Un distintivo exterior único y una mascota personalizada e impresa en oro 3D parecen delatar la personalidad de un cliente de fama mundial que ha encargado a Mulliner, el departamento que se encarga de las versiones especiales y únicas de la marca de Crewe. Los maestros artesanos de Mulliner han creado un vehículo muy especial que tiene previsto realizar pronto un viaje extraordinario de más de 66 millones de kilómetros.
Para el cliente, acometer este trayecto no es algo nuevo. Lo hace todos los años. La diferencia radica en que acostumbrado a realizarlo en un vehículo de apenas 8 CV o, mejor dicho, ocho renos de potencia, en esta ocasión lo hará con un nuevo vehículo, más cómodo y mejor climatizado, de 542 CV de potencia, sin duda una mejora muy significativa.
El vehículo en cuestión es el nuevo Bentley Flying Spur Reender Eight (reno 8), y ha sido desarrollado a petición expresa del cliente para actualizar su trineo volador y poder disponer de un vehículo un poco más lujoso y especial. El exclusivo “Reindeer Eight” cuenta con un acabado exterior en pintura Cricket Bauble de color rojo intenso , un tono único y muy especial creado específicamente para el cliente a partir del acabado Cricket Baall que Bentley Mulliner ofrece entre los 62 tonos de la paleta Extended Range de acabados especiales.
«El Bentley Flying Spur Reender Eight es un encargo de un cliente muy especial», comentan los directivos de la firma británica
Desde su frontal, el Reindeer Eight es diferente a los Flying Spur convencionales. En lugar de la habitual figura Flying B y de las insignias V8 el Reindeer Eight incorpora un reno dorado impreso en tres dimensiones y sendas insignias especiales “Reindeer Eight” por expreso deseo del cliente para su nuevo vehículo. Tras esta decisión se ha sabido que tanto Rudolph como Dasher, Dancer, Prancer, Vixen, Comet, Cupid, Donner y Blitzen han presentado una queja ante su sindicato respecto de su empresa. Desde Bentley no han querido comentar nada al respecto ni tampoco facilitar la identidad de su cliente.
Tras de la figura de plomo, la franja del capó cromado estándar de Flyinig Spur se ha vuelto a recortar en oro y unas finas líneas doradas de detalle pintadas a mano conducen la vista desde las nuevas insignias en las aletas hacia la parte trasera brillando de forma atractiva por todo el lateral del coche.
Para enfatizar la velocidad y el rendimiento que requiere el extraordinario viaje que va a emprender el propietario, los diseñadores e ingenieros de Mulliner han creado una nueva especificación en acabado dorado que incluye un nuevo difusor de carbono en ambos paragolpes, nuevos estribos laterales también elaborados en carbono así como un nuevo alerón sobre la tapa del maletero, a fin de facilitar el máximo comportamiento aerodinámico viajando a altitud de crucero. Esta nueva especificación Mulliner se complementa con unas llantas doradas de 22” y neumáticos All Season para aguantar el frío clima donde reside el cliente. El acabado exterior se completa con un terminación en la que, a modo de una interminable sucesión de montañas nevadas numerosos diamantes agrupados en forma de cuña ascendente hacia la trasera recorren todo el lateral del vehículo.
Esta variante Reindeer Eight se ha elaborado sobre la base del último modelo Flying Spur comercializada este mismo año, con lo cual recoge todas las mejoras introducidas en el mismo en cuanto a rendimiento gracias al nuevo tren motriz adoptado, que le proporciona mayor agilidad y carácter, así como un mayor rango de autonomía, factores vitales para que el cliente complete su vuelta al mundo en apenas una noche.
En cuanto al interior del coche, los maestros artesanos de Mulliner han dado muestras una vez más de su capacidad creando un moderna cabina de lujo e innovación incomparables. A bordo se dispone de capacidad para que cuatro o cinco personas viajen con total comodidad, incluso después de haber realizado un incontrolado consumo de pastel de carne picada.. Siguiendo las instrucciones del cliente, se ha dotado al Rendeer Eight de una especificación de acabado interior un tanto monótona en Cricket Bauble con un bordado personalizado en oro y costuras de cruz elaboradas a mano, incluidas las realizadas en los asientos delanteros con el nombre del cliente en el del conductor y el de su esposa en el del pasajero.
A través del tablero de a bordo y hacia las puertas se ha dispuesto un revestimiento horizontal de barrido que enfatiza la anchura y el espacio disponible en el habitáculo. Los artesanos de Mulliner sugirieron la introducción de una escena nocturna de invierno en el Polo Norte sobre la chapa Grand Black con incrustaciones en las fascias y los listones de las puertas para representar el final del viaje nocturno, idea que el cliente aceptó de inmediato.
Para tan largo viaje, los asientos han sido preparados especialmente. Su diseño facilita una mayor funcionalidad e incluye calefacción, ventilación, masaje multimodo, refuerzos ajustables e inclinación superior para mantener al cliente alerta y cómodo durante el extenso kilometraje que recorrerá. Están acabados en cuero tridimensional con costuras y bordados como elementos de detalle. Ayudados por los elfos que asisten al cliente, los maestros artesanos de Crewe tardaron 18 horas en completar las 11.100 puntadas cosidas a mano en toda la cabina, para las cuales tuvieron que utilizar 115 metros de hilo especial, lo que significa igualar la altura del famoso Big Ben.
Cuando el cliente presione el botón de arranque del motor, tras escuchar un agradable sonido de campanas a modo de bienvenida, la sección de chapa dispuesta en el centro del tablero gira para desvelar una pantalla táctil de 12,3 pulgadas con numerosos menús para el control del coche y de los diferentes sistemas embarcados. Entre ellos se encuentra una amplia lista “Naughty and Nice” integrada en el sistema de navegación que permite al cliente distinguir durante su extraordinario viaje entre los traviesos y los amables. El segundo lado de la pantalla ofrece tres elegantes diales analógicos en los que se muestran la temperatura exterior, una brújula y un cronómetro, elementos necesarios para no perder el camino y poder cumplir con las exigencias horarias del viaje. En el tercer lado del salpicadero, la fascia muestra una escena nocturna de invierno en el Polo Norte.
En todo caso, los chicos de Bentley y de su división Mulliner, donde según comentan todas estas labores se han realizado durante los últimos meses en un nuevo departamento conocido a nivel interno como “Ho-Ho-HO”, han hecho todo lo posible para cumplir con los deseos del cliente .
“Sin duda va a ser divertido viajar en este nuevo “trineo” de 542 CV, en el que además cuento con espacio suficiente a bordo para trasladar a mis ayudantes junto con todo lo que tengo que llevar en mi viaje. Estoy realmente ansioso por completar los 66 millones de kilómetros en el tiempo previsto”, ha comentado el cliente al recepcionar su nuevo vehículo.