El Volvo Sport, nombre original del modelo que muchos conocemos como Volvo P1900, aunque en realidad, es una denominación interna. Representaba la primera incursión de la firma creada por Assar Gabrielsson en el mundo de los deportivos. Además, y como ocurre con muchos otros, la idea de su creación nació de la afición de los americanos por los pequeños roadster europeos. Aunque en esta ocasión no tuvo la acogida esperada.
Durante los primeros años de la década de los 50, Assar Gabrielsson estuvo viajando a Estados Unidos con la intención de aprender y conocer todos los secretos del mercado estadounidense, con la idea en la cabeza de lanzar un modelo que pudiera vender en aquel lado del charco. Durante sus periplos a tierras yankees, tuvo la oportunidad de conocer a diversas personas y empresas, entre las que destacaba Glassar, situada en Montecito, California. Esta empresa se dedicaba desde 1.951 a la fabricación de cascos para barco y carrocerías para automóviles de fibra de vidrio, un material que por aquel entonces causaba furor, algo parecido a lo que ocurre hoy en día con la fibra de carbono. Además, mientras conocía la empresa, se dio cuenta de como triunfaban en aquellas tierras los pequeños deportivos europeos, y si eran roadster más todavía.
Esto le hizo plantearse dos cosas. Primero, como se fabricaban aquellas carrocerías de fibra de vidrio, y después, la posibilidad de crear un roadster deportivo para vender en Estados Unidos. Por ello, en 1993 le encomendó a Glassar la tarea de diseñar la carrocería y fabricar el primer prototipo de un roadster deportivo para aquel mercado y además, de formar al personal de Volvo en el diseño y fabricación de carrocerías de fibra de vidrio. Una vez de regreso a Gotemburgo, los ingenieros tuvieron que desarrollar un chasis específico para este tipo de carrocerías.
No se tardó mucho en desarrollar el proyecto y a principios de 1954 se presentó el primer prototipo por parte de Glassar. No estaba completamente desarrollado, pero contenía casi todas las ideas del modelo final. No obstante, fue duramente criticado. El chasis era muy débil, los plásticos se rajaban y rompían, las puertas no encajaban y no cerraban bien y la transmisión manual de tres velocidades era de todo menos deportiva.
Debido a estas críticas, cuando se presentó oficialmente en el Aeropuerto de Torslanda, no había uno, sino tres prototipos, demostrando que la firma sueca hablaba en serio en cuanto a su proyecto. Durante aquella presentación se dijo que el roadster de Volvo llegaría al mercado en 1955 y que se produciría una pequeña serie de 300 unidades solo para exportación. Inmediatamente después de esta presentación, Volvo recorrió todos los concesionarios de Suecia con sus tres prototipos en una gira para su demostración.
Las primeras unidades se empezaron a entregar en 1956 en países como Sudáfrica, Brasil, Marruecos o Estados Unidos, su principal mercado. Sin embargo, también se entregaron a diversos clientes en Suecia, pues la idea original de fabricarlos solo para la exportación finalmente se replanteó. Aunque hay que aclarar que el coche que se comenzó a vender tenía diversas modificaciones respecto a los prototipos mostrados durante las presentaciones. Lo único que se mantuvo fue la transmisión de tres velocidades. A pesar de que su estética, con una carrocería regordeta, con líneas curvas y una gran entrada de aire frontal muy a la moda de la época, era atractiva, sus ventas no terminaban de despegar, algo que se sumó a la lentitud con la que se construían. Así, durante el primer año solo se montaron 44 unidades, y únicamente veintitrés coches los fabricados en 1957.
Por entonces, estaba al mando de la empresa Gunnar Engellau, nombrado recientemente. Este pasó un fin de semana entero a los mandos de uno de estos Volvo Sport y tras ese fin de semana, mando parar la producción ipso facto, pues el coche no alcazaba los estándares de calidad que Volvo exigía y con cada unidad vendida se estaba perdiendo dinero. En un principio, se dijo que solo se fabricaron 67 unidades del Volvo Sport, pero tras un estudio se descubrió que dos de los Volvo Sport tenían el mismo número de chasis, seguramente por accidente, por lo que realmente se fabricaron un total de 68 unidades, de los cuales a día de hoy, se conoce el paradero de aproximadamente 50 coches.
Poco después, y aprovechando la experiencia, Engellau encargó la creación de otro deportivo, aunque esa vez se desechó la carrocería de fibra de vidrio en favor de una de acero. Cuatro años después nació en Volvo P1800, uno de los modelos de mayor éxito de la marca.