La división de modelos especiales de Bentley ha dado a conocer el prototipo de la primera de las reediciones de los modelos históricos de la marca previos a la II Guerra Mundial que Mulliner va a desarrollar bajo la denominación Continuation. Los maestros artesanos de la marca han dedicado más de 40.000 horas de trabajo y recreado casi 2.000 piezas individuales a partir de los planos originales para dar vida al Coche Cero de la serie Blower Continuation, a partir del cual se han de construir 121 unidades destinadas a clientes de la marca, que ya están todas especificadas por los futuros propietarios que ya han efectuado la precompra de las mismas.
El Bentley Blower nació a finales de los felices años 20 del pasado siglo —esperemos que, por la cuenta que nos trae, los de este también terminen por serlo— de la mano de Sir Henry “Tim” Birkin, conocido piloto de la marca británica, que logró el triunfo en las 24 Horas de Le Mans formando equipo con Wolf Barnato en 1929 al volante de un Bentley Speed Six, un coche grande y pesado al que Ettore Bugatti definió nada más verlo como “el camión más rápido del mundo”.
Del Bentley Mulliner Blower Continuation solamente se construirán 121 unidades
Un modelo enorme, que era el que W.OÇ. Bentley quería producir, pero que desde el punto de vista de “Tim” Birkin, no valdría para competir. Su experiencia en la competición le inclinaba a disponer de coches ligeros y potentes para obtener velocidad, mientras que Bentley buscaba coches para vender en el segmento superior del mercado, para lo que precisaba de coches grandes y lujosos, aunque igualmente potentes y veloces. Así, mientras el piloto apostaba por desarrollar un motor sobrealimentado en un coche ligero, el constructor prefería producir el coche que el buscaba. Esto llevó a Tim Birkin a desarrolla él mismo el coche que necesitaba a fuera de la órbita de Bentley.
Junto a Clive Gallop, uno de los mejores técnicos de la época, y Amherst Villiers, especialista en sobrealimentadores, emprendió un proyecto en el que agotó el dinero del que disponía, por lo que tuvo que contar con la ayuda económica de Dorothy Paget para terminar de financiarlo. A pesar de la oposición de Bentley, Birkin reconstruyó por completo el coche añadiendo al motor del Bentley 4½ por delante del radiador un compresor impulsado directamente desde el cigüeñal lo que además proporcionaba al coche una apariencia externa realmente única. Su apariencia y el sonido que producía llamaron rápidamente la atención, y el coche comenzó pronto a ser conocido bajo el apelativo Blower, palabra inglesa que traducida al español significa “soplador”.
La primera unidad, conocida como Blower No1, se presentó por primera vez en las Seis horas de Essex celebradas en el circuito de Brooklands el 29 de junio de 1929. El coche no resultó ser muy fiable, pero gracias a Wolf Barnato, Birkin logró persuadir al propio W.O. Bentley para que produjera las cincuenta unidades necesarias para que el modelo pudiera ser aceptado en la carrera de las 24 Horas de Le Mans. Bentley aceptó y junto aquellas cincuenta unidades, mientras Birkin reunió un equipo de cuatro prototipos de competición (tres unidades además del Blower No1 para Le Mans y una quinta más que ensamblo con repuestos para asistirlas en carrera).
Bentley ganó aquella edición de las 24 horas, aunque no todos sus coches llegaron a cruzar la meta. De hecho, algunos ni tan siquiera pudieron llegar a tomar la salida. Pero la unidad de Barnato se hizo con un sonado triunfo gracias a la solución implementada por Birkin, que además convirtió al Blower en el enemigo a batir durante los años siguientes en las principales competiciones de la época. Desde entonces, el Blower se convirtió en uno de los modelos más emblemáticos de Bentley, razón por la cual, ahora se ha decidido iniciar con él la nueva Colección Continuation con esta primera serie de 12 unidades de la que hablamos.
Para realizar la reconstrucción actualizada del modelo, los maestros artesanos de la marca de Crewe partieron directamente del Team Car No2 del equipo que Tim Birkin construyó. El chasis HB 3403, con el motor SM3902 con la matricula UU5872. El primer paso de los ingenieros y artesanos de Bentley sumados al proyecto consistió en un extenso análisis de los dibujos y borradores de diseño originales utilizados para la creación de las cinco unidades originales de los Blower Team Cars, junto con distintas fotografías de época disponibles en distintos archivos históricos. Tras lo cual, y gracias a la información acumulada se pudo determinar con total precisión las piezas originales que componían el coche.
