Echando la vista atrás, mirando cómo han cambiado las cosas en apenas unos años, nos hemos dado cuenta, como en otras ocasiones, que el tiempo pasa volando y hay cosas que se acaban olvidando, aunque se hicieron para ser recordadas. Quizá sea por lo efímero de su presencia, por haber aparecido en un momento poco propicio o, simplemente, porque todo lo que vino después fue mejor. Algo que ha pasado, por ejemplo, con el Lamborghini Egoísta. ¿Acaso alguien ha recordado esta especial creación de la firma italiana? Hablamos de un automóvil que no es, ni mucho menos, convencional y del que solo existe una unidad.
Seguramente habrá quien se haya olvidado totalmente de este modelo, y eso que no es un coche especialmente “viejo”; ni siquiera llega a la categoría de “youngtimer” pues fue presentado en el año 2013. Sí, efectivamente, apenas han pasado 10 años de su creación y es uno de esas cosas que tuvieron una fuerte repercusión en su momento, pero que luego dejó de ser interesante. Y ojo, no es porque nada más exista una unidad, hay automóviles de los cuales únicamente existe una unidad y son coches que de vez en cuando aparecen en redes sociales, en conversaciones e incluso en reportajes. Pero, ¿qué ha sido del Lamborghini Egoísta?
El motivo de existencia de este coche fue la celebración del 50 aniversario de Lamborghini, una fecha que se cumplió precisamente en el año 2013. Dicha presentación fue acompañada por una serie de actos conmemorativos que tuvieron como protagonista, en alguna ocasión, al Egoísta. Pero después de esto, el coche fue a parar al museo de la marca y nunca más se ha vuelto a saber nada sobre él. Allí está, aparcado sin más, donde pasará el resto de sus días, siendo recordado por quienes visitan el museo y por los más fanáticos de la marca, aunque seguramente ellos también recuerden otros modelos antes que este.
Un prototipo sin visos de llegar a producción
Lamborghini es un fabricante que, desde hace años, se caracteriza por unos diseños especialmente agresivos y afilados, inspirados todos ellos en las formas del Lamborghini Countach. Sí, el Countach fue tan impactante y tan fuera de lo común, que ha marcado el devenir del diseño de la marca para toda su historia. Incluso el Lamborghini Urus, el “SuperSUV” de la marca, inspira sus formas en el Countach. Y como todos los coches de la firma de Sant’Agata son muy personales y reconocibles, había que hacer algo especial para celebrar el 50 aniversario, así que se les ocurrió llevar al extremo la idea que se tiene de un coche con el toro en el frontal.
El Lamborghini Egoísta fue un prototipo, un “show car” que no tenía ningún futuro como de producción, nunca pasaría a ser fabricado ni siquiera en una pequeña serie y, por tanto, se tenía una enorme libertad a la hora de diseñarlo. La idea del equipo dirigido por el señor Walter da Silva, fue construir un automóvil que explotara las características típicas de un Lamborghini hasta el extremo y ese extremo fue la adopción de una configuración monoplaza, que maximizara el “absoluto placer de conducir”.
Para el trabajo exterior se hizo responsable a Alessandro Dambrosio y para el interior a Stefan Sielaff. Ambos, según se contó en su momento, tomaron su inspiración del mundo de la aviación y del helicóptero Apache. Una condición que marcó claramente las formas del coche y sobre todo, una de las cosas que más sorprendió allá por 2013: la cúpula abatible para entrar al exiguo interior. Como si fuera un avión de combate, la cúpula acristalada de abate hacia delante y deja acceso al interior, obligando a saltar sobre unos enormes laterales, es decir, que tienes que pisar la carrocería, literalmente, para poder entrar.
Una vez dentro también se aprecia la inspiración aeronáutica en la forma del asiento, en la forma del volante y hasta en los tapizados o la instrumentación. Para salir, el conductor tiene que extraer el volante y accionar un elevador que levanta el asiento y lo hace girar 180 grados saltando sobre la carrocería. De hecho, hay una pieza donde se puede leer “step here”, básicamente, “pise aquí”.
Chasis de fibra de carbono y materiales para no ser detectado por radares
Al contrario que ocurre en ocasiones, el Lamborghini Egoísta no es una maqueta, se fabricó como un coche totalmente funcional, aunque nunca se llegó a decir cuál de los modelos de la marca se tomó como base. Solo se llegó a comentar que el chasis era un monocasco fabricado con fibra de carbono, sobre el que descansaba una carrocería que se había construido mediante paneles de un material que evita ser detectado por los radares. Evidentemente, eso no es del todo cierto, en realidad, empleaba un material similar al que usan los cazas “invisibles” (como el Northrop Grumman B-2 Spirit o el Chengdu J-20), pero la clave está en “similar”. Hablamos de un material especialmente caro.
Para darle vida, Lamborghini empleó un motor V10 de 5.2 litros atmosférico con 600 CV. No había más información al respecto, aunque es fácil intuir que se trata de un propulsor derivado del empleado por el Lamborghini Gallardo, el antecesor del actual Lamborghini Huracán y que se fabricaba por entonces siendo un éxito de ventas (se convirtió en el Lamborghini más vendido de la historia de la marca en aquella época).
Si hoy quieres verlo, puedes viajar al museo de la marca en Italia, o bien, realizar una visita virtual a través de Internet. Lamborghini es de una de las marcas que se molestaron en ofrecer visitas virtuales a sus museos, algo que funcionó especialmente durante la parte más dura de la pandemia en 2020.