Conocida es la historia de los Dino V6, unos motores de seis cilindros imaginados por Alfredo Ferrari y Vittorio Jano. También es conocida la historia, o más bien la obsesión de Ferrari, por equipar sus coches únicamente con motores V12. Dos cosas que acabaron por dar a luz uno de los Ferrari más bonitos que han salido de los talleres de Maranello, aunque no deberíamos llamarlo Ferrari, pues en realidad nunca lució el Cavallino Rampante en su carrocería.
En realidad, Enzo, que no era partidario de montar nada que no fuera un 12 cilindros en sus coches, cogió el motor en el que su difunto hijo había trabajado y creó una marca propia, la cual iba destinada a atraer nuevos clientes a la marca y a llenar un poco las maltrechas arcas. Había nacido Dino y con ella, los Dino 206 GT y Dino 246 GT y GTS estos últimos una evolución del anterior y, en el caso del GTS, nuestro protagonista.
El Dino Evolution creado por Moto Technique incorpora un motor V8 de 400 CV
Una de las mayores características del Dino 246 GTS (y del 206 GT también) era su motor V6, que además estaba colocado en posición central-trasera, algo que Don Enzo tampoco veía con buenos ojos y que tardó en aceptar en los coches con el Cavallino en el frontal, él decía que los caballos tiran del carro, no lo empujan, aunque el motor central estuviera arrasando en competición. Por tanto, si consideramos a los Dino como auténticos Ferrari, estaríamos ante los primeros modelos con motor central-trasero de la casa de Maranello.
Los Dino 246 GT son coches que actualmente tienen una valoración tremendamente alta, es muy complicado encontrar unidades por debajo de los 280.000 euros, de hecho, lo normal es encontrar ejemplares que superan los 300.000 euros con holgura. Por eso nos llama la atención el trabajo llevado a cabo por los británicos de Moto Technique a petición de un cliente. Un restomod sobre un Dino 246 GT cuya historia viene de largo.
Moto Technique es un taller especialista en automóviles clásicos como los Dino 246 GT, los Lamborghini Miura, Mercedes 300SL e incluso Iso Grifo. Artesanos acostumbrados a trabajar con piezas muy codiciadas y que requieren de un trato especial, pues se trata de máquinas especiales. Además de restauraciones, también son especialistas en restomod y crearon un Dino 246 GTS, al que pusieron un bloque V8 3.2 de 300 CV. Un coche que llamó la atención del famoso portal Petrolicious y de una persona muy especial, el coleccionista estadounidense de Ferrari, David Lee.
El Dino con motor V8 era propiedad de Kevin O’Rourke, fundador de Moto Technique, quien rechazó un par de ofertas muy “jugosas”, pero que no pudo decir que no a otra que le presentó: “¿me fabricas uno igual?” David Lee, además, no puso reparos en el costo así que el presupuesto era casi ilimitado.
Como bien aseguran desde Moto Technique, no hay un manual de como hacer lo que hacen, hay que basarse en la experiencia y en los conocimientos del departamento técnico de la compañía. Sobre todo cuando el proyecto consistía en meter un V8 3.6 litros de 400 CV en el vano motor de un Dino 246 GTS. Puede parecer una aberración hacer algo así, pero al menos se mantiene todo “en casa” y muy seguramente el resultado sea una maravilla en carretera.
De hecho, uno de los pilares fundamentales de Moto Technique es la pasión por conducir, las sensaciones que se obtienen al ponerse a los mandos de uno de sus restomod. Si usamos sus mismas palabras, “no se trata de números como caballos, 0 a 100 o velocidad máxima, se trata de la experiencia de conducción, se trata de que el automóvil se comunique con el conductor”.
Una de las peticiones especiales del cliente sobre su nuevo Dino 246 GTS V8, era que quería ver el motor, así que tuvieron que fabricar una cubierta de metacrilato para dejar el propulsor a la vista. Algo que, obviamente, no tiene el Dino original. Además, viendo los datos del motor, un V8 de 3,6 litros y 400 CV, podríamos pensar en el bloque del Ferrari 360 Modena, pero en realidad es un bloque V8 de 2,9 litros al que Moto Technique aumentó la cilindrada hasta los 3,6 litros, se le añadió un sistema de gestión MoTec y una transmisión de un Ferrari 328.
El trabajo fue más allá, porque tras desmontar el coche por completo, hay que meter el V8 de 3,6 litros en el mismo lugar que ocupa el V6 de 2,4 litros original. No es nada sencillo, pues se trata de motores diferentes y con necesidades diferentes, teniendo que rediseñar la refrigeración entre otras cosas. También se puso un nuevo embrague hidráulico, acelerador “by wire”, dirección asistida eléctrica, nuevos frenos más grandes… y uno de los detalles más geniales de todo este restomod: una réplica de las llantas originales en 17 pulgadas (se escanearon las originales con tecnología Modern 3D y se “refundieron” para crear las nuevas)
Tiene más cosas, como un habitáculo revisado y retapizado por completo, unas puertas con sistema “soft close” o una línea de escape Snap Four.
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