Ferrari renueva su modelo para las carreras de las competiciones de la categoría GT3, tanto profesionales como de Gentleman Drivers o clientes de la marca, incorporando a su gama la versión para las pistas de su deportivo compacto 296, un modelo que representa el futuro de la marca del cavallino y que, como los anteriormente utilizados por el fabricante italiano, deberá servir para obtener nuevas transferencias de tecnología avanzada y soluciones innovadoras para sus futuros modelos de producción en serie.
El nuevo 296 GT3 deriva directamente de la versión de la berlinetta deportiva biplaza que Ferrari produce en serie para su uso en carreteras abiertas, aunque también retoma parte del legado que deja el anterior modelo que la marca utilizaba hasta la fecha en sus competiciones cliente, el 488 GT3. Se trata como este en su día, de un proyecto creado para continuar con la victoriosa tradición iniciada en su día por el 166 MM que triunfó en Le Mans y cumplir una temporada más con las necesidades que tanto los equipos profesionales de las competiciones GT3 como los pilotos particulares, clientes y Gentleman Drivers exigen a Ferrari para cumplir con sus respectivas aspiraciones en las distintas competiciones en las que participan modelos de la categoría GT3.
La berlinetta deportiva se ha desarrollado por tanto en todo momento bajo el objetivo de permitir una utilización bajo las condiciones extremas típicas de las competiciones de la clase Pro con un único objetivo: facilitar al máximo a sus pilotos y equipos alcanzar la victoria final o, cuanto menos, ofrecer a sus pilotos la máxima diversión posible una vez sentados a su volante. Para ello, antes de iniciar su comercialización, Ferrari a sometido al 296 GT3 a fuertes pruebas de resistencia y test tanto en los laboratorios de Maranello como en la pista de Fiorano, durante las cuales las unidades empleadas han recorrido decenas de miles de kilómetros en condiciones similares a las que se van a encontrar en la competición con el fin de optimizar su preparación para participar en las carreras.
El 296 GT3 parte de un nuevo enfoque no sólo en materia de diseño, también en términos de gestión del modelo en todas las etapas que este puede atravesar durante un fin de semana y que afectan directamente tanto a la electrónica del coche como a la arquitectura de su motor y sistemas. Los ingenieros y diseñadores de Ferrari han llevado a cabo un trabajo muy serio y meticuloso, prestando especial atención a todos los detalles, por pequeños y nimios que estos puedan parecer, desde cualquier ángulo de vista del modelo y siempre bajo las nuevas regulaciones establecidas para las competiciones GT3 para optimizar el vehículo con vistas a obtener el máximo rendimiento su participación en las carreras.
Así, Ferrari va a escribir su nueva historia deportiva a partir del uso de un motor V6 biturbo en lugar del más voluminoso y pesado motor V8 biturbo que montaba en el 488. El nuevo bloque de 2992 cm3 . Se trata de un seis cilindros en V abierta a 120° que se monta en una posición más adelantada y baja que la que adopta cuando se monta sobre la base de la versión del modelo destinada a su uso en carretera abierta. Esto permite garantizar un centro de gravedad más bajo al tiempo que un mejor reparto de pesos en el conjunto del coche, al tiempo que aporta una mayor rigidez torsional a todo el vehículo, que supera en un 10 por ciento la que ofrecía el 488 GT3
De inyección directa gasolina, el motor incorpora dos turbocompresores de gran tamaño que se montan entre los brazos de la V abierta para sobrealimentar la mecánica y obtener su máximo rendimiento. Curiosamente esta mecánica no cuenta con la unidad electrónica que sí se monta en el 296 GTB destinado a la carretera. Todo esto permite espaciar mejor los encendidos, al tiempo que aporta importantes beneficios en materia de compacidad (el espacio que ocupa la mecánica a bordo del coche es mucho más reducido), amén de los ya mencionados relativos al bajo centro de gravedad y la importante reducción y mejora del reparto de peso en el coche.
Igualmente aporta interesantes ventajas tanto en materia de rendimiento como de potencia, ya que permite alcanzar elevados niveles. A 7.250 rpm el V6 entrega 600 CV de potencia y desde 5.550 rpm rinde 710 Nm.
La nueva arquitectura que ofrece el V6 no sólo facilita una mejor capacidad de encendido al 296 GT3, también aporta una mejor integración de los colectores de admisión, permite disponer de soportes del motor a ambos lados del conjunto de la admisión junto a las culatas y, al eliminar soportes externos, hace al motor más liviano y compacto. Igualmente, su estructura facilita una mejor dinámica interior de los fluidos gracias a la reducción del volumen de estos, lo cual permite incrementar la eficiencia en la admisión de los mismos.
