La marca de lujo francesa prepara el camino para la producción en serie de un nuevo superdeportivo con el que va a conmemorar el 110 aniversario de la marca. El Centodieci comienza a tomar forma con las mismas cualidades que el resto de modelos de la gama: muy exclusivo, distintivo y de muy alto rendimiento.
En el verano de 2019, en el encuentro de coleccionistas y aficionados al mundo del coleccionismo de automóviles The Quail que se ha venido celebrando desde principios de siglo en los ondulantes greens del Quail Lodge & Golf Club, un club de vacaciones de Carmel Valley (California, EE.UU) Bugatti presentó un proyecto que mostraba su experiencia en la creación de nuevas carrocerías: el Centodieci. Un modelo único con el que la marca francesa quería honrar la historia del EB 110, un modelo icónico en la historia de la automoción.
El Centodieci es la forma en la que Bugatti quiere rendir homenaje a Romano Artioli y Giampaolo Benedini, los creadores del EB 110
El proyecto tan solo contemplaba la producción de apenas 10 unidades del modelo, cuyo destino era terminar en manos de una decena de clientes muy exclusivos de la marca. Y ahora, tras los retrasos en el proyecto provocados por la pandemia, la siguiente fase del mismo está dando comienzo: el inicio del ensamblaje del primer prototipo del modelo para su desarrollo en serie.
Dotado con el hiperdeportivo motor W16 de 1.600 CV de potencia, el Centodieci es un súpercoche que ofrece un diseño exclusivo y único que arranca en un frontal de formas planas con el espoiler delantero dispuesto a muy baja altura y tres tomas de aire abiertas que evocan el diseño del EB110 el icónico modelo que marcó el segmento de los superdeportivos en la década de los años 90 del pasado siglo.
El EB 110 fue el coche que marcó el renacimiento de Bugatti a finales del pasado siglo. Su producción permitió la puesta en marcha de las instalaciones de la marca en Molsheim de las cuales pronto surgiría el Veyrón, el primer hiperdeportivo de la era moderna.
El Centodieci es la forma en la que Bugatti quiere rendir homenaje a Romano Artioli y Giampaolo Benedini, los creadores del EB 110. “El desafío era no quedar atrapados en el cautivante diseño del EB 110 y evitar centrarnos únicamente en un enfoque retrospectivvo. Nuestro objetivo —comenta Achim Anscheidt, director de diseño de Bugatti— era crear una interpretación moderna de la forma y la tecnología de aquella época pero, al mismo tiempo, no queríamos perder el encanto y el carácter del EB 110. Después de todo el distintivo diseño y la tecnológia del superdeportivo sigue manteniendo su fascinante encanto y atractivo”.
Para los diseñadores actuales de Bugatti, el mayor desafío consistía en transformar el cuerpo muy plano, en forma de cuña y gráficamente bidimensional del EBB 110 en una carrocería moderna, de diseño escultural y carácter tridimensional sobre la cual proyectar aquella fascinación que representaban los superdeportivos de la época en un nuevo diseño de la era moderna.
Así, desde el inicio del proyecto, cuando se mostró el concept del Centodieci, el equipo de Desarrollo de Bugatti ha venido trabajando en la implementación técnica del nuevo modelo.
“Cada nuevo vehículo cuyo desarrollo acometemos ahora plantea un inmenso desafío. Estamos creando una serie muy pequeña en la que todas las unidades han de cumplir e incluso superar al mismo tiempo todos los estándares de calidad y seguridad que habitualmente se les exigen a los modelos que producimos en grandes series”, comenta André Kullig, gerente de proyectos técnicos para modelos únicos fuera de serie en Bugatti. En estas circunstancias, los ingenieros primero profundizan en los cálculos que se necesita elaborar para la creación de la carrocería, a partir de la aerodinámica, el motor y la transmisión que se plantea utilizar. Para ello han de simular los flujos del aire sobre el vehículo y verificar todos y cada uno de los componentes a utilizar, hasta el tornillo más pequeño, en busca de obtener el mayor rendimiento posible.
Mientras los ingenieros hacen su trabajo, los equipos de diseño tanto exterior como interior, avanzan en el estilo del coche, en plena colaboración con los ingenieros y desarrolladores, antes de proceder a finalizar el diseño de las distintas superficies. Poco a poco van ajustando las curvaturas precisas para cada componente que los ingenieros necesitan y las adaptan en función de la incidencia de la luz para que la apariencia sea lo más homogénea posible bajo todas la posibles condiciones de iluminación. Sin duda, un proceso de desarrollo minucioso y altamente elaborado, que después de más de un año de trabajos en los bancos de diseño y miles de simulaciones tanto virtuales como reales han dado lugar al primer prototipo desarrollo por el equipo de Bugatti.
