El automóvil es un invento que ha salido adelante gracias, básicamente, a la pasión de un puñado de locos. Si echamos la vista atrás, muy atrás, solo la pasión ofrece una respuesta lógica para la evolución del automóvil. En los albores, los coches eran muy sucios, hacían mucho ruido y su fiabilidad era nefasta. A esto debemos sumar que no había nadie que supiera reparar esas cosas, y cada uno se conducía de una manera diferente.
Seguramente habrá gente que esté pensando “eso es extrapolable a infinidad de cosas”. Y tendrá mucha razón, pero el coche llegó a ser visto como un aparato infernal y especialmente peligroso. ¿Cómo es posible que alguien quisiera subirse en semejante artefacto del demonio y menos todavía hacerlo más grande, más cómodo y más veloz?. Pero, por suerte, había gente dispuesta a ello, es más, sigue habiendo gente muy loca que hace sus propios coches en casa. Ahí están los “coches en kit” británicos, un vehículo que te llega a casa en una caja y lo tienes que montar tú, como si lo compraras en Ikea…
Para la fabricación del Bosley GT Mark 1, Richard fue haciendo uso de diferentes componentes según iba avanzando el proyecto
Hay gente que va un poco más allá, y no contenta con lo que hay en el mercado, se hace sus propios coches partiendo de cero, o casi. No obstante, habría que decir que hay gente que ama tanto esta máquina, que desea con todas sus fuerzas crear su propio automóvil por simple pasión. Así empezó la historia de muchos fabricantes actuales y así empieza la historia de nuestro protagonista: el Bosley GT Mark 1.
De sangre yankee, pero vestido con traje italiano
Mira las fotos, fíjate en los detalles, en las curvas, en esa calandra de gran tamaño. No pierdas detalle de sus faros delanteros, de la marcada caída del techo en la parte trasera… cualquier diría que se trata de un automóvil deportivo de origen italiano, fabricado allá por los años 50. Y en realidad, solo acertaría en dos cosas: coche deportivo de los años 50.
No se trata de un automóvil italiano, en realidad es un coche de fabricación estadounidense, donde la cultura del automóvil es mucho más grande y está mucho más asentada que en Europa. Un lugar, donde uno mismo se puede fabricar su propio coche y circular con él sin muchas complicaciones. Y ese origen norteamericano se nota en algunas cosas, como las ruedas, como el chasis o, efectivamente, como el motor.
El Bosley GT Mark 1 es la obra personal de Richard Bosley, un horticultor afincado en Ohio, amante del automóvil y sin ninguna experiencia en la fabricación de coches. Tenía tan solo 21 años cuando decidió ponerse manos a la obra y dar forma al coche que llevaría su nombre, cumpliendo así uno de sus sueños a inicios de la década de los 50. Sueños que algunos comparan con los Siata o los Cisitalia de la época, pero poco en común tenía con ellos.
Un trozo de aquí, un cacho de allá, un V8 Chrysler bajo el capó…
Para la fabricación del Bosley GT Mark 1, Richard fue haciendo uso de diferentes componentes según iba avanzando el proyecto. El chasis, por ejemplo, es un tubo de acero de cuatro pulgadas con un traveso de Ford ‘50, frenos de tambor procedentes de Lincoln de 12 pulgadas, un eje trasero de Mercury de 1948, un cambio manual de cinco relaciones y un combustible de 55 galones (un galón equivale unos 3,8 litros, así que el depósito ronda los 208 litros de capacidad).
Bajo el capó había un enorme V8 Chrysler, un HEMI de 5.424 centímetros cúbicos, alimentado mediante seis carburadores. No hay mucha más información sobre este apartado, pero por las fechas, bien podría ser uno de los primeros V8 FirePower, una familia de motores que comenzó a fabricarse en 1950 y que pasó de rendir 180 CV a más de 300 CV con los años. En este caso, dado que el Bosley GT Mark 1 se fabricó en 1952, seguramente sea una de las primeras versiones de dicho propulsor.
Richard estuvo usando su GT Mark 1 durante 100.000 millas, cerca de 161.000 kilómetros, momento en el cual, se lo cambió a Dick Doane por un Corvette SR-2 ex Sebring. Un coche que tampoco duró mucho en manos de Richard, quien lo convirtió en el Boslery Interestatal.
El Bosley GT Mark 1 se encuentra en el Automotive Museum de Los Ángeles
Maravillas lo que publicáis, estoy recogiendo un montón de información para mí, me gustan los coches, tengo un Frontera gasolina de 25 años, que fácil se arregla, y un Ford Smax que tengo que llevar al taller, todo electrónica. ? Puedo usar vuestros datos para la posteridad,? Muchas gracias
Gracias Alvaro. Intentamos hacer algo distinto. Nos alegra que te guste nuestro Blog