Representan la excelencia de la excelencia. Sus acabados son los más completos, lujosos y personalizables que ofrece la división Mulliner de Bentley, que es precisamente la que se encarga de desarrollar este tipo de productos en la firma británica. Hablamos del los Bentely Mulliner Bacalar, una corta serie de tan sólo 12 coches, todos ellos ya vendidos desde mucho antes de su presentación oficial, de los cuales tan sólo quedan cuatro por entregar.
La corta serie de unidades está llegando a su fin. De hecho, Mulliner ya prepara un nuevo modelo con similares características para hacer frente a los numerosos pedidos que la marca ha recibido de los Bacalar pero a los que no podrá salida debido a que la primera serie Bacalar estaba únicamente limitada a tan sólo 12 unidades. Apenas una docena de vehículos que el mismo día de su presentación, en 2020, ya estaban todas adjudicadas a clientes de Bentley.
De ellas, ocho se han entregado ya a sus afortunados (nunca mejor dicho) propietarios, y las cuatro restantes están ya montándose en la factoría de Bentley en Crewe (Reino Unido), donde se están completando las últimas tareas y efectuándose los controles de calidad finales que el proceso de construcción de cada uno de ellos requiere. De todas ellas la única a la que se le ha dado cierto protagonismo es a la unidad que se vio durante el pasado Speed Festival de Goodwood.
No en vano, el precio de partida del modelo supera los 1,5 millones de libras esterlinas (1,77 millones de euros), precio relativamente “asequible” para la clientela habitual del fabricante británico del grupo Volkswagen y que apenas significa un punto de partida, pues la base del negocio está precisamente en la relación que Bentley mantiene con sus clientes, a los que ofrece las mayores posibilidades de personalización posibles. Posibilidades que pueden terminar por elevar los costos de producción del vehículo muy por encima, llegando incluso a más que duplicar el precio del coche.
Producir cada unidad es un proceso enteramente artesanal. Los maestros artesanos de Crewe precisan de más de seis meses de trabajo continuado para producir cada unidad del Bacalar acorde a las características solicitadas por los clientes. Un proceso especialmente largo y detallado y en ocasiones ciertamente complicado, pues siempre se intenta satisfacer, en la medida de lo posible, las peticiones del comprador.
Los Bacalar son la máxima expresión al aire libre de esa personalización, que en esta ocasión ha sido llevada a cabo sobre la base del modelo más exclusivo de la era moderna de Bentley, su coupé biplaza descapotable. Un roadster de máximo lujo y empaque, diseñado como una barquetta carente de techo y con una carrocería totalmente nueva y musculosa elaborada íntegramente en fibra de carbono.
Cada cliente elige no sólo la especificación mecánica que quiere para su coche, también su color, calidades de acabado, elementos exclusivos tanto para su diseño como su acabado. Los Bacalar fueron el resultado del primero de una serie de proyectos elaborados a medida que han encabezado el regreso a la producción de nuevas carrocerías por parte de Bentley Mulliner, curiosamente el carrocero más antiguo del mundo. Ahora que termina la producción de Bacalar, el fabricante británico del Grupo Volkswagen verá como Mulliner centrará su atención en los próximos meses en un nuevo proyecto que pronto se dará a conocer.
Cada carrocería de fibra de carbono de los 12 Bacalar está terminada en un color personalizado elegido expresamente por cada uno de los clientes que los han adquirido. Esto quiere decir que no hay dos coches exactamente iguales, sino que todos son muy diferentes entre sí, aunque tienen determinados aspectos comunes, como pueden ser por ejemplo las llantas Tri-Finish de 22 pulgadas de diseño excéntrico y abierto con las caras pulidas y los dobles radios satinados en gris oscuro y determinados detalles destacados para complementar el exterior.
Al ser fruto de la interacción directa entre el cliente y el departamento de diseño de Bentley Mulliner los Bacalar asumen los gustos particulares de sus propietarios desde antes del momento preciso de su producción. Esto provoca que existan innumerables opciones y materiales para que el cliente elija los que prefiera y su cartera pueda pagar. Materiales de gran calidad que en su mayoría son de origen sostenible y ético, muchos de los cuales fueron adelantados en el concept car EXP 100 GT que prefiguraba el futuro de la marca.
