Dare to dream Collection, colección atrévete a soñar. Con un nombre así, ¿qué podría llegar a ofrecer RM Sotheby’s? Pues eso, una colección de automóviles con la que invita a soñar a todos los aficionados y, sobre todo, a todos los coleccionistas con la liquidez suficiente para llevarse a casa los “cinco grandes” de Ferrari. En el mes de mayo de 2024, RM Sotheby’s subastó los cinco coches más especiales que ha tenido la firma de Maranello: un Ferrari GTO; un Ferrari F40; un Ferrari F50; un Enzo Ferrari y un LaFerrari. Y todos ellos de color rojo.
A nadie se le escapa que la saga “aniversario”, por denominarla de alguna forma, empezó con el Ferrari F40, allá por finales de los años 80, para celebrar el 409 aniversario de la marca. Luego llegó el Ferrari F50 que, como cabe esperar, celebraba el 50 aniversario de Ferrari. Para los 60 años se desarrolló el Enzo Ferrari –se llama así, como el fundador– en lugar de optar por Ferrari F60, como esperaban los tifosi italianos. Y para el 70 aniversario llegó el LaFerrari –nuevamente, así, tal cual–, que viene a ser, traducido al castellano, “El Ferrari”.
Sin embargo, el Ferrari GTO fue la semilla, el primero de una saga de automóviles que se ha alargado en el tiempo hasta el día de hoy. Y no hemos cometido ningún error al escribir, el nombre original, el oficial puesto por la marca, no lleva el número “288” por ningún lado. Como ocurrió con el Ferrari 365 GTB/4 “Daytona”, fue el público y la prensa quien le otorgó el número al modelo. Y decimos que fue la semilla de para la familia de modelos más especial de Maranello, porque no solo fue el primer en llegar, sino que también fue la base sobre la que se creó el Ferrari F40.
De todas formas, seguramente no hemos dicho nada nuevo, ¿verdad? Quizá estés empezando en el mundillo del automóvil y todavía hay cosas que desconoces –en tal caso, te damos la bienvenida–, o puede que simplemente, como nosotros, te gusten los coches y sobre todo, Ferrari y sus “especiales”, pero hay detalles y datos que, por lo general, siempre es importante recordar. Más aún cuando hablamos de un coche, el Ferrari GTO, que sirvió de base para crear uno todavía más especial: el F40.
Un par de ejemplares, por cierto, que según RM Sotheby’s, tienen precios muy dispares. El GTO es el más caro de los dos, con valoraciones que pueden llegar a los cuatro millones de euros, mientras que el F40 se queda en, “solamente”, tres millones y medio de euros. Calderilla, pero en el fondo, es el precio de la magia, de la pasión y de traspasar toda la experiencia en competición a modelos de producción. Merece la pena destacar que el F40, además, es una de las unidades sin catalizadores y sin suspensión regulable, es decir, de las primeras, y por tanto, tiene más valor.
El Ferrari F50 es, posiblemente, el “especial” menos valorado de todos. Es curioso ver que sus precios rondan, en el mejor de los casos, en los cuatro millones y medio de euros, pero entre los fanáticos no tiene el aura del F40, incluso en Enzo Ferrari le supera en carisma, o eso al menos dicen. El problema del F50, por llamarlo de alguna manera, fue que llegó al mercado casi al mismo tiempo que el McLaren F1 y todo el mundo esperaba que Ferrari entrara al trapo con algo igual de superlativo que el británico.
Sin embargo, Ferrari apostó, como había hecho desde el GTO, por crear un vehículo con la máxima conexión con la categoría reina del automovilismo, con la Fórmula 1 –el motor, por ejemplo, derivaba de empleado en F1–. También se quiso crear un coche cuya conducción fuera lo más pura posible y que generara un torrente de sensaciones. La cuestión es que muy pocos supieron entender eso. Ni siquiera hoy día.
Por eso, quizá, el Enzo Ferrari se creó tan despampanante en todos los sentidos. Estéticamente era un espectáculo, gracias a la mente de un japonés, Ken Akuyama, que trabaja entonces en Pininfarina. Técnicamente, era uno de los superdeportivos más avanzados del mundo, al emplear tecnología y soluciones derivadas, directamente, de la Fórmula 1. Mecánicamente, una bestía, con un V12 de 660 CV capaz de lanzar al Enzo hasta los 350 km/h. Nadie criticó, nadie le restó importancia a su existencia… El Enzo Ferrari llegó para marcar una era y un hito.
El último en llegar, el LaFerrari, quizá sea el menos carismático de todos. En cuanto a diseño, no sorprende tanto como los demás, aunque no deja de ser un espectáculo. Técnicamente, sin embargo, en otro mundo, es la más clara muestra de la evolución. El motor, un V12 atmosférico capaz de girar a más de 9.000 revoluciones, contaba con un sistema HY-KERS como el empleado en F1, es decir, era un híbrido, pero con casi 1.000 CV de potencia –960 CV exactamente–. El chasis era un monocasco de fibra de carbono, la aerodinámica era la razón de ser de la carrocería, podía completar el 0 a 200 km/h en el mismo tiempo que un deportivo de 300 CV completa el 0 a 100 km/h: 6,9 segundos…
Si eres amante de los grandes deportivos, y sabiendo que el Enzo puede llegar a precios de poco más de cuatro millones de euros, mientras que el LaFerrari tiene una valoración casi idéntica… ¿Con cuál te quedarías en caso de poder comprar uno, y solo uno? Nosotros todavía no nos hemos decidido…
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