Se iba a dar a conocer al mundo entero con motivo del Salón de Ginebra de 2020, pero la cancelación de este, debido a la pandemia y el consiguiente confinamiento, hicieron que todos los programas previstos se cancelasen. Pero eso no ha impedido que Czinger siguiera adelante con sus planes y continuara con el desarrollo de este muy especial hypercar 21C. Kevin Czinger es el fundador y CEO de Divergent 3D. Una compañía especializada en todo tipo de producciones mediante el uso de impresoras de 3D entre cuyos hitos está el haber sido la primera empresa del mundo en producir desde cero mediante esta tecnología un vehículo completamente funcional de tamaño real, el Divergent Blade.
A raíz de aquella demostración del potencial que la tecnología de impresión 3D aporta al sector de automoción, Czinger decidió crear un estudio propio en el cual producir vehículos de calidad a partir de esta técnica de producción. Así, en 2019 fundó en Los Angeles (California, EE.UU.) Czinger Vehicles, con el objeto de producir cortas series de vehículos de nicho producidos mediante tecnología 3D. El pequeño, pero muy competente equipo de diseñadores, ingenieros y científicos especializados tanto en la industria del automóvil como en la ingeniería de producción 3D que Czinger fue capaz de reunir puso pronto manos a la obra y, en apenas unos meses, desarrolló un primer modelo, este Czinger 21 C (denominado así por ser un coche elaborado íntegramente con tecnología del siglo XXI), al que podemos considerar heredero directo del Divergent Blade, dado sobre todo el enorme parecido que ambos modelos tienen entre sí.
Gracias a la experiencia adquirida en el desarrollo de este, el proceso de creación del Czinger 21C fue bastante rápido, y en apenas unos meses la primera unidad ya estaba lista para ser presentada en el Salón de Ginebra de 2020. Sin embargo, a causa del estallido internacional de la pandemia del Covid, la muestra suiza fue cancelada y la presentación tuvo que ser trasladada a Londres, donde se efectuó de manera completamente virtual y, por tanto, no tuvo el mismo alcance y repercusión esperados. Aun así, Czinger no se amedrentó por ello y continuó con sus planes. Planes básicamente consistentes en elaborar cortas series de distintos tipos de vehículos nicho, altamente personalizables, de muy elevada calidad y con versiones orientadas tanto al uso diario de los coches en la calle como sobre las pistas de alto rendimiento en circuitos de todo el mundo. Aquella presentación de Londres fue suficiente para dar a conocer a Czinger. Su nuevo y revolucionario sistema de producción atrajo a numerosos aficionados, curiosos y verdaderos interesados en esta nueva y revolucionaria tecnología de producción de automóviles que había sido patentada por la marca californiana.
Superior a todo lo existente previamente, la avanzada tecnología empleada permite desarrollar los vehículos en sus distintas fases (diseño, ingeniería, …) aportando además importantes dosis de innovación y de optimización de todos y cada uno de los componentes del vehículo desde el mismo momento de su producción. Mediante el empleo de avanzados sistemas de software, Czinger ha desarrollado un impecable proceso de fabricación aditiva en el cual cada componente se diseña mediante inteligencia artificial (IA) de manera completamente optimizada en cuanto al peso y rendimiento que debe aportar su instalación en el vehículo. Una vez producida la pieza mediante impresión 3D, esta se ensambla automáticamente bajo un programa de alta precisión lo que evita posibles errores de instalación.
Los materiales empleados en su producción también están todos seleccionados bajo la misma óptica de control del peso y optimización de su rendimiento. Además, claro está del cumplimiento de las políticas en materia de sostenibilidad y respeto al medioambiente. Un equipo de maestros artesanos de Czinger verifica de continuo tanto el acabado de las piezas como su ajuste, “desde los soportes de los asientos en el interior de la cabina a las fijaciones de los distintos componentes de la suspensión. Todo se supervisa. Ellos mismos se encargan igualmente de la producción de las estructuras de fibra de carbono y de la aplicación de las pinturas multicapa en un proceso que busca aplicar calidad sobre calidad en todo momento.
