“Electrificar Alpine para que se inscriba en la eternidad”. Por muy deportiva que sea una marca, esta no puede permanecer inalterable frente al actual proceso de electrificación que vive la industria del automóvil. Alpine ha presentado su nuevo prototipo de vehículo eléctrico durante este pasado GP de Francia y, como no podía ser de otra manera, lo hace sobre la base de su conocido A-110.
E-Ternité es el nombre bajo el cual se da a conocer el primer prototipo eléctrico del fabricante deportivo francés del Grupo Renault., que celebra su 60 aniversario como fabricante dando un paso adelante en su evolución presentando este prototipo plagado de innovaciones con el cual Alpine se proyecta hacia su futuro.
Laurent Rossi CEO de Alpine y el grupo de ingenieros de Alpine le tomaron la palabra a Luca de Meo cuando este manifestó su deseo (más bien, necesidad) de electrificar la marca nada más llegar al cargo y, en poco mas de un año han sacado adelante el reto y … algo más, porque han aprovechado para producir un modelo bastante diferente a lo que Alpine nos tiene acostumbrados produciendo un semidescapotable sobre la misma base de la carrocería del A-110.
Un paso necesario para Alpine
De esta manera Alpine da varios pasos importantes a la vez (una muestra más del importante proceso de optimización de costes que la marca y todo el grupo francés vive para relanzar su economía), pues auna su proceso de electrificación con los importantes trabajos que viene realizando para desarrollar y ampliar su gama con nuevos modelos, celebrar su 60 aniversario, fomentar su imagen deportiva en el máximo evento automovilístico de Francia (su GP de Fórmula 1) y de paso aprovechar para reducir costos. Cinco en uno, si eso no es optimizar su actividad,… De Meo lo ha logrado una vez más.
En cierto modo cabría decir que los ingenieros de Alpine lo han tenido fácil. Con modelos en el mercado desde hace ya más de diez años, el Grupo Renault es uno de los grandes pioneros en la electrificación de sus gamas, situación que ha permitido a Alpine disponer no sólo de la amplia experiencia acumulada en la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi, también de toda su desarrollada tecnología en la materia al respecto. Esto sin duda ha favorecido al equipo de Alpine y ha contribuido a recortar los tiempos que en materia de desarrollo sus ingenieros precisaban para sacar adelante el proyecto de electrificar su actual gama de vehículos.
Hacerlo no fue excesivamente, pues Alpine disponía de dos importantes elementos. De un lado la más avanzada tecnología. De otro, un modelo sobre el cual adaptarla y transformarlo para convertirlo en un vehículo eléctrico. Vamos, el mismo proceso que actualmente siguen muchos preparadores y transformadores al realizar lo mismo en sus vehículos “Restomod”. Todo ello ha facilitado la oportunidad de trabajar de manera experimental en torno a la electrificación de la marca.
De esta manera, el A-110 se ha convertido en el soporte ideal para desarrollar estos trabajos y toda la investigación necesaria que permitan su transformación en un modelo 100 por cien eléctrico, sirviendo así —una vez más— de enlace entre la tradición y el prestigioso pasado de la marca y su futuro, haciéndolo además bajo un presupuesto realista y adaptado a las actuales circunstancias del fabricante francés.
Los ingenieros de Alpine tenían claro el objetivo: electrificar el A110 manteniendo sus prestaciones, el equilibrio dinámico característicos del modelo y su notable agilidad apoyándose para ello en las fortalezas, la experiencia y las tecnologías disponibles en el Grupo Renault. Un pliego de condiciones al que los ingenieros añadieron otras para completar el proyecto y hacerlo aún más atractivo. Así añadieron cuatro nuevos objetivos al mismo, a saber:
- Incorporar un innovador sistema multimedia que empleando la tableta personal del conductor permitiera a los ocupantes del vehículo disponer en un único dispositivo todas sus aplicaciones como usuario.
- Añadir al Alpine A110 un sistema de audio de última generación con ocho altavoces que proporcionara una inmersiva experiencia sonora en el interior del coche creando un sonido envolvente a su alrededor
- Introducir en el A110 nuevos materiales innovadores de última generación que permitan mejorar tanto su rendimiento como su sostenibilidad
- Y, finalmente, ofrecer en la gama una nueva solución semiabierta de carrocería que permita a los usuarios apreciar tanto la importancia de disfrutar de la conducción silenciosa que proporciona la tecnología eléctrica como la experiencia de circular a cielo abierto y sin ruidos en su Alpine 110.
Los ingenieros de Alpine pusieron rápidamente manos a la obra. Su primer paso fue comprobar cuantos elementos en materia de órganos, elementos y tecnologías estaban a su disposición en el “banco” del Grupo Renault y cuantos de ellos era factible poder utilizar en un modelo de tan compacto tamaño como es el A-100.
Así, por ejemplo, los módulos que componen la batería de 62 kW de capacidad proceden directamente de los que se utilizan en el nuevo Megane E-Tech 100 por cien eléctrico. Para integrar los 12 módulos que componen la batería a bordo del A-110 y repartir el peso de los mismos de manera idónea a bordo del deportivo de manera que las prestaciones y rendimiento del coche se respetasen al máximo, los ingenieros tuvieron que diseñar unas nuevas carcasas específicas para su adaptación a la arquitectura del modelo.
