premio de Suecia. La victoria fue tan aplastante que pasó lo mismo con el Chaparral 2J en la Can-Am. Los equipos se quejaron y la FIA ilegalizó el ventilador trasero, obligando a Brabham a correr con un diseño más convencional.

Brabham BT46B “Fan Car” de Niki Lauda durante el Gran Premio de Suecia de 1978

Esto ha trascendido a las carreras y también ha llegado hasta el mundo del entretenimiento. Adrian Newey, el actual diseñador de Aston Martin y durante casi 20 años diseñador de Red Bull en Fórmula 1, creó para el videojuego de simulación de PlayStation 3, Gran Turismo 5, un monoplaza de Fórmula 1 de Red Bull, apodado como X2010. Este coche era, en esencia, la creación del Fórmula 1 definitivo sin estar sujeto a ninguna normativa, por lo que el diseñador británico se inspiró tanto en el Chaparral 2J como en el Brabham BT46B para colocar un ventilador trasero en este Red Bull ficticio.

Ventilador trasero de una unidad a tamaño real del Red Bull X2010 de Adrian Newey expuesta durante el Salón del Automóvil de Tokio de 2012

Desgraciadamente, Chaparral no es una marca tan recordada en el automovilismo por sus resultados, pero sí por hacer un esfuerzo titánico en querer innovar en las carreras con cierto tipo de tecnología nunca antes vista, haciendo que esta marca sí sea conocida por los fans del motor por sus curiosas aportaciones y anécdotas en torno a ellas, creando coches realmente únicos.



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