Tras de la presentación virtual del coche en julio, a finales del pasado verano se dio a conocer la versión definitiva de producción y ya tan solo queda por conocer algún detalle de la correspondiente al modelo destinado a su uso en las pistas de competición. Desde entonces, el Czinger 21C ha recibido algunas mejoras especialmente destinadas a mejorar la aerodinámica del modelo destinado a su uso sobre el asfalto de los circuitos.
Así, ahora su diseño frontal es aún más agresivo que el originalmente mostrado, con un splitter delantero más pronunciado (en especial en la versión de alta carga dinámica), unos aletines más generosos en sus laterales y un nuevo alerón trasero activo emergente en la zaga gracias al nuevo anclaje que lo eleva partiendo desde la zona situada por encima de su motor central, al que se le ha añadido una nueva toma de aire central para facilitar su respiración.
Las primeras entregas del Czinger 21C a clientes llegarán antes del verano de 2023, y aunque su precio aún no se ha dado a conocer, se calcula que puede rondar los 1,7 millones de dólares
El diseño exterior del Czinger 21C surge a partir de una filosofía de trabajo en la que es el rendimiento que se persigue alcanzar el que ha de proporcionar y dar lugar a las formas del vehículo. Así, todos los componentes se construyen y combinan para trabajar en perfecta armonía. Las superficies resultantes son rotundas, fuertes y muy atléticas y las líneas extremadamente fluidas. Todo el conjunto se ensambla armoniosamente en torno a una cabina muy estrecha, dado que el diseño aprovecha tanto la disposición en línea de los asientos (1+1) como la posición centrada del volante en el interior del habitáculo. El resultado final es un coche muy eficiente aerodinámicamente hablando, con una silueta propia de un Sport prototipo de los que compiten en Le Mans, una imagen muy deportiva.
Toda la estructura se ha elaborado utilizando distintas aleaciones de materiales ultraligeros, buscando en todo momento con ello alcanzar el máximo rendimiento posible. El chasis, elaborado íntegramente en fibra de carbono que, como dijimos anteriormente, preparan y aplican manualmente los maestros artesanos asistidos por distintos programas de software e IA, consta igualmente de distintas piezas impresas en 3D que posteriormente son ensambladas y unidas al mismo. La carrocería, también de fibra de carbono abraza por completo sus formas, envueltas en un material plástico retráctil que también permite fijar a ella los voladizos esculpidos alrededor de las ruedas.
La versión de calle genera una carga aerodinámica de 250 kg a 250 Km/h, mientras que la destinada a los circuitos eleva esta hasta los 790 kg a la misma velocidad. A 160 km/ ya está generando 615 kg de carga aerodinámica y se prevé que, a máximo rendimiento, a partir de 320 km/h esta se eleve hasta los 2.500 kg.
El interior de la estrecha cabina del Czinger ofrece la disposición de asientos ya comentada, la cual los ingenieros de la marca consideran es ideal para lograr tanto un rendimiento óptimo al conducir el vehículo como una perfecta distribución del peso. Eso no quita para que también se haya buscado dotar su terminación con materiales de alta calidad, como por ejemplo los guarnecidos y acabado y terminación de asientos y salpicadero, elaborados en Alcantara. Otra de las características del Czinger la encontramos en su tren de potencia híbrido, que es completamente de diseño y elaboración propia, al igual que el resto de componentes del vehículo.
El motor de combustión es, según comenta el productor norteamericano, el de mayor densidad de potencia del mundo en su categoría. Dispuesto en posición central para facilitar un mayor reparto de pesos a bordo que beneficie la estabilidad longitudinal del vehículo en movimiento, es un V8 de cigüeñal plano al que se le han acoplado dos turbocompresores gemelos en su parte superior (uno por bancada) que aporta una potencia de 947 CV, el equivalente a 329 CV /litro. Entre las cualidades de esta mecánica encontramos que puede utilizarse con distintos tipos de combustible (entre ellos el metanol reciclado con carbono) y que también puede “desconectar” su funcionamiento para permitir al 21C desplazarse en modo completamente cero emisiones durante unos kilómetros en recorridos urbanos.
