El concept car presentado por la división Q by Aston Martin el pasado 20 de marzo cobra ahora todo su sentido con el anuncio de la entrada en producción de una edición especial limitada cuyo lanzamiento comercial ya se ha producido. Serán 840.000 euros (más sus correspondientes impuestos) los que, al menos inicialmente, tendrá que pagar quien quiera disponer de una de las 88 unidades que van a ser producidas del coche, lo que acentúa aún más el carácter exclusivo del V12 Speedster.
La atractiva y rabiosamente deportiva barqueta creada por la división de preparaciones y vehículos especiales de la marca alada llega al mercado impulsada por las peticiones recibidas en Gaydon por parte de clientes y seguidores de Aston Martin, lo que ha llevado al fabricante de vehículos deportivos a dar el paso y autorizar la entrada en producción del modelo.
El V12 Speedster estaba destinado a presentarse con motivo del Salón de Ginebra, pero la pandemia impidió que su primer escaparate a nivel internacional no se celebrara. Aún así el interés detectado por los responsables del fabricante británico ha sido suficiente como para dar pie a esta edición limitada de un modelo que vendrá a competir con otras atractivas creaciones como los Ferrari SP1 y SP2 o el McLaren Elva.
Pero pese a la pandemia, Aston Martin sigue adelante con sus planes y ahora, apenas unos meses después de la presentación estática del prototipo del modelo, muestra la primera unidad de prueba del mismo circulando por carreteras secundarias en el Reino Unido durante uno de los test a los que está siendo sometido. Los resultados de estas pruebas han sido satisfactorios y por ello, la marca alada ha decidido la producción de una pequeña serie de unidades con las que contentar a sus clientes tradicionales y a quienes ya han manifestado interés por la barqueta.
El V12 Speedster es sin duda un modelo de carácter único dotado de un diseño marcadamente exclusivo, espectacular y ciertamente deportivo. Su concepción parte una vez más de la maestría e ingenio de los ingenieros y diseñadores que conforman la muy activa y prolífica división “Q by Aston Martin”, que no para de cosechar éxitos como bien ha demostrado tras la reciente presentación de los recientes modelos en homenaje a la saga Bond. En esta ocasión, la inspiración para la creación de la barqueta procede tanto de la rica tradición deportiva de la marca británica en la competición automovilística como de conceptos aeronáuticos desarrollados para aviones como los F/A-18 Hornet., fruto de la colaboración de Aston Martin con Boeing. El prototipo se ha creado a partir de conceptos y elementos comunes utilizados en modelos como el DBS Superleggera y el Vantage, pero se ha desarrollado sobre una plataforma exclusiva y única creada específicamente para el V12 Speedster que ha de servir para dotar al modelo de ese planteamiento radical que le permita aportar esa conducción visceral y brutalmente deportiva que se espera tras verlo al natural.
La base del V12 Speedster se articula a partir de un esquema de suspensiones independiente de doble brazo oscilante en el eje delantero y multibrazo en el trasero con muelles helicoidales y la amortiguación adaptativa con modos de conducción Sport, Sport+ y Track. El V12 Speedster montará de serie llantas de aleación de 21 pulgadas de bloqueo central, tras las cuales se oculta un sistema de frenado de primera magnitud, con frenos cerámicos de carbono con discos de 410 mm en el eje delantero y 360 mm en el trasero, equipamiento que también será parte del listado de elementos de serie del Speedster.
El acabado del coche es de todos conocido, pues se ha empleado la icónica pintura Silver Skyfall que recubre el DB5 del agente 007 a la que se ha aplicado en contraste un satinado negro en distintas componentes del coche, como los cromados, las rejillas de ventilación, las paletas o los extremos de las salidas del escape.
Esa misma temática oscura también se traslada al interior, donde se utilizan elementos acabados en cromo satinado, aluminio cepillado, cuero y textiles técnicos negros, alfombrillas negras,… sólo unos tiradores de puertas con el logotipo Aston Martin en rojo vivo contrastan el firme estilo conceptual alcanzado.
El interior de la barqueta ofrece una atractiva mezcla de materiales tradicionales y modernos. Desde elementos estructurales vistos en fibra de carbono satinada a pieles tratadas a mano tradicionalmente utilizadas para la elaboración de sillas de montar. De inserciones de elementos elaborados en cromo o aluminio cepillado a componentes impresas con tecnología 3D. Un contraste de calidades tan radical como el del planteamiento del propio coche. Y aunque visual y físicamente el interior ha sido reducido prácticamente a la mínima expresión buscando obtener la mayor eficiencia aerodinámica posible, se mantiene la habitual combinación de emoción y maestría artesana que las realizaciones de Aston Martin ofrecen a sus clientes. Aún así, todo resulta excepcional: en lugar de una guantera tradicional en el salpicadero se dispone de una bolsa de cuero extraíble, y el equipaje dispone de un espacio adicional situado bajo los asientos (¿anticipo quizás del posible espacio destinado a las baterías de una futura versión eléctrica?).
Pero lo realmente importante del V12 Speedster se encuentra bajo su capó delantero, donde se oculta el ya conocido pero no por ello menos brillante motor V1 biturbo 5.2 litros que la marca utiliza en muchos de sus modelos. En esta ocasión, aporta una potencia máxima de 700 CV y rinde 753 Nm de par máximo. Acoplada a él, la transmisión automática ZF de 8 relaciones de marcha con diferencial de deslizamiento limitado transfiere el potencial de la mecánica a las ruedas del eje trasero para impulsar a la barqueta. Un esquema que permite al Speedster acelerar hasta los 100 km/h desde parado en apenas 3,5 segundos y alcanzar los 300 km/h de velocidad máxima, limitada automáticamente.
El brutal potencial de la mecánica ha sido especialmente resaltado por los ingenieros de la marca dotando al V12 Speedster de un nuevo sistema de escape de acero inoxidable en su camino hacia la posición centrada que ocupa en la superficie del difusor trasero. Un nuevos sistema que ofrece un sonido ciertamente estimulante y que consigue además que el de la transmisión del coche sea aún más intenso y característico.
Todo ello, junto con la ausencia de parabrisas, que ha sido eliminado por completo y se sustituye por cascos para el conductor y su acompañante, aporta una experiencia de conducción única, excitante y sumamente estimulante a la par que deportiva al máximo nivel.
Como decíamos al principio, la comercialización de las 88 unidades que componen la edición limitada ya ha dado comienzo, aunque las primeras unidades no se entregaran a sus clientes hasta bien avanzado el primer trimestre de 2021.