Dicen que el dinero no da la felicidad, pero ayuda mucho a conseguirla. Sobre todo si puedes conseguir un restomodo como el que se ha auto regalado el actor de Hollywood Robert Downey Jr., popularmente conocido por su papel en Iron Man y sus interpretaciones del detective Sherlock Holmes. Y es que Robert es un consabido aficionado al mundo del motor y a los automóviles en particular, que no tiene reparos en invertir una buena suma de dólares para tener un coche único en el mundo como el que aquí te mostramos.
Se trata de un restomod sobre un BMW 3.0 CS de 1974 llevada a cabo por la empresa Speedkore, famosa por sus brutales preparaciones y por su espectacular trabajo sobre el actual Dodge Charger, que gracias a una dosis extra de anabolizantes, supera los 1.200 CV. No obstante, para el BMW 3.0 CS no se lleva las cosas tan al extremo, aunque el trabajo realizado es digno de un museo, con un nivel de acabados excepcional y un gusto por los detalles que es destacable.
El mundillo de los restomod se encuentra en tierra de nadie. Los coches “viejos” modificados con piezas actuales o modernas (posteriores al modelo en cuestión) tiene muchísimos seguidores en Estados Unidos, donde es toda una cultura, pero en Europa está menos visto y algo menos aceptado. En el Viejo Continente los clásicos se mantienen “de origen”, con pocas o ninguna modificación y cuando se hacen, son por necesidad o por obligación viendo con malos ojos cambios tan drásticos como los que en ocasiones se llevan a cabo.
Hay que reconocer que haya veces que no falta razón para rechazar un restomod, ya que el coche en cuestión pierde su originalidad, pero es cierto que dependiendo del coche un restomod puede representar lo mejor de dos mundos, dando lugar a un coche realmente soberbio. Y es muy posible que ahora mismo estemos ante esta última opción, pues los cambios efectuados en este BMW 3.0 CS han buscado mantener las características originales del modelo pero mejorando lo que hubiera que mejorar.
Ha sido todo un reto para la gente de Speedkore, acostumbrados a trabajar con material norteamericano y los gustos yankees son bastante especiales cuando se trata de coches. Además, al tratarse de un trabajo para Robert Downie Jr, la presión era máxima pues no sólo es un tipo super famoso, también es un gran cliente de Speedkore, quienes crearon para él un restomod sobre un Mustang Boss 302 de 1970.
Pasando ya al BMW 3.0 CS de Speedkore, tenemos que centrarnos en algunos apartados muy interesantes. La carrocería, por empezar por alguna parte, ha sido totalmente restaurada y saneada. En Speedkore son especialistas en fibra de carbono, pero en esta ocasión se ha mantenido el acero original, aunque se han añadido algunos elementos nuevos como el faldón delantero, que sí está fabricado con fibra de carbono y se inspira en el usado para el BMW 3.0 CSL, o en el paragolpes trasero, que originalmente es de acero. No se puede dejar pasar por alto un par de detalles son realmente fuera de lo normal. La banda cromada que recorre la carrocería se ha sustituido por una fabricada en madera hidroformada a juego con el spoiler sobre la tapa del maletero.
El color de la carrocería es totalmente personalizado y se combina con unas llantas forjadas de tres piezas fabricadas por el especialista HRE con un diseño y una tonalidad bien estudiadas y de clara inspiración en las originales del modelo, aunque de mayor diámetro y anchura. El bastidor también se retoca con amortiguadores Bilstein y unos frenos Brembo con pinzas delanteras de seis pistones y traseras de cuatro. Son peticiones expresas de Robert, porque quería que coincidieran con los adornos en madera del habitáculo que es, quizá, una de las partes del coche donde se ha mantenido todo el sabor de antaño, pero con un toque moderno que le da una imagen espectacular.
La tapicería de color café es, sencillamente, un acierto total. Ofrece un aspecto clásico y con estilo, que combinado con la tonalidad gris de la madera y del centro de los asientos demuestra un buen gusto en cuanto a interiores. Además, la calidad se nota incluso a través de las fotos y el volante Nardi en madera gris es algo digno de tener en una vitrina. No hay asiento trasero y como excentricidad, el maletero esconde una nevera forrada en cuero.
Como buen restomod, el motor es más moderno y por supuesto, original de BMW, pero no es un motor actual ni mucho menos. Se trata del seis cilindros de 3,6 litros que da vida al BMW M5 e34, el bloque S38 que ofrece 311 CV. Se acopla al cambio ZF de cuatro relaciones original, que posiblemente sea lo peor del coche.