La solución estuvo en repartir los módulos por toda la carrocería del A110: cuatro se posicionaron en la parte delantera del coche y los ochos restantes fueron a parar a la trasera del vehículo, todos ellos posicionados de una manera no tradicional, pero igualmente efectiva, dado que gracias a este reparto y a los cambios introducidos se consiguió que el peso añadido al vehículo no superase los 258 kilos pese a que las baterías en su conjunto suponían añadir 382 kilos al peso del A110. El reparto de masas permanece prácticamente invariado, pues frente al porcentaje 43 / 57 del A-110 térmico, el A-110 E-Ternité ofrece un reparto del 42 / 58 %.
Para optimizar la capacidad de aceleración que el motor eléctrico proporciona los ingenieros también añadieron una nueva caja de cambios al motor eléctrico estándar que el Grupo Renault incorpora en sus vehículos que no son de combustión. Esto permitía además evitar otro de los problemas existentes, pues el reducido espacio disponible a bordo para su instalación y la necesidad de proporcionar la máxima ligereza posible al conjunto para facilitar el mejor rendimiento y las mayores prestaciones posibles al A-110 forzaban tal cambio.
La solución fue incorporar una caja de transferencias tan agradable y eficaz como compacta y ligera. Una solución que también estaba disponible de manera interna a través del propio proveedor de cajas de cambio de Alpine. El resultado fue la incorporación de una transmisión de doble embrague (DCT) pilotada electrónicamente (al igual que la que habitual DCT 7 Getrag DW30 que se entrega con el A-110 con motor térmico) pero cuyos embragues se redimensionaron para poder transmitir el mayor par motor que el motor eléctrico proporciona. Gracias al sistema de doble embrague se disponía tanto de la ligereza como de la compacidad necesarias, al tiempo que se proporcionaban las necesarias pérdidas puntuales de par que el rendimiento del motor eléctrico precisa.
Para el motor eléctrico del A-110 E-Ternite, los ingenieros han definido unos rendimientos de 300 Nm de par y 238 CV (178 kW de potencia), gracias a los cuales el coche acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h, lo que le permite recorrer los 1.000 m desde parado en 23,7 segundos. Rendimientos con los cuales el coche puede alcanzar autonomías de hasta 420 km, frente a los 550 km que ofrece la versión con motor térmico convencional.
Otra de las importantes complejidades que el proyecto planteaba era la doble arquitectura electrónica que el mismo implicaba. Los ingenieros de Alpine solucionaron el problema fusionando la arquitectura original del Alpine A-110, cuya tecnología data se desarrolló una década atrás, con la nueva y actual arquitectura electrónica E/E actual. La unión de ambas resultó ser todo un éxito, pues permite conservar las tradicionales funcionalidades del A110 con motores térmicos a la vez que incorporar las nuevas prestaciones que la electrificación proporciona, entre ellas la función “overtkae” o la posibilidad de que las dos baterías del coche se comunicaran entre si.
Para ello fue necesario instalar un nuevo calculador que garantizase la comunicación entre la electrónica tradicional del modelo y la del nuevo sistema electrónico eléctrico del A110, una innovación que brinda nuevas posibilidades y oportunidades de cara al futuro para la simplificación de ambas arquitecturas electrónicas, lo que permitirá su mejora continua a lo largo del ciclo de vida del A-110.
Esta transformación no sólo fue importante para garantizar el mejor funcionamiento del vehículo y favorecer su rendimiento, además facilita el camino para añadir nuevos equipamientos en el Alpine A-110 sobre los cuales ya trabajan tanto los ingenieros como los diseñadores de la marca.
Más novedades para el A-110
Como dijimos anteriormente, Alpine decidió afrontar más cambios en el A-110 E-Ternité para dar así salida a algunas de las peticiones que los aficionados al modelo venían reclamando desde hace tiempo. Una de ellas era la incorporación de una variante descapotable a la gama del deportivo francés. Y dado que no es posible ni sencillo, por las importantes y complejas implicaciones estructurales que tal solución requiere, los ingenieros de Alpine han optado por introducir una opción “semidescapable” (asó lo llaman en Alpine) en la estructura del coche. Se trata de una solución más sencilla y ligera (algo necesario dado el mayor peso que las baterías añaden al coche) que además evita alterar la necesaria rigidez que como deportivo el A-110 precisa ofrecer.
La solución consiste en añadir dos nuevas estructuras en el techo del vehículo, elaboradas íntegramente en carbono reciclado, que pemiten extraer partes del techo del vehículo para poder conducirlo a cielo abierto. Este cambio fue realizado en su integridad a nivel interno, lo que facilitó una importante reducción de costes.
Los ingenieros también aprovecharon para introducir nuevos materiales, mas ligeros y respetuosos con el medio ambiente, en otros componentes del vehículo. Así, distintas piezas clave del vehículo como son la estructura del capó, el techo, la luneta, la rejilla los asientos, el faldón trasero y otros se elaboran ahora utilizando materiales sostenibles como el Lino. El uso de este vegetal permite obtener piezas tan resistentes como el carbono que al tiempo favorecen alcanzar una mejor acústica en el interior del habitáculo del coche. El uso de este material, junto con otros, favorece disponer de componentes que pueden ser producidos indistintamente mediante moldes con otros materiales como la fibra de carbono y el vidrio, entre otros, lo que abre importantes expectativas de cara al futuro.
Por el momento, el A-110 E-Ternité es un prototipo que sirve de laboratorio sobre ruedas para el desarrollo de la versión eléctrica definitiva del modelo. En Alpine ya trabajan en ello de cara a una futura producción en serie de su primer modelo eléctrico, el cual podría llegar al mercado durante el próximo año o a inicios de 2024.
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