Los ingenieros de Ferrari se centraron especialmente en este aspecto del ajuste de toda la dinámica de fluidos en el interior del motor, y para ello decidieron adoptado componentes específicos para la versión de competición en la unidad de potencia con el fin de que esta pudiera proporcionar mayor rendimiento, fiabilidad y aportar una facilidad de conducción son concesiones con el objetivo siempre puesto específicamente en la participación de la unidad tanto en las competiciones al sprint como en las de resistencia. Para ello buscaron en todo momento reducir los consumos sin limitar los rendimientos y, con el objetivo de aportar una mayor flexibilidad tanto a la estrategia de las carreras como a las intervenciones que en las mismas se efectúan, se ha trabajado mucho en tratar de reducir al máximo los tiempos de actuación sobre las distintas piezas y componentes del coche para reducir las intervenciones al máximo. Así, por ejemplo, el alternador ahora está unido a la caja de cambios no sólo para mejorar la compacidad y la rigidez del motor, también para facilitar el acceso de los mecánicos a los mismos.
El bloque motor va unido a una completamente nueva transmisión secuencial XTrac de seis relaciones de marcha dispuesta en modo transversal que ha sido especialmente desarrollada para su uso en este modelo. Para ello, los ingenieros de la marca del cavallino han buscado igualmente reducir tanto el tamaño como el peso de caja de cambios mediante la introducción de nuevos componentes miniaturizados, así como de materiales ultraligeros de alta calidad como el magnesio, en la producción de sus componentes. Igualmente, se le ha integrado al cambio un depósito colector de aceite y un diferencial ajustable de precarga neumática para facilitar y proteger su funcionamiento bajo las severas condiciones que siempre marca la competición. Con ello se ha logrado alcanzar tanto la ansiada reducción de peso como una optimización de su rendimiento. El cambio cuenta con un actuador giratorio e-shift accionable mediante las paletas dispuestas tras el volante, que además se complementa con otra paleta igualmente dispuesta en el volante que permite actuar sobre el funcionamiento del embrague electrónico monodisco.
El 296 GT3 aporta una silueta de formas tan atractivas como deportivas y sinuosas, que muestran además el gran trabajo realizado por diseñadores e ingenieros para alcanzar una muy cuidada y estudiada aerodinámica. Su estilo no solo conserva su conexión directa con el modelo de producción en serie para la carretera del que deriva, sino que también evoca al recordado Ferrari 250 LM de 1963 que tanto llamó la atención en su día por la perfecta combinación de sencillez y funcionalidad de su diseño.
Los diseñadores de la marca del Cavallino Rampante han redefinido los volúmenes del conjunto para adaptarlos a la consecución del máximo rendimiento sobre la pista al tiempo que para brindar rendimiento la mayor facilidad de manejo posible. Elaborado por el Centro Stile de Ferrari en Maranello, el resultado alcanzado gustará tanto a conductores profesionales como a los clientes de la marca y los Gentleman Drivers.
Muy refinado, su línea denota en todo momento la búsqueda de la menor resistencia aerodinámica posible. Todos los elementos, desde el splitter delantero hasta el extractor trasero se han elaborado con ese fin, especialmente el sofisticado difusor trasero, de diseño tridimensional que incorpora en la zaga.
El resultado alcanzado permite incorporar los dispositivos aerodinámicos necesarios para una versión destinada a la competición sin alterar la estética del vehículo. Además, al reducir su altura con respecto a la versión de calle se mejora tanto el manejo como la capacidad de conducción del 296 GT3 respecto del anterior 488 GT3 que Ferrari usaba en sus competiciones. Tanto es así, que ahora se genera hasta un 20 por ciento más de carga aerodinámica en el 296 GT3 que la que aportaba el 488 GT3. Una aportación que además de permitir limitar al máximo la sensibilidad del coche a posibles cambios introducidos en su equipamiento por los distintos equipos y pilotos, también le facilita poder aprovechar de manera más eficiente los flujos de aire para maximizar tanto el agarre como el manejo del coche a alta velocidad, especialmente en los pasos por curva. Todo ello limita notablemente la sensibilidad que el 296 GT3 ofrece a las distintas fuerzas que su aerodinámica genera, proporcionando un extraordinario equilibrio que facilita tanto la conducción como la confianza del conductor.
El chasis sobre el que se asienta el 296 GT3 es completamente nuevo. Elaborado íntegramente en aluminio los ingenieros de Ferrari han empleado nuevas combinaciones y aleaciones de distintos materiales de gran ligereza para facilitar que el coche pese lo menos posible (1.250 kg sin conductor). El desarrollo del nuevo chasis se ha elaborado a partir de las experiencias obtenidas sobre la pista con el 488 GT3 y buscando en todo momento hacer que el mismo permitiera obtener una experiencia de conducción excepcionalmente fácil y divertida que permita explotar el excepcional agarre de los neumáticos sin comprometer su integridad en apenas unas vueltas, así como beneficiar tanto el rendimiento como la repetibilidad de las acciones obre el trazado.