Materiales como la nueva pintura elaborada con ceniza de cáscara de arroz, que permite conseguir de forma sostenible un rico acabado metálico, o las lanas naturales que se utilizan en la elaboración de determinados componentes; o las exclusivas maderas de Riverwood procedente de las antiguas Fenlands de Anglia Oriental (zona situada al sureste del Reino Unido), buena parte de las cuales estuvieron sumergidas y proceden de bosques de más de 5.000 años de antigüedad.
Materiales que además de para la elaboración de distintos paneles y guarnecidos interiores se introducen en el interior para crear incrustaciones y acabados de excelsa calidad y carácter único en el interior del vehículo, salpicadero, mandos del conductor. Elementos que se elaboran con precisión y exquisitez artesana, como sucede por ejemplo con los acolchados de cada asiento, que exigen más de 148.199 puntadas individuales para bordar la exclusiva terminación Bacalar en cada asiento.
Es precisamente esta naturaleza de las personalizaciones de los modelos Bacalar la que impide que Bentley pueda dar razón alguna sobre los clientes que adquieren sus vehículos o los mercados a los que van dirigidos. Sin embargo, eso no ha impedido que una de las ocho unidades ya terminadas ocupara un lugar privilegiado en el stand de Bentley en el aún reciente Festival of Speed de Goodwood, durante el cual Adrian Hallmark, presidente de Bentley, hizo entrega de la misma a su comprador. La marca aprovecha sus propios eventos para promocionar sus creaciones.
La unidad en concreto es la que se puede contemplar en las imágenes adjuntas. Está terminada en el color Sunset Orange, creado expresamente siguiendo los gustos del cliente, los mismos que se han seguido para dotarle de las llantas tricolores personalizadas de 22” en gris oscuro satinado con las caras pulidas y detalles acabados en color negro brillante, que aportan un audaz contraste con el atractivo color del exterior del coche.
Detalles como los centros de los faros delanteros acabados en el mismo color de la carrocería, las rejillas y marcos terminados en el negro brillante antes mencionado o las nuevas rejillas de ventilación abiertas sobre la superficie del capó también son elección directa del cliente. Al igual que el empleo de fibra de carbono satinada para la elaboración de las “electrizantes jorobas” dispuestas tras los asientos (cuyo aspecto se realza igualmente con la introducción en las mismas de elementos acabados en el color Sunset Orange de la carrocería), las faldas laterales y el difusor trasero.
El negro, esta vez en tono mate, sigue igualmente presente en los guarnecidos de puertas y salpicadero, creando una llamativa cabina gracias al contraste que se ofrece en el interior con la terminación de los asientos en cuidadosas combinaciones de cuero y Alcantara acabados en un atrevido color blanco, Detalles de estilo en color naranja mandarín, como la fina línea que recorre de lado a lado el salpicadero.
El elemento común a todos los Bacalar esta oculto bajo su cuidada carrocería y su excelsa terminación y acabado. Se trata de la base mecánica que incorpora el coche, con el motor W12 de 6 cilindros que el Grupo Volkswagen utiliza de manera profusa en sus marcas de mayor prestigio (Lamborghini y Porsche también disponen de él). Estos dos propulsores V6 unidos proporcionan a los Bacalar 660 CV de potencia máxima y un par máximo de 900 Nm, gracias a lo cual pueden desplazarse a una velocidad máxima de 320 km/h (siempre y cuando los límites establecidos se lo permitan) .
Sin duda este caudal de prestaciones acrecienta el interés por tan exclusivo modelo. Lo que está por ver es qué va a suceder en el futuro con las propuestas mecánicas que oculten las nuevas propuestas sobre las que Bentely Mulliner ya trabajan para satisfacer a sus exclusivos y poderosos —en términos de billetera lo son— clientes, dado que la normativa contempla la desaparición del uso de motores de combustión en los modelos a comercializar a partir de 2035.
Pero esa, será otra historia.
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