“Tenía muchas ganas de ver el primer prototipo del Centodieci”, afirma Kullig, vinculado a Bugatti desde 2014, donde ha trabajado en proyectos como los del Divo y La Voiture Noire. “El desarrollo en serie de un proyecto único como este es un desafío especialmente emocionante en todos los sentidos. Y en el caso del Centodiecies un proyecto muy orientado al diseño”, indica André Kullig. Su labor es la de garantizar una combinación perfecta entre la forma exterior del Centodieci y la tecnología de la que dispondrá. Pese a tratarse de una edición de apenas diez unidades, el Centodieci ha de cumplir con los mismos requisitos técnicos que se le exigen a un modelo como el Chiron.
“Para elaborar el nuevo diseño de la carrocería se han efectuado cambios en numerosas áreas lo que obligó a efectuar miles de simulaciones utilizando avanzados programas informáticos de desarrollo virtual. Basandonos en los datos que sucesivamente íbamos obteniendo, finalmente pudimos establecer una configuración básica que es la que nos ha servido como punto de partida para establecer el desarrollo de la serie limitada y para crear este primer prototipo de la misma”, comenta André Kullig.
Así, recientemente, diseñadores e ingenieros pudieron finalmente poner en funcionamiento con éxito el chasis rodante sobre el dinamómetro del banco de rodillos en el atelier de Bugatti en Molsheim y comenzar a verificar todas las funciones del tren de transmisión para poder garantizar que el Centodieci está listo para poder pasar a la siguiente etapa de su desarrollo.
El siguiente paso será definir el exterior del modelo. “Con un hiperdeportivo de alto rendimiento como el Centodieci, es cuestión de filtrar las sutilezas en función de los requisitos modificados de un exterior completamente nuevo, algo que requiere de un concentrado e intenso trabajo de desarrollo”, comenta Kullig.
Un desarrollo para el cual es preciso afrontar los impresionantes desafíos técnicos que plantea el disponer de un motor de ocho litros de capacidad y 1.600 CV, desafíos como las elevadas temperaturas que su funcionamiento genera y que precisan de una sofisticada gestión térmica. Al igual que sucedía en el EB 110, el motor se podrá contemplar a través de una superficie de vidrio transparente, lo que fuerza a garantizar una termodinámica del motor aún más eficiente. El Centodieci requiere por ello de una amplia apertura que permita la salida del aire caliente del motor, lo que sin duda conlleva importantes variaciones y turbulencias sobre los flujos de aire que aportan carga aerodinámica sobre la parte trasera del Centodieci. Además, las aletas de guía dispuestas alrededor de las cinco tomas de aire circulares del coche, dispuestas en forma de rombo, aseguran una entrada de aire suficiente para refrescar el funcionamiento de su motor 16 cilindros. El resultado es que a partir del pilar C, la tradicional línea de Bugatti ha de cambiar sustancialmente y dar paso a un nuevo diseño. La zaga que están dibujando los técnicos de Bugatti se conformaría en torno a una gran apertura de salida para la ventilación del motor definida en torno a los ocho elementos que componen la iluminación trasera.
Igualmente, se afrontan otros desafíos en el desarrollo, que afectan a los nuevos elementos de construcción ligera que se incluyen en el diseño del coche, al diseño del alerón trasero que preside la zaga y que se va a montar de manera permanente (será fijo, no adaptable) al estilo del que se ofrecía en el EB 110 Super Sport-
Tras todos estos trabajos habrán de llegar entonces las siempre interesantes pruebas dinámicas del modelo, “En los próximos meses, además de construir el exterior y de ejecutar las simulaciones más avanzadas en el túnel del viento, tenemos muchas ganas de salir a la pista de pruebas para comenzar a ajustar y definir las mejoras introducidas en el chasis”, comenta Kullig.
Un proceso largo que no ha evitado que a las pocas horas de anunciarse la producción de las 10 unidades del Centodieci, todas ellas se agotaran rápidamente pese a los ocho millones de euros netos en los que Bugatti ha valorado cada una de ellas. Todas están ya adjudicadas a clientes concretos, quienes comenzarán a recibirlas a lo largo de 2022.
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