El 296 GT3 cuenta con una mayor distancia entre ejes que la de la versión destinada al uso del coche en carreteras abiertas. Cuenta con una batalla de 2.660 mm, una anchura máxima de 2050 mm (sin contar los espejos retrovisores) y una anchura de vías de hasta 1.726 mm en el eje delantero y 1.710 mm en el trasero. Cotas todas ellas dentro de los límites del reglamento en todas las posibles competiciones en las que el coche puede llegar a participar dentro de su categoría.
También dentro del reglamento se encuentra la estructura de seguridad que se ofrece con el coche, la cual ha sido objeto de un cuidadoso y muy meticuloso trabajo de diseño por parte de los especialistas de Ferrari quienes emplearon para ello las más sofisticadas simulaciones e innovadoras técnicas de investigación de las que la marca disponer actualmente.
Las suspensiones también han sido objeto de su atención. Ahora cuentan con un diseño específico, que las diferencia del que se ofrece en las suspensiones del 488 GT3. Cuentan con un elaborado esquema de brazos de doble horquilla tanto en el eje delantero como en el trasero. Estos no solo se han diseñado para ofrecer el máximo agarre posible, incluso a altas velocidades, sino con el objetivo de limitar igualmente la tensión que sufren los neumáticos en usos tan extremos en beneficio de su vida útil, rendimiento y fiabilidad. Tanto las suspensiones como las barras estabilizadoras (en ambos ejes) pueden ser objeto de una amplia gama de configuraciones. Los amortiguadores son regulables en hasta cinco posicione diferentes.
El sistema de frenado igualmente ha sido revisado y renovado. Adopta unas nuevas pinzas y discos de mayor tamaño. Las primeras son ahora de seis pistones en el eje delantero y de cuatro para el trasero, mientras que los discos amplían su diámetro a 400 mm en el eje delantero y a 332 mm en el trasero. Se ocultan tras unas llantas forjadas en medida de 18 pulgadas en ambos ejes con diseño abierto de 7 brazos calzadas con neumáticos de competición Pirellli P -Zero.
Todos los sistemas se han diseñado para favorecer la rapidez operativa en la pista de competición tanto antes como durante la carrera. En cuanto al interior del nuevo deportivo Ferrari, la cabina ha sido igualmente diseñada para favorecer no sólo el acceso a la misma, también la visibilidad, así como garantizar una experiencia de conducción lo más intuitiva posible, con las mejores condiciones en cuanto seguridad y confort a bordo. No en vano se ha concebido al igual que el resto del modelo para facilitar la participación en las carreras de Gran Turismo.
Además, se han seguido específicamente las peticiones aportadas por los usuarios habituales de Ferrari en los modelos de competición, pilotos de fábrica y Gentleman Drivers, razón por la cual para el diseño del interior se ha partido directamente del diseño y estilo ya conocido sobre el 488 GT3.
Así se han introducido elementos que permite al piloto encontrar rápidamente la postura de conducción adecuada con todos los elementos a su alcance y., numerosos dispositivos de control de distintos sistemas y funciones se han trasladado ahora al volante (cuyo diseño se ha inspirado directamente en los que utiliza la escudería Ferrari en sus monoplazas de Fórmula 1) para facilitar su accionamiento mientras se conduce.
Los asientos son unos cockpit Sabelt de competición, que han sido ubicados a bordo para facilitar en todo momento una óptima visibilidad tanto en condiciones de día como en condiciones de conducción nocturna. Tanto la columna de conducción como el pedalier pueden ajustarse en función del tamaño y la estatura del piloto para mejorar aún más su postura al volante del 296 GT3. Y para proporcionar unos flujos de aire que permitan una adecuada ventilación a bordo en todo tipo de condiciones de manejo se ha mejorado el sistema de aire acondicionado para facilitar una mayor concentración del piloto durante la carrera.
Por último, un aspecto ciertamente importante en los coches de competición también ha sido especialmente cuidado en el desarrollo del 296 GT3. Como ya hemos comentado ingenieros y diseñadores han sido especialmente meticulosos a la hora de diseñar y dar forma a determinados componentes y piezas del coche con el fin de facilitar al máximo su uso bajo condiciones de carrera en las competiciones en las que participan tanto los equipos oficiales de la marca como sus clientes y Gentleman Drivers. Con este fin se han creado nuevos componentes mecánicos más accesibles y flexibles para reducir en lo posible los tiempos de las intervenciones que sobre ellos se pudieran efectuar durante las carreras. Así, por ejemplo, tanto la parte delantera del coche como la trasera y sus piezas más significativas pueden ser reemplazadas rápidamente gracias a la introducción de nuevos dispositivos y soluciones que permiten asegurar un rápido regreso a la pista después de “reparar” los daños que puedan afectar tanto a la aerodinámica como al rendimiento del coche.
Por el momento, Ferrari ya ha dado a conocer este pasado fin de semana a sus principales clientes y a los medios de comunicación el coche, que debutará con motivo de la disputa de las 24 horas de Daytona, la primera prueba del campeonato IMSA norteamericano 2023, que se celebrará durante el fin de semana del 26 al 29 de enero.
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