En los albores del automóvil las cosas eran muy, pero que muy diferentes. Hay que tener en cuenta que cuando el motor de combustión comenzó su andadura, el caballo era “el motor” habitual de los carruajes y carros, vehículos que como cabe esperar, era extremadamente sencillos pues el pobre animal hacía de motor, pero también de dirección y en ocasiones, hasta de frenos.
Cuando el motor de combustión se comenzó a usar, se montaba directamente en esos carruajes, dando vida al vehículo, pero obligando a desarrollar otros elementos como frenos y dirección. No vayamos a pensar nada realmente complicado, los carruajes tenían dirección, las ruedas delanteras estaban sujetas al carro mediante un pivote que giraba con los caballos, sólo hubo que desarrollar un sistema que permitiera al conductor mover esas ruedas y los frenos, por lo general, eran una correa de cuero o bien, cualquier otro sistema rudimentario cuya eficacia era más que dudosa.
El De Dion-Bouton Voiturette Type G Victoria tenía un propulsor de un cilindro con 4,5 CV, colocado en la parte trasera
El caso, resumiendo, es que los coches, eDe Dion-Bouton Voiturette Type G Victoria, n sus primeros años de vida, no eran muy distintos de un carro de caballos, que en lugar de animales para moverse usaba el recién inventado motor de combustión interna. Siguieron siendo así durante muchos años, básicamente carruajes de caballos que, con cada evolución, ofrecían algo diferente al resto. Incluso hubo automóviles que tenían cuatro plazas enfrentadas dos a dos, con los controles del vehículo en el centro y el conductor mirando a través de los pasajeros que tenía enfrente.
Más de 100 años, y sin restaurar
Nuestro protagonista, un De Dion-Bouton Voiturette Type G Victoria, es un ejemplo de esos primeros automóviles. Se trata de un coche, porque así está considerado, fabricado en 1901, es decir, tiene más de 100 años. Y decimos que así está considerado, porque cuesta mucho verlo como un coche, ya que su origen queda a toda luz fuera de duda: es un carruaje de caballos, sin caballos. De hecho, como todos sus iguales de aquellos años, no en balde, era lo más lógico. ¿Para qué inventar nada cuando se podía poner un motor de combustión a un carruaje de caballos?.
Esta unidad se registró, según dicen desde Auto Veteran Company, el 10 de julio de 1901 en Suiza. Tiene un propulsor de un solo cilindro con 4,5 CV, colocado en la parte trasera del vehículo (casi debajo de los asientos traseros), no ha sido restaurado nunca, lo que aumenta su valor y ha pertenecido a la misma colección desde hace cerca de 80 años. Lo compró el Sr. Marcoux antes de la Segunda Guerra Mundial, y el documento más antiguo de su historial data de 1912, emitido en la aduana suiza cuando el vehículo salió del país para realizar un viaje. Solo existen tres unidades de este modelo y, al parecer, es la mejor unidad de los tres.
De Dion empezó desarrollando sus primeros motores en 1895, después de haber fabricado algún que otro vehículo a vapor. Su primer propulsor de combustión interna era un monocilíndrico de 137 centímetros cúbicos, que era capaz de girar a 3.500 revoluciones y lo montaron en un aparato similar a un triciclo de hierro y madera. Cinco años después lanzaron su primer automóvil de cuatro ruedas y cuatro plazas, con los asientos enfrentados entre sí, cuya denominación era “vis a vis”. Era un paso al frente respecto a lo que se había fabricado hasta el momento, contando con un motor de 402 centímetros cúbicos y una caja de cambios con dos desarrollos.
Poca cotización de los De Dion, a pesar de ser unos pioneros
De Dion es una de las firmas automovilísticas más antiguas del mundo, aunque ya no fabrica desde mediados del Siglo XX, cuando desapareció como muchos otros pioneros. Sin embargo, sus coches, aunque auténticos ejemplos de los albores del automóvil, no tienen una cotización elevada y rara vez superan los 100.000 euros. Es una pena que este tipo de vehículos no estén valorados, porque representan la prehistoria del coche, los inicios hacen más de 100 años.
La historia de la fundación de los inicios hace más Dion Bouton es bastante curiosa. Bouton y Trépardoux (eran cuñados), dos ingenieros que se ganaban la vida fabricando juguetes científicos, se cruzaron en la vida del señor De Dion, el conde Jules-Albert De Dion para ser más exactos. Éste, encontró un juguete fabricado por los dos ingenieros en el escaparate de una tienda, una locomotora con un motor de vapor en miniatura, pero totalmente funcional. De Dion se quedó muy sorprendido y les preguntó si serían capaces de hacer esas cosas, pero a “tamaño real”. Era 1881 y se acababa de poner la primera piedra para la fundación de De Dion, Bouton et Trépardoux.
Dos años más tarde, en 1883, aparecía el primer modelo de la compañía, un vehículo con motor de vapor, pero resultó ser un desastre total y en unas pruebas terminó ardiendo en su totalidad. Los sustos y los errores son normales en los inicios de algo, así que no se desanimaron y siguieron trabajando, hasta que en 1887 se apuntaron a una carrera de coches, más concretamente, a la primera carrera de coches organizada en Europa. Una prueba que fue promovida por una revista especializada en ciclismo… llamada Velocipede.
El vehículo de De Dion-Bouton fue el único participante, completando la carrera a una velocidad media de 60 km/h. Esta carrera les sirvió de lanzadera y comenzaron a fabricar vehículos por encargo, llegando a fabricar todo tipo de camiones y autobuses con motores de vapor. Pero el vapor estaba llamado a dejar su lugar al motor de combustión, que estaba empezando a ser cada día más popular, así que De Dion desarrolló un motor de este tipo en secreto, ya que Trépardoux era un fuerte defensor del motor de vapor. Finalmente se enteró y entre 1894 y 1895, abandonó la empresa dejando camino libre a De Dion para presentar su motor de combustión.
Ya lo hemos mencionado anteriormente, un monocilíndrico de 137 centímetros cúbicos, que era capaz de rendir 1,75 Cv a 1.500 revoluciones y que, montado en un triciclo, se hizo realmente popular en Francia y en Inglaterra, llegando a vender unas 15.000 unidades entre 1895 y 1901.
El material fotográfico pertenece a Auto Veteran Company
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