Bentley vuelve nuevamente a intentar marcar el mejor registro en la mítica subida al Pikes Peak, donde en esta ocasión aspira a registrar la mejor marca absoluta de la competición con una impresionante unidad del Continental GT3, alimentada con un nuevo combustible ecológico.
En 2018, Bentley hizo saltar la banca cuando su nuevo Bentayga obtuvo el mejor registro en la subida del Pikes Peak entre los modelos SUV de producción en serie. Al año siguiente, en 2019, su Continental GT buscó reeditar el éxito para la marca británica y sin duda alguna lo consiguió, pues un Continental GT fijó el récord absoluto de la prueba de un vehículo de producción en serie parando el cronómetro en la cima de la montaña en una marca de 00:10:18,488 segundos.
Bentley intentará batir con este Continental GT3 Pikes Peak el récord en la máxima categoría
Y ahora, tras el parón forzoso de la edición 2020, la marca británica vuelve de nuevo a la carrera de subida a la montaña más conocida del planeta para competir esta vez en la máxima categoría de la mítica prueba, la Time Attack 1 con el Bentley más extremo de todos los tiempos, el Continental GT3 Pikes Peak, un modelo que además de compendiar todo el potencial que Bentley atesora en el mundo de la automoción y de la competición utilizará por primera vez un nuevo biocombustible ecológico que permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 85 por ciento con respecto a los combustibles habituales.
Bentley tiene claro que en 2030 será una marca completamente electrificada, pero hasta entonces quedan 9 años por delante en los que el fabricante británico quiere reducir al máximo las emisiones CO2 de sus vehículos. De ahí su interés por someter a pruebas extremas el rendimiento de sus coches y motores con nuevos combustibles que le permitan afrontar estos próximos años contaminando lo menos posible.
Y a la hora de afrontar los 20 kilómetros del recorrido (12,42 millas exactamente) y aspirar la lograr el tercer y último récord de la prueba, ha dotado al Continental GTR con todo lo necesario para ello. Por ello, sus técnicos y los del equipo Fastr con el que afronta la prueba colaboran con el equipo de especialistas Motorsport reclutado por la marca para la prueba.
El Continental GT3 Pikes Peak tendrá que superar los 5.000 m de desnivel existentes entre el punto de salida y la meta en la cima de la montaña superando las 156 curvas de los casi 20 kilómetros del recorrido circulando a una velocidad media superior a los 125,529 km/h para poder cruzar la meta en menos de los 00:09:36 segundos en los que está establecido el récord de la prueba actualmente. Una prueba técnicamente complicada dado que a lo largo del recorrido la densidad del aire va cambiando a medida que se asciende a la cima.
Para lograrlo, Bentley ha recurrido nuevamente a la pericia de Rhys Millen en esta prueba. El piloto neozelandés es quien logró los anteriores récords logrados por Bentley en 2018 y 2019 con los Bentayga y Continental GT. Millen ha ganado tres veces en la cima del Pikes Peak y está considerado como uno de los mejores pilotos de competiciones de Montaña en el mundo del automovilismo.
Para lograr el reto, Bentley también ha modificado levemente el Continental GT3 Pikes Peak con respecto a la configuración habitual del coche. Así, en la trasera ha modificado el coche prácticamente por completo para instalar el alerón trasero más grande jamás dispuesto en un Bentley y un nuevo difusor trasero altamente eficiente que rodea por completo la caja de cambios del transeje. El nuevo paquete aerodinámico trasero se equilibra en la parte delantera del coche con la adopción de un nuevo deflector de dos planos, flanqueado por planos de inmersión separados.
En cuanto al motor, la unidad de potencia que montará el Continental GT3 Pikes Peak ha sido especialmente desarrollada a partir del V8 Turbo de 4.0 litros que habitualmente monta el Continental GT3. Cuenta con una nueva salida de gases dispuesta lateralmente que es más corta de lo habitual y que permitirá que los escapes del Bentley resuenen anunciando su llegada antes de cada curva a lo largo del recorrido.
También se ha modificado la admisión de aire, incluyendo unas nuevas tomas frontales de aire para la refrigeración en lugar de las habituales ventanas traseras y en el interior del coche se ha incorporado la correspondiente jaula de seguridad sobre la cual se monta un cronómetro digital que permitirá a Rhys Millen seguir sus tiempos en los distintos sectores de la prueba.
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