Para muchos, el primer modelo de BMW firmado por Motorsport fue el BMW M1, el e26, lanzado en 1978 para cumplir con la normativa de la FIA y homologar el coche para competición. Pero tan solo un año después, en 1979, llegó el primer turismo de BMW M, aunque todavía no era conocido como los modelos actuales. Hablamos del BMW M535i, la versión más potente del Serie 5 “e12”.
El BMW Serie 5 e12 llegó al mercado para sustituir a la “Neue Klasse”, el BMW 1500 presentado en el Salón de Frankfurt de 1961. El cambio entre uno y otro fue importante, pero no así la filosofía, que seguía siendo la misma. De hecho, para quien no conozca esta historia, el BMW 1500 fue el modelo que sentó las bases de todos los BMW que vinieron después, incluso de los modelos actuales. Con ese coche, nació la BMW que conocemos ahora.
BMW Motorsport GmbH, inició sus actividades el día 1 de mayo de 1972, con el objetivo de responsabilizarse de las actividades deportivas de la compañía. Sólo eran 25 personas en la plantilla, pero fueron los responsables del BMW 3.0 CLS y del BMW 2002 Turbo, por poner unos ejemplos. También se realizaron algunas mejoras en los BMW 525 y en el BMW 528 y establecieron, igualmente, lo que serían los BMW M que vendrían posteriormente.
El BMW M535i, con sus 218 CV, fue el Serie 5 carrocería e12 más potente que se lanzó al mercado
Y sí, lo hicieron con el BMW M535i, un modelo que era de los sedanes más deportivos que se podían encontrar en el mercado, pero que, sin embargo, no es tan apreciado como otros modelos por los más puristas porque no se hizo con piezas específicas, sino con elementos tomados de otros modelos de la marca. Lo que, si ir más lejos, se hace actualmente con casi cualquier versión. Hoy, los BMW M2, BMW M3 y BMW M4 comparten el mismo motor y transmisión, pero son diferentes configuraciones, al igual que trenes rodantes, sistemas electrónicos y hasta elementos del habitáculo como volante o asientos.
Cuando el BMW M535i apareció, montaba el bloque de seis cilindros con el código interno de “M90”, un propulsor capaz de rendir 218 CV y 310 Nm de par, suficientes para que la prensa especializada de la época lograra medir velocidades de casi 228 km/h, así como completar el sprint en 7 segundos. Son cifras que por aquellos años están muy cerca de las conseguidas por deportivos de la talla del Porsche 911. Hoy ya no sorprende, entonces sí que lo hacía.
No se trata de un motor creado exprofeso, había sido estrenado en el BMW Serie 6 “e24” y en el BMW Serie 7 “e23”. Tenía dos válvulas por cilindro, inyección Bosch L-Jetronic y un total de 3.453 centímetros cúbicos. También tenía las suspensiones totalmente revisadas adoptando elementos Bilstein (desarrollados en colaboración con BMW M), frenos procedentes del BMW 635 CSi, diferencial de deslizamiento limitado y unas llantas de 14 pulgadas calzadas con neumáticos 195/70.
El primer BMW M5 (el e28) llegó después, ocupando el lugar en el mercado del BMW M535i en 1985. Estéticamente era parecido al e12, es decir, nada estridente y si muy comedido, pero anunciaba 286 CV procedentes también de un seis cilindros en línea de 3,5 litros.