Para reproducirlas y definirlas con total precisión el Blower Nº2 (probablemente el Bentley más valioso del mundo) fue completamente desmontado pieza a pieza. Cada una de ellas fue convenientemente escaneada con tecnología láser y fielmente reproducida y refabricada a mano, siguiendo las normas y especificaciones originales bajo las cuales fueron creadas en su momento. En total, para producir el primer Blower de esta nueva era, hubo que reconstruir 1.846 piezas individuales y 230 conjuntas, entre las cuales se encuentra el propio motor y su sistema de sobrealimentación. Cada una de las piezas y conjuntos fue recreada específicamente por un equipo compuesto por ingenieros, artesanos y técnicos especialistas de Mulliner, a los que en ocasiones se sumaron distintos especialistas procedentes de los proveedores de la marca. De esta manera se ha conseguido crear un modelo CAD digital excepcionalmente preciso del coche y de todas y cada una de sus piezas y componentes.
A partir de ahí, los especialistas artesanos reclutados por Mulliner para afrontar este proyecto en Crewe se encargaron de ir fabricando y montando los distintos elementos para crear el primer Bentley Blower después de 90 años. “Ver como el Car Zero iba tomando forma durante las últimas semanas y meses ha sido realmente asombroso —comenta Paul Williams, director de Bentley Mulliner—. Las más avanzadas técnicas de diseño digital se fusionaron con el más auténtico y genuino proceso de producción artesanal de piezas y componentes hecho a mano, utilizando para ello en muchas ocasiones métodos de fabricación fieles a los utilizados en la década de 1920”.
“Solo a través de esta fusión de lo antiguo y lo nuevo y con las habilidades de nuestros ingenieros reflejadas en las de nuestros proveedores especializados —continúa Williams— podríamos fabricar estos automóviles. Hemos reunido miles de dibujos y especificaciones de todos los componentes, y poder ver luego el Blower iba tomando forma en Mulliner ha resultado muy gratificante”.
El chasis ha sido recreado en acero de gran calibre, formado a mano y remachado en caliente por los especialistas de Israel Newton & Sons Ltd, empresa con más de 200 años de experiencia en la producción de calderas para locomotoras de vapor y motores de tracción y que, como tal, tiene las habilidades y competencias necesarias para forjar y dar forma al metal de la manera completamente tradicional que el Blower requiere.
The Vintage Car Radiator Company, empresa líder del mercado en la fabricación y restauración de radiadores y componentes de automóviles antiguos con los más altos estándares posibles de artesanía y autenticidad, fueron la elección perfecta para fabricar a mano recreaciones exactas de algunos de los componentes clave del Blower, incluida la carcasa del radiador de níquel plateado sólido pulido como un espejo y el tanque de combustible golpeado a mano conformado en acero y cobre.
Con casi 75 años de experiencia a sus espaldas, Jones Springs Ltd, especialistas en la forja de piezas y componentes, se encargaron de fabricó las hojas de las ballestas, grilletes y otros anclajes, según las especificaciones originales del modelo. Mientras que para los emblemáticos faros delanteros del Blower los artesanos de Mulliner recurrieron a la colaboración de Vintage Headlamp Restoration International Ltd, una empresa familiar mundialmente conocido por la calidad de su orfebrería y su capacidad para crear faros de diseño vintage a partir de especificaciones originales.
Mientras tanto, en los talleres de producción de Mulliner en Crewe, donde se crean a medida y se adaptan al gusto de los clientes cada coche de Bentley, un nuevo marco de fresno creado por Lomax Coachbuilders se sometió a las etapas finales de carpintería con el equipo de expertos de Mulliner, incluida la aplicación de 25 metros de material Rexine altamente especializado utilizado para envolver la estructura del coche. Los maestros artesanos de Mulliner completaron el proceso manual de producción del mismo. La carrocería negra brillante del Blower Car Zero, se combina en el interior con elementos en cuero Bridge of Weir rojo Oxblood y molduras a juego. Según los originales, los asientos están rellenos con un total de 10 kilogramos de crines de caballo natural.
