Hay ocasiones en las que aparecen creaciones que, por unas cosas u otras, pasan desapercibidas. En este caso concreto, pasó desapercibido para nosotros al ser un coche de origen brasileño, aunque su creador era un tipo bastante relacionado con los automóviles de carreras. De hecho, se le atribuye la creación del primer Fórmula 3 salido de Brasil, cuyo nombre es Ottorino (Toni) Bianco.
No es la primera vez que una máquina creada en Brasil merece nuestra atención. En Sudamérica, al igual que en todo el mundo, la pasión por el automóvil les ha llevado en varias ocasiones a dar forma a sus sueños. De allí procede, aunque de Argentina y no de Brasil, el FNM Onça, una especie de Ford Mustang con el frontal y el motor de un Alfa Romeo, uno de los muchos intentos de crear un deportivo de origen 100 brasileño. ¿Y qué decir del Volkswagen SP2? Un sensacional coupé que ya nos habría gustado ver por aquí y que fue diseñado, fabricado y comercializado en Brasil.
El Bianco S Coupé fue diseñado y fabricado en Brasil, solo para Brasil
Algo similar podemos decir del Bianco S Coupé, ojalá lo hubiéramos visto por aquí, pero fue diseñado y fabricado en Brasil, solo para Brasil. Y al igual que el coqueto SP2, también aprovechando componentes Volkswagen aunque, como ya se puede apreciar, sin emplear directamente la marca. Esto se debe a que sólo emplea algunas cosas y, como cabe esperar, la marca no está involucrada en su creación, como sí ocurre con el SP2, el Bianco S Coupé es un trabajo exclusivamente de Toni Bianco.
Toni Bianco presentó su creación en el Salón de São Paulo de 1976, sorprendiendo a los asistentes por las soluciones empleadas. También se llegó a dejar ver en el Salón de Nueva York. La carrocería, por ejemplo, era plástico reforzado con fibra de vidrio, con un diseño curvilíneo y deportivo, pero que empleaba algunos elementos de otros coches como los pilotos, procedentes de Opel (del Opel GT más concretamente) o los faros delanteros, que son los mismos del mencionado Volkswagen SP2, . Escondía barras y refuerzos de chapa en los laterales, pensados para soportar mejor posibles impactos. Colocado detrás, tras el eje, está el motor, un cuatro cilindros Volkswagen 1.6 “air cooled” procedente de un Beetle (o “Fusca”, como lo llaman en Brasil).
De hecho, muchos de sus elementos proceden del Fusca. Por aquellos años, Brasil tenía unas increíbles restricciones a la importación, como bien conocemos en España, y tenían en producción el “Escarabajo” a través de kit desde 1953. Fue un coche que sirvió de base a muchos trabajos brasileños, como este Bianco S Coupé, que se fabricaba totalmente a mano.
No se puede negar, ciertamente, que su diseño es llamativo. Es muy pequeño, pero también luce deportivo e incluso bien equilibrado, algo raro en un automóvil de fabricación tan artesanal como este. Se fabricó a un ritmo de 20 unidades al mes y se completaron cerca de 180 unidades. Hay muy pocos supervivientes, muy pocos y encontrar alguno se torna realmente complicado. Los precios, sin embargo, tampoco son especialmente altos, aunque rara vez bajan de los 30.000 euros. Este en concreto, perteneciente de una colección privada y subastado por Auctions America, se vendió por 24.750 dólares en el año 2016.
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