¿Qué se puede contar del Ferrari F40 que no se haya contado ya?. Es un coche tan icónico que los artículos y los libros hablando del modelo son extremadamente numerosos. Se ha hablado del modelo largo y tendido, desgranando sus secretos y hasta se han hecho vídeos tipo “Gymhana” como los de Ken Block. El Ferrari F40 no esconde secretos, ¿o sí?.
El Ferrari F40 se fabricó para celebrar el 40 aniversario de Ferrari, y está marcado como el último “supercoche” que vio en vida Enzo Ferrari. También rompió varios moldes, como usar un motor V8 biturbo en posición trasera central, sobre todo teniendo en cuenta que era un coche para celebrar el aniversario de la marca y visto con perspectiva, es el único de la saga (si no contamos al Ferrari 288 GTO que lo precedió), que no emplea un motor V12. Esa característica lo hace especial por sí sola, pero hay muchas cosas más que hicieron de este automóvil algo realmente fuera de lo común.
No había medias tintas con el Ferrari F40. Era un coche muy radical en su concepción, prescindiendo de todo lo que fuera innecesario para ir rápido. No había elevalunas eléctricos, no había dirección asistida ni asistencia en los frenos, no había aire acondicionado, no había material aislante del ruido o la temperatura… Era un coche de competición apenas adaptado al uso en vías públicas, y fue recibido con gran entusiasmo por los aficionados. De hecho, se tenía previsto fabricar muy pocas unidades, pero la producción se alargó por la elevada demanda y finalmente se superaron las 1.000 unidades. Es el único coche de la saga del que se han fabricado más de 500 unidades.
Se fabricaron cinco prototipos de desarrollo
Decir que el Ferrari F40 tomó como base de partida el 288 GTO no es descubrir América, es algo que ya se sabe. Hay una versión del 288 GTO, el denominado Evoluzione, que ya muestra algunos de los rasgos que luciría posteriormente el F40. De todas formas, hubo más prototipos de desarrollo, los cuales, pudieron ser vistos en las llamadas “fotos espía” de las revistas. Allá en los años 80 Internet no era ni siquiera un sueño y toda la prensa se centraba en las revistas impresas de publicación periódica, ya fuera semanal o mensual. Había que esperar hasta la publicación de las revistas para poder enterarse de lo que ocurría.
Las cifras de prestaciones del Ferrari F40 eran, en su día, estratosféricas, V8 biturbo de 2.9 litros y 476 CV a 7.000 rpm
Esas revistas publicaron las fotos de un coche que, después, se supo que era conocido como “Evoluzione”. Se construyeron cinco unidades del “Evoluzione” que sirvieron como modelos de pruebas para los diferentes componentes. Concuerda con las unidades que se fabricaron del 288 GTO Evoluzione, aunque este coche iba destinado originalmente a dar vida a la versión de circuitos del 288 GTO. Cuatro de esas unidades se vendieron a clientes de la marca, mientras que la quinta se quedó en Maranello y actualmente se dice que todas se encuentran en buen estado y no ha desaparecido ninguna. No obstante, hay que decir que del Ferrari 288 GTO Evoluzione había seis unidades, cinco construidas como Evoluzione, y una sexta construida a partir de un 288 GTO “normal”.
Cuando llegó por fin el día de su presentación, todo el mundo se quedó sin habla. El Ferrari F40 (la F por Ferrari y el 40 por su aniversario) era un espectáculo rodante, un automóvil de competición apenas adaptado a las carreteras cuya carrocería había sido diseñada por Pininfarina. Efectivamente, los 288 GTO Evoluzione habían sido los coches usados para crear el F40 y algunos de sus elementos así lo atestiguaban, como las entradas de aire laterales tipo NACA, las formas del capó, del parabrisas…
Una de las características del Ferrari F40 era la construcción de su carrocería, para la cual, se usaban materiales muy especiales, sobre todo en aquella época (kevlar, resinas, fibra de vidrio…). Era un coche de competición hasta la médula y la gente estaba dispuesta a pagar enormes sumas de dinero por tener una unidad en su garaje.
El primero en superar los 320 km/h
Las cifras de prestaciones del Ferrari F40 eran, en su día, estratosféricas: V8 biturbo de 2.9 litros (concretamente 2.936 centímetros cúbicos) y 476 CV a 7.000 rpm. La potencia específica de dicho motor era de 163 CV por cada litro de cilindrada y el par llegaba a 577 Nm a 4.000 rpm. Era sencillamente brutal, con un 0 a 100 km/h en 4,1 segundos (reservado solo para auténticos especialistas, pues entonces no había ayudas electrónicas de ningún tipo y había que hacerlo todo “a mano”), completaba el 0 – 400 metros en 11,9 segundos y el 0 – 1.000 metros en 20,9 segundos.
Sin embargo, el dato que más llamó la atención fue su velocidad máxima. Hoy día, encontrar coches que superen los 300 km/h es bastante sencillo, incluso que superen los 330 km/h, pero en aquellos años era un logro sin igual. Es más, el Ferrari F40 era el único automóvil de producción que presumía de superar los 320 km/h, solo lo hacía por 4 km/h, pero lo hacía. Fue una de las características más comentadas del momento.
Pero hay cosas que no se saben, como por ejemplo, que fue uno de los proyectos más secretos de Ferrari. Al parecer, ni siquiera los empleados sabían de su existencia y lo conocieron casi al tiempo que todo el resto del mundo, cuando se presentó públicamente. Solo los más cercanos a Enzo Ferrari participaron en la fase de desarrollo y la pruebas en vías públicas, con los ya mencionados Evoluzione, no dejaban ver que estaba tramando Ferrari.
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