Cualquier Aston Martin se puede considerar un automóvil fuera de lo común, con un diseño que no entiende del paso del tiempo, mucho lujo y un motor con potencia a raudales. Una fabricante con ese sabor típicamente británico, cuya cultura en torno al mundo del motor tiene unas raíces muy profundas y fuertes, un ejemplo a seguir en estas lides.
Pero Aston Martin también es un fabricante que, sin saber muy cómo, ha sido capaz de aguantar una historia bastante truculenta, muy complicada, con diferentes cambios de dueños, unos números rojos casi constantes y muchas veces, un futuro incierto. Y, aun así, han creado máquinas de ensueño como nuestro protagonista, el Aston Martin Vanquish, un espectacular Gran Turismo que cumple nada menos que 20 años y que dejó su huella en la historia de la marca. Y no todo ha sido bueno.
El Aston Martin Vanquish rendía 466 CV a 6.800 rpm y un par de 542 Nm a 5.500 rpm
Hoy día es posible que muchos confundan el Vanquish de primera con las dos series que se lanzaron entre 2012 y 2018, que poco se parecen al primigenio aparecido en el año 2001 tras un proyecto que comenzó a tomar forma en a finales de los 90 con un prototipo, en llamado “Project Vantage”, mostrado al público en 1997 y que pasó a producción casi sin cambios cuatro después.
Cambio robotizado, la mácula de los primeros Vanquish
El Aston Martin Vanquish tiene “solo” 20 años, pero es uno de los modelos más carismáticos y uno de los más deseados por muchos fanáticos de la marca. Tiene algo que te hace querer tener en el garaje, es un Aston Martin de pura cepa en todo lo que concierne a su imagen, pero luce diferente, hay algo tosco y al mismo tiempo refinado. Sus líneas son sencillas, pero tienen personalidad y destacan por encima de otros muchos coches. Su artífice, Ian Callum (diseñador del Jaguar F-Type, por ejemplo, del Ford RS200, del Ford Puma de los 90 o del Jaguar XK de 2006), supo darle un carácter especial, muy marcado.
Pero no es por eso por lo que ha entrado en la historia de la marca por derecho propio, hay muchas cosas que el Vanquish introdujo en la firma británica, como el cambio secuencial con mandos en el volante que, finalmente, acabó siendo lo más criticado del modelo, un artilugio del demonio que obligó a muchos a tirarlo a la basura y ponerle un cambio manual. Y eso hizo de este Gran Turismo un coche muy especial, pues había muy pocos coches con motor V12 y tres pedales en aquellos años. Y menos en Aston.
Que se apostara por ese tipo de cambio tenía que ver con modas, básicamente. En aquellos años se comenzó a ofrecer en opción o directamente como única solución para la transmisión, dado que era el cambio usado en competición y marcas como Ferrari lo estaban convirtiendo en su seña de identidad. Los usuarios pedían cambios con levas y Aston Martin les ofreció una transmisión manual robotizada, no un cambio auténticamente automático. Fue horrible y ese cambio manual que algunos propietarios adoptaron, procedía de la propia marca, quien había encargado a sus ingenieros desarrollar un kit de conversión para los Vanquish.
“El V12 Vanquish original representó un desarrollo importante y oportuno para nuestra marca. Fue, y es, un gran super GT con todo el carácter, estilo y potencia que se espera de un Aston Martin. 20 años después de ese debut, el V12 Vanquish sigue siendo una parte orgullosa del legado de la marca que celebramos aquí en Newport Pagnell. Es una pieza excepcional de nuestra historia, y un automóvil que podemos mirar hacia atrás con mucho orgullo” – Paul Spiers, presidente de Aston Martin Works.
Una lástima que aquel cambio no fuera la mejor opción, si volvemos la vista atrás y leemos las pruebas de la época, podremos ver que es lo más criticado, sobre todo cuando afeaba un poco las prestaciones de su señorial propulsor. Hablamos de un V12 de 5.9 litros de aspiración natural, es decir, sin turbo ni compresor, un motor de esos que nunca volveremos a ver jamás. Rendía 466 CV a 6.800 rpm y un par de 542 Nm a 5.500 rpm. Era un bloque que derivaba del usado en el Aston DB7, el cual recibía algunos componentes de nuevo diseño como la admisión, el escape completo, el cigüeñal o los árboles de leva. Por cierto, era un motor que se diseñó estando la marca bajo el control de Ford y hay quien lo desprestigia diciendo que son dos V6 Duratec unidos. Como si ninguna otra marca hubiera hecho algo similar con otros motores…
Aluminio y fibra de carbono, evolución en Aston Martin
Dejando a un lado aquella caja de cambios y quizá, un habitáculo donde no habían empleado mucha imaginación, el resto del coche era lo que se podía esperar, un Gran Turismo firmado por Aston Martin, con estilo, con elegancia y mucho lujo, pero, además, también usaba materiales muy especiales como la fibra de carbono. Sí, ahora especial no es, ya nos hemos acostumbrado a ver coches con chasis y llantas fabricados con este material, pero en aquellos años incluso Ferrari usaba aluminio y acero para sus deportivos.
El Aston Martin Vanquish supuso un gran paso al frente de los británicos en este apartado, pues era un auténtico avance en ingeniería y en capacidades de producción. Se empleó mucha cantidad de aluminio y fibra de carbono. Por ejemplo, la carrocería se fabricó con aluminio extruido y se reforzó con paneles de aluminio superformado acabados a mano. También se empleó la fibra de carbono y materiales compuestos para la estructura de absorción de impactos del coche. Todo lo que se aprendió trabajando estos materiales, se usó en los Aston Martin que llegaron después.
Con el paso del tiempo, Aston Martin decidió que debía dar un ligero repaso al Vanquish y puso en circulación en Aston Martin Vanquish S, un restyling del modelo que trajo consigo ligerísimos retoques estéticos (calandra más grande, divisor delantero y un pequeño spoiler trasero integrado en la tapa del maletero…) y mejoras en el propulsor, que sirvieron para aumentar la potencia de los 466 CV originales a los 520 CV del Vanquish S. Había más cosas, como una revisión de las relaciones del cambio y del grupo final, con el objetivo de superar las 200 millas/hora, 320 km/h.
Del Aston Martin Vanquish se fabricaron un total de 2.589 unidades, de las cuales, apenas 200 llevan instalado el kit de cambio manual. Si te interesa uno, no son baratos, obviamente, pero tampoco son especialmente caros. Se pueden encontrar ejemplares por menos de 80.000 euros, aunque los Vanquish S manuales no bajan de los 120.000 euros.
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