Juan Miguel Domínguez Seda | 29 septiembre, 2025
Clásicos


Dentro de las instalaciones del Museu do Caramulo se esconde una reliquia bastante desconocida de la industria automotriz española. Hablamos de una unidad del Abadal 25 CV. Un modelo del año 1914, bastante peculiar y de una marca no muy conocida ni por los españoles, ni por los extranjeros. Hoy, vamos a darle voz a la historia de una persona, una marca y un modelo que ha pasado muy desapercibido, Abadal y su modelo 25 CV que podéis contemplar en el Museu do Caramulo ¡Comenzamos!

¿QUÉ MARCA ES ABADAL Y QUIÉN FUE SU FUNDADOR?

Antes de hablar de la creación de esta marca, tenemos que conocer la historia de su fundador. Francisco “Paco” Abadal fue uno de los pioneros de la industria del automóvil en España. Se ganó una sólida reputación dentro del sector al convertirse en representante de la marca Hispano-Suiza en Barcelona. Aparte de ser vendedor de vehículos Hispano-Suiza en Barcelona, Abadal también era piloto de carreras. En 1912 dejaría Hispano-Suiza para iniciar su propio proyecto, el de crear su propio fabricante de automóviles que llevaría su apellido como nombre, Abadal. 


Logotipo de la marca Abadal en el radiador delantero del Abadal 25 CV

Esta nueva empresa carecía de la infraestructura necesaria para la fabricación de un automóvil completo. De ahí que tuviera que llegar a un acuerdo con la firma belga Imperia para el suministro de chasis. La ciudad de Barcelona era el punto de entrega de dichos chasis traídos desde Bélgica.

Con el estallido de la I Guerra Mundial, o la Gran Guerra por la prensa de la época, la producción de vehículos de la empresa Abadal sufrió un duro golpe. La compañía se tuvo que convertir en importadora de vehículos de la marca estadounidense Buick con el intento desesperado de sobrevivir. Poco después de la guerra, Paco Abadal reanudó la producción. Esta vez creó un nuevo modelo denominado Abadal-Buick, aunque este modelo ya no era un deportivo como los de antes. 

En 1923, Paco Abadal se convirtió en el distribuidor exclusivo para España de la General Motors. A raíz de esta alianza, el gigante norteamericano, tenía proyectado la fabricación de un prototipo llamado Abadal Continental para ser lanzado en 1930, pero nunca se llegó a lanzar. La empresa terminó siendo disuelta en ese mismo año.

UNA UNIDAD MUY COMPETITIVA

La unidad que se conserva en el Museu do Caramulo, con número de chasis 208, tiene una historia bastante peculiar y muy ligada a las carreras, pero primero hablaremos de sus especificaciones. Este Abadal 25 CV, como su propio nombre indica, tiene una potencia de 25 CV. Se construyó en 1914, dos años después de la fundación de la empresa. Su motor es de 4 cilindros y con una cilindrada es de 3.620 cc. Su transmisión es manual con cuatro velocidades, tiene un peso de 1.495 Kg y alcanza una velocidad punta de 115 km/h. 

Abadal 25 CV del Museu do Caramulo

Uno de sus dueños fue el Dr. Monteiro Mendonça, a quien le llamó la atención de que este coche completara una carrera que iba desde París hasta Le Mans, la ciudad que en el futuro acogería las famosas 24 horas, a una velocidad media cercana a los 90 km/h, una cifra sorprendente para la época. Orgulloso de su currículum, Monteiro Mendoça puso el coche a punto para participar en la Gincana do Estoril que se celebró el 31 de octubre de 1914.

Detalle del símbolo del Real Automóvil Club de España (RACE) en el frontal del Abadal 25 CV

El 19 de octubre de 1935, el Dr. Mendonça decidió guardar el coche en su mansión de la Rua Marquês da Fronteira, en lo alto del Parque Eduardo VII. Con esto el coche estuvo oculto y en el olvido durante varias décadas. El siguiente dato que se conoce de él data del mes de marzo de 1964, cuando Joao de Lacerda recibió el coche con la condición de que fuese reconstruido y exhibido en el Museu do Caramulo, su sede actual. Aunque antes de acabar en el museo, el Abadal 25 CV fue restaurado en el taller privado de Harry Rugeroni, en la calle Tomás Ribeiro de Lisboa, con la inestimable ayuda del mecánico experto Humberto Coelho.

Detalle de la bocina del Abadal 25 CV

Desde que fue restaurado, ha participado en el Rally de Santo Tirso del año 1966, así como en otros eventos tanto nacionales como internacionales. Uno de los ejemplos de eventos fuera de Portugal en los que ha participado es en el Rally Internacional de Vigo de 1977, que tuvo lugar en verano durante el mes de julio. Después de dichas participaciones, volvió al museo, donde se encuentra en la actualidad.

Lo más curioso de la marca Abadal es el misterio que lo rodea. A día de hoy, no se sabe a ciencia cierta cuántas unidades fabricó la marca en toda su historia, de ahí que quizás no sea una marca tan popular dentro de España en comparación con otras como Hispano-Suiza, Pegaso o SEAT. Pero este detalle es lo que hace que no haya ningún otro modelo como el Abadal 25 CV que se expone el Museu do Caramulo.



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