Aston Martin ha sido votada en multitud de ocasiones como la marca más cool del mundo, una marca con aura especial que pocos son capaces de igualar. Ferrari desarrolla coches muy rápidos y deportivos, aunque el diseño ya no es una parcela que dominen con tanta mano de hierro como antes. Lamborghini es el fabricante de los coches “macarras”, espectaculares y superagresivos, pero la sutileza y la elegancia no es su fuerte. Porsche mantiene su carácter teutón con modelos que son así, porque tienen que ser así. Pero Aston Martin será siempre la marca que es capaz de combinar agresividad y elegancia de una forma magistral, inigualable.
Pero no siempre fue así, todo sea dicho, la actual personalidad de la marca comenzó a forjarse cuando David Brown comenzó a dirigir los pasos de la compañía en 1947. De hecho, la denominación de los modelos, ese “DB” seguido de un número, es por las iniciales de David Brown, quien, por cierto, no conducía un Aston Martin, sino un Jaguar XJ porque tenía un mantenimiento más comedido.
David Brown fue quien le otorgó a la firma británica ese aura tan especial que tiene hoy, aunque la denomniación de “DB” no se comenzó a usar hasa 1950, cuando se puso en circulación el Aston Martin DB2, una evolución del 2-Litre Sports, que fue conocido popularmente como DB1, aunque nunca fue su nombre comercial oficial. También fue Brown quien adquirió al carrocero Tickford, cuyas instalaciones estaban en Newport Pagnell, pero sobre todo, fue quien convirtió a Aston Martin en el coche de James Bond, gracias a un movimiento de marketing que, sin lugar a dudas, puede ser uno de los mejores de la industria del automóvil pues todavía hoy, Aston Martin se mantiene como el coche del Agente 007.
No obstante, hubo que esperar hasta 1963 para que Aston Martin se convirtiera en una de las marcas más deseadas del mundo con el lanzamiento del Aston Martin DB5, posiblemente, uno de los modelos más famosos de la firma, uno de los más emblemáticos de la historia de Aston Martin, no en balde, fue el primer modelo que apareció en una película de James Bond, en Goldfinger, estrenada en 1964.
El presidente ejecutivo de Aston Martin, Lawren Stroll, reflexionó sobre el atractivo que todavía perdura del DB5, que acaba de cumplir 60 años: “La era de David Brown nos dio muchos grandes coches deportivos, pero ninguno más reconocible, venerado y deseado como el DB5, que sentó las bases de nuestra identidad como marca de lujo británica. Es juto que, al cumplir 60 años, nos tomemos un momento apra mirar atrás y reflexionar sobre el increíble papel de este automóvil en nuestra histórica herencia de 110 años”.
Oficialmente, la primera aparición del Aston Martin DB5 fue con motivo del salón del automóvil de Frankfurt de 1963 y se había desarrollado, como cabe esperar, para reemplazar al DB4, que llevaba en producción desde 1958 y que empezaba a notar como los rivales ofrecían muchísima competencia, la marca necesitaba algo nuevo para poder mantener el tipo frente a los nuevos rivales. No obstante, aunque la denominación hace referencia a un modelo totalmente nuevo, en realidad, el Aston Martin DB5 era una evolución del DB4, aunque el motor había sufrido un importante desarrollo y justificó, según cuentan desde la marca, el empleo de un nuevo nombre comercial.
El DB5 estuvo en producción, en Newport Pagnell, durante tan solo dos años, pero su aparición en la película de James Bond sirvió para convertirlo en uno de los coches más famosos del mundo. Sin embargo, que Aston Martin acabara como el coche del agente secreto 007 no fue pura casualidad. En las novelas de Ian Fleming, se menciona que James Bond conduce un Bentley 3.5 litres, pero también conduce un Aston Martin, el problema era que había un límite presupuestario que impedía hacerse con un modelo británico, así que se optó por escoger un Jaguar E-Type, que llevaba algunos años en el mercado y era más económico.
Sin embargo, Ken Adam, diseñador de producción de la película, no cejó en su empeño y en lugar de comprar una unidad, llamó a la firma para que les cedieran una unidad del nuevo y flamante del Aston Martin DB5. La firma, en un primer momento, se negó a ceder una unidad para la película, pero Adams mantuvo su empeño y finalmente, logró que les cedieran una unidad del modelo en Silver Birch. El Aston Martin DB5 protagonizó nada menos que ocho peliculas de James Bond. De todas formas, cabe mencionar, a modo de curiosidad, que el agente 007 conduce en la novela un Aston MArtin DB Mark III, no un DB5.
Pero James Bond no fue la única “celebridad” que condujo un Aston Martin DB5. La lista de nombres que condujeron un DB5 incluye nombres como Paul McCartney, George Harrison, Mick Jagger, Peter Sellers, Robert Plant, Jay Kay, Ralph Lauren…
Del Aston Martin DB5 se fabricaron un total de 887 unidades del coupé, 123 descapotables y 12 shooting brakes hechos a medida y bajo pedido. Todo ellos equipados con un nuevo motor desarrollado, como se ha dicho, como una evolución del propulsor del Aston DB4. Tenía un desplazamiento de 3.995 centímetros cúbicos repartidos entre seis cilindros en línea, con culatas de dos árboles de levas y 282 CV. Además, presumía de elevalunas eléctricos y aire acondicionado –opcional–, entre otras cosas que hoy vemos como normal en cualquier modelo.
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