El nuevo motor de 4½ litros de Car Zero, originalmente diseñado por el propio W.O Bentley, ha sido creado con el apoyo experto de especialistas, como NDR Ltd. El motor soplador recién creado es una recreación exacta de los motores que impulsaron los cuatro sopladores del equipo de Tim Birkin que corrieron a fines de la década de 1920, incluido el uso de magnesio que ya se utilizó entonces para conformar el cárter. Sin embargo, para garantizar una mayor fiabilidad en su funcionamiento, también cuenta con innovaciones de las que un motor de automóvil deportivo de la década de 1970 estaría orgulloso (pistones de aluminio, un árbol de levas en culata, cuatro válvulas por cilindro y encendido de doble chispa). Igualmente, el famoso motor de 4½ litros se ha combinado con el sobrealimentador ideado en su día por Amherst Villiers.
Al tiempo que se iba ensamblando este primer motor para la nueva serie, los técnicos e ingenieros de Bentley también trabajaban en la adaptación y recuperación de uno de los bancos de pruebas para motores existentes en la sede de Crewe para poder testar motores diseñados hace casi 100 años. Se trata de una instalación que permanece en la fábrica de Crewe desde que esta se construyó en 1938, originalmente utilizada para el rodaje y la prueba de potencia de los motores aeronáuticos Merlin V12 producidos por Bentley para los cazas Spitfire y Hurricane que participaron en la Segunda Guerra Mundial.
La preparación del banco de pruebas implicó igualmente la realización de una réplica exacta del chasis delantero del Blower para sustentar el motor a fin de poder montarlo posteriormente en el dinamómetro del motor controlado por computadora. Para ello hubo también que crear y probar una nueva versión de software que permitiera medir y controlar el motor, gracias a la cual los ingenieros de Bentley fueron capaces de monitorear y hacer funcionar correctamente el motor con parámetros precisos. Dado que el tren motriz Blower es considerablemente diferente en tamaño y forma a los motores de producción modernos de Bentley, se han utilizado varios de los accesorios originales del banco de pruebas Merlin que aún permanecen almacenados en Bentley, para adaptar el banco de pruebas a estos motores especiales.
Una vez instalado convenientemente el motor sobre el banco de pruebas, los técnicos e ingenieros de la marca lo pudieron someter a un completo programa de pruebas y de rodaje antes de proceder a su montaje definitivo en el Blower Car Zero.
El coche ha sido dado a conocer por el presidente y director ejecutivo de Bentley Motors, Adrian Hallmark, con motivo de la reciente inauguración de las nuevas instalaciones de la factoría de Bentley en Crewe. “Hoy fue un día verdaderamente extraordinario, no solo como un hito en el proyecto de la serie de continuación de sopladores, sino también para Bentley Motors. Conducir el primer Blower nuevo en 90 años fue un privilegio, y la calidad del automóvil enorgullecería al propio Sir Tim Birkin. La artesanía es exquisita y me complace informarles que el automóvil se conduce tan bien como nuestro automóvil del equipo original”, comento Hallmark al bajarse del coche. También fue especialmente significativo que pudiera conducir el nuevo Blower por Pyms Lane avenida que ahora se integra en nuestra sede principal”.
Tras la presentación del coche, ahora da comienzo la siguiente fase del proyecto, consistente en la realización durante los próximos meses de un amplio programa de pruebas y test de durabilidad y rendimiento del coche, antes de dar comienzo a la producción de los 12 automóviles destinados a los clientes que conformarán esta primera serie de Bentley Mulliner Classic, una de las tres nuevas divisiones de Mulliner junto con Coachbuilt (actualmente desarrollando el igualmente exclusivo Bacalar) y Collections (responsable del Continental GT Mulliner que ya está a la venta en el mercado).
El programa de pruebas de durabilidad se desarrollara con el coche circulando en el mundo real. Sesiones de duración y velocidad que irán gradualmente en aumento, permitirán comprobar la funcionalidad y la solidez en condiciones cada vez más exigentes y difíciles. El programa de pruebas está diseñado para lograr el equivalente a 35.000 kilómetros de conducción en carreteras abiertas y más de 8.000 kilómetros de conducción en pista, en situaciones similares a las que se encontraban los pilotos de la época en recorridos tan famosos como los míticos de la Mille Miglia o la Paris-Pekin.
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.