Su presencia en el Czinger está acompañada por la de dos unidades eléctricas de alto rendimiento dispuestas cada una de ellas en una de las ruedas del eje delantero para alimentar su movimiento, con su entrega de par convenientemente vectorizado. La potencia conjunta que aporta este tren híbrido en total asciende a nada menos que 1267 CV a 11.000 rpm, gracias a las últimas mejoras introducidas en el mismo que le han aportado 100 CV extra adicionales. Tal cúmulo de potencia se transfiere de continuo a las cuatro ruedas mediante una ultraligera transmisión transeje manual secuencial automatizada de siete relaciones de marcha con embrague multidisco accionado hidráulicamente.
Y tras conocer el potencial con el que cuenta el Czinger 21C es cuando comienzan a surgir las sorpresas. ¿Qué va a ser un coche rápido? Sin duda, que lo es, porque con apenas 1200 kg de peso y una relación perfecta relación peso potencia (1:1), evidentemente tiene que serlo. Y si lo demuestra al acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 1,9 segundos, registro al alcance de muy pocos coches, básicamente todos ellos eléctricos puros, como es el caso —por citar algunos—de los Aspark Owl (1,69 s), Rimac Nevera (1,85 s) o Tesla Roadster (1,9 s). Lo que sorprende es que el 21C logre tal registro siendo un híbrido y no un eléctrico como sus rivales. Pero no es la única sorpresa. También pasa de 0 a 300km/h y de nuevo a 0 en apenas 15 segundos y alcanza una velocidad punta de 400 km/h partiendo de 0 en tan sólo 8,1 segundos. Y no menos sorprendente es su registro en la prueba de aceleración y frenadas extremas, la del 0-400-0. La increíble marca registrada de 29 segundos supera a la del todopoderoso Koenigsegg Regera. Sencillamente alucinante.
En Czinger lo tienen claro. Han creado un vehículo con el que aspiran a poner en entredicho todos los registros posibles. No en vano ya han superado dos a los que ya se han enfrentado. En julio del pasado año el 21C rebajó el récord de la vuelta en el circuito de Laguna Seca que en su día un McLaren Senna fijó en 1:27:62 para establecer una nueva marca: 1:25:44. Y apenas unos meses mas tarde, el pasado octubre, también batió el récord de la pista del Circuito de las Américas de vehículos de producción en serie rebajando los 2:17:12 establecidos por el McLaren P1 en más de seis segundos al fijar el crono en unos muy meritorios 2:11:33. Tanto en este circuito como en el anterior, el Czinger montó unos neumáticos Michelin Pilot Cup 2R.
Pero si todo esto resulta cuanto menos llamativo, no menos lo es que la versión de calle del Czinger 21C alcance una velocidad máxima de 432 km/h mientras que la versión destinada a un uso sobre las pistas de los circuitos tan sólo se quede en unos a su lado parcos 380 km/h. La primera cuenta con un diseño de carrocería más limpio y tiene un peso de 1.183 kg tras las últimas modificaciones introducidas en estos últimos meses. La segunda, denominada Lightweight Track, también ha reducido su peso hasta los 1.151 kg, aunque en su caso añade nuevos apéndices aerodinámicos en fibra de carbono y el gran alerón trasero.
La producción del Czinger 21C se ha limitado a 80 unidades. Las primeras entregas a clientes se prevé que se produzcan antes del verano de 2023. Su precio aún no se ha dado a conocer, pero se calcula que puede rondar los 1,7 millones de dólares, el equivalente a unos 1,4 millones de euros, evidentemente antes de aplicarle los impuestos del mercado al que se destine.
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