Es posible que no lo sepas, pero la Audi actual es en realidad Auto Union, pero reconducida y renombrada por Volkswagen para alejar la compañía de la nefasta imagen que le otorgaba el haber estado relacionada con el partido Nazi. Si hacemos memoria, recordaremos que los cuatro aros son la representación de las cuatro marcas que formaban Auto Union, uno de los cuales corresponde a Audi, que tenía como logotipo el número 1.
Los restantes aros eran representando a Wanderer, DKW y Horch (luego también se agregó NSU pero nunca tuvo su propio aro). Horch y Audi, por cierto y a modo de curiosidad, fueron fundadas por la misma persona, August Horch. Creó primero la Horch, pero acabó fuera de la empresa por diversos motivos y luego, traduciendo su apellido al latín pues no podía usarlo por tema de registro y derechos, fundó Audi (Horch en alemán significa “oiga” o escuche”, lo mismo que Audi en latín). Lo más llamativo es que también acabó fuera de Audi y luego, ambas empresas se fusionaron formando Auto Union.
El Audi 920 sustituyó al Front debido a la cantidad de problemas que daba su tracción delantera
Las vueltas que da la vida, ¿verdad? El caso es que Auto Union, en sus mejores momentos, tenía a cada marca encuadrada a una parcela de mercado muy concreta, evitando así que se robaran clientes entre ella. DKW, por ejemplo, era el escalón de acceso a los modelos con los aros en el frontal. Wanderer y Audi se posicionaron en el centro, siendo Audi la marca más aspiracional de las dos, mientras que Horch era la firma de representación, la alta gama, lo máximo de Auto Union capaz de enfrentarse a Rolls-Royce en cuanto a lujo y a Mercedes en cuanto a técnica.
Con las marcas en sus respectivos segmento, todo parecía marchar por buen camino, pero pronto empezaron a notarse demasiadas similitudes, sobre todo entre las marcas que ocupaban las plazas centrales, las de gama media-alta. Wanderer y Audi empleaban sinergias entre sus modelos para abaratar costes, igual que se hace ahora, pero en aquellos años sus coches también se parecían mucho entre sí. Además, Audi estaba apostando por la tracción delantera y les estaba pasando factura en forma de una fiabilidad un tanto dudosa.
Uno de esos coches con tracción delantera, el Audi Front, estaba siendo el principal foco de los problemas y provocó que los clientes se decantaran antes por Wanderer y su clásico sistema de transmisión a las ruedas traseras, que por Audi y su innovadora transmisión a las ruedas delanteras. Y no sólo era innovador por su tracción delantera, también fue el primer automóvil europeo en combinar este tipo de tracción con un motor de seis cilindros.
Al problema de la fiabilidad de su eje delantero, había que sumarle que era el único coche que Audi fabricó en serie entre 1933 y 1938 y el motor de seis cilindros montado en su vano motor procedía del banco de órganos de Wanderer. Así que tras intentarlo durante varios años, Audi sustituyó al Front con el Audi 920, que desechaba la tracción delantera regresando al tradicional conjunto de motor delante y motricidad detrás. También se quería separar todavía más las dos marcas, dando a Audi mayor categoría y así asentar sin fisuras los roles de cada marca dentro de Auto Union.
Junto al regreso a la propulsión, se tomó la decisión de no emplear motores de Wanderer para evitar semejanzas y lo que hicieron fue acudir al banco de órganos de Horch (la vida seguía “castigando” a August Horch estrechando todavía más la relación entre “sus marcas”). Se optó por un nuevo bloque de seis cilindros y 3,2 litros que se había desarrollado pensando en vehículos militares y que le permitiría ofrecer un enfrentamiento digno a coches como el Mercedes 320, con una potencia de 75 CV a 3.000 rpm.
Sin embargo, el resto del Audi 920 era muy similar al Wanderer W23. De hecho, sólo se diferenciaba por el frontal, cuyo conjunto rejilla-faros-capó era exclusivo para cada modelo, aunque también con bastante semejanzas entre los dos. Pero el hecho de la mayor potencia del motor del Audi 920, también le permitía ser más rápido (hasta 130 km/h de velocidad punta). Las suspensiones, con un eje delantero independiente y un trasero de tipo flotante, contaban con un tarado específico, más cómodo pero también ligeramente más dinámico que Wanderer, tenía frenos suministrados por ATE-Lookhead y un cambio de cuatro velocidades fabricado por ZF (la primera vez que Audi usaba material de ZF).
Las ventas iban bien, los detalles en la carrocería y el motor más grande parecían haber calado entre los conductores, pero estalló la Segunda Guerra Mundial y todo se fue al traste. Fue el último Audi de Auto Union hasta la guerra, fabricándose hasta 1940, aunque en Alemania se prohibió el uso de vehículos particulares en 1939. Se fabricaron 1.281 unidades aunque apenas han sobrevivido una veintena.
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