Ferrari ya era una marca especial en los años 60, tenía apenas dos décadas de historia, pero había logrado hacerse un hueco en el mundillo de la automoción gracias a máquinas realmente espectaculares. Por un lado, la obsesión de Enzo Ferrari por los motores V12 y por otra, la magia de Pininfarina para imaginar coches de ensueño, se mezclaron rápidamente para formar un dúo que ha sido casi insuperable durante muchos, muchos años. Fue una lástima cuando ambas compañías dejaron de trabajar en conjunto hace muy poco, tras el cese de producción del Ferrari F12 Berlinetta en 2017, ningún Ferrari ha sido diseñado por el carrocero italiano.
La decisión se deja notar, aunque los actuales modelos de la firma italiana son atractivos como el que más, no lucen ese equilibrio y esa línea que Pininfarina era capaz de crear. Se trató de una decisión interna, quizá motivado por la absorción del carrocero italiano por Mahindra, una de las empresas de origen indio más grandes del mundo. No obstante, la colaboración entre ambas empresas ha dejado automóviles que son dignos, o casi, de estar expuestos en un museo. Objetos de deseo que son buscados por los coleccionistas como si fueran auténticas obras de arte.
El Ferrari 250 GT California Spyder es uno de los coches mas bellos fabricado por el sello italiano
El caso es que esos Ferrari diseñados por Pininfarina, sobre todo aquellos de la década de los 60, alcanzan precios estratosféricos. Es posible que tengas una buena cuenta corriente, incluso hasta el punto de poder considerarte millonario, pero seguramente no puedas llevarte a casa algunas de las mejores y más caras joyas de Maranello firmadas por Pininfarina. Un ejemplo del precio que alcanza algunos modelos de Ferrari clásicos, es el Ferrari 250 en cualquiera de sus variantes, aunque con especial interés en el sensacional Ferrari 250 GTO, el coche más caro del mundo (se dice que han pagado más de 40 millones de euros por una unidad) o el Ferrari 250 GT California, que no llega al nivel del GTO, pero cuyos precios no dejan indiferente a nadie.
La saga de los Ferrari 250 es una de las más famosas de la marca, aparecida allá por 1953 y desaparecida en 1964, dejando su lugar al Ferrari 275 GTB. Su denominación de 250 provenía, como es ya costumbre, de la cilindrada unitaria de cada cilindro de su motor, un V12 diseñado por Gioacchino Colombo (cilindrada total de 2.953 centímetros cúbicos), que ayudó a la saga a convertirse en uno de los coches más exitosos de los talleres de Maranello. Y sí, en esta ocasión la palabra “talleres” cuadra más que la de fábrica, pues por aquel entonces los Ferrari se fabricaban casi a mano.
Estados Unidos, el mercado ideal para los coches más especiales
Si nos quedamos con la saga de los Ferrari 250, la cual abarcó muchos modelos, algunos de ellos incluso diseñados por otros carroceros que no eran Pininfarina, como es el caso del Ferrari 250 GT California Spyder, que fue diseñado por Scaglietti. De hecho, este coche está considerado como uno de los más bellos fabricados por el sello italiano y es una de las versiones más deseadas de la saga. No obstante, se trata de un automóvil que en subastas puede superar los 10 millones de euros, una cifra que se encuentra lejos del 250 GTO, pero que igualmente resulta apabullante.
La existencia del Ferrari 250 GT California Spyder se debe, principalmente, al mercado estadounidense, de ahí la palabra “California” en su denominación, obviamente. La firma del Cavallino ya se había granjeado una reputación intachable en competición, lo que también le granjeó una clientela muy selecta y dispuesta a pagar grandes cantidades por conducir un coche con el caballo rampante en el frontal. Eso lo sabía muy bien el importador Luigi Chinetti y el representante para la costa oeste de Estados Unidos, John Von Nuemann. Este último, conocer del mercado estadounidense y en especial de la costa de California, vio rápidamente el potencial de un deportivo descapotable y biplaza, sobre la base de los Ferrari 250. Algo así como un 250 GT Berlinetta con techo plegable.
Tras algunas conversaciones con Chinetti la idea llegó a buen puerto y el trabajo se puso en marcha. Primero hubo que convencer a Enzo, siempre muy reacio a cosas raras que pudieran afectar negativamente a la imagen de su marca (ese recelo a cualquier cosa que pueda dar mala imagen es una de las características más acusadas de la marca hoy día). El siguiente paso sería darle forma, para lo que se eligió a Scaglietti, quien fue capaz de dibujar uno de los coches más sensuales de los años 60.
Aquel fantástico diseño de Scaglietti tomó forma gracias al moldeo manualmente de láminas de acero y aluminio (puertas y capó), aunque hubo un total de nueve unidades que se fabricaron completamente con aluminio. Tuvo dos plataformas, cada una con una distancia entre ejes diferente, siendo la primera con batalla larga (de 1958 a 1960) y la segunda con batalla corta (de 1960 a 1962). Solo se hicieron un total de 106 unidades, todas ellas animadas por el V12 Colombo, aunque según el chasis era una versión del famoso propulsor u otra. Así, los LWB (Long Wheel Base) hacían uso del V12 3.0 (2.953 centímetros cúbicos) tipo 128C y 128D y los SWB (Short Wheel Base) con el V12 3.0 tipo 128DF y 128F. No obstante, hay un desarrollo posterior que usaron las últimas versiones de chasis corto, el V12 3.0 168 y 168/61. Sin entrar en detalles, la potencia de los motores podía llegar a los 176 kW a 7.000 rpm, esto son unos 240 CV.
GTO Engineering, un Ferrari 250 GT California Spyder, fabricado ahora y más barato
Obviamente, con tan pocas unidades fabricadas es lógico que los precios se disparen, sobre todo cuando la gran mayoría se vendieron al otro lado del Atlántico. No obstante, en los últimos años han aparecido empresas especialistas en la recreación de algunas de estas joyas de la automoción. Réplicas casi exactas o incluso restomod de altísimo nivel, que permiten soñar con poder tener algo similar en el garaje. Y no es que sean coches baratos, pero desde luego, comparado con los originales, sí que lo son.
En el caso de GTO Engineering, famosos por el espectacular GTO Squalo, un Ferrari 250 SWB “actual”, hablamos de una mezcla entre restomod y fabricación casi desde cero, pues sus coches resultan copias casi exactas y de una calidad excepcional. Y ahora, han puesto sobre el asfalto una recreación del Ferrari 250 GT California Spyder que, por casi 900.000 euros “de base”, puede ser tuyo. Sí, es tremendamente caro, pero menos que un 250 Gt California original.
De todas formas, el Ferrari 250 GT California Spyder Revival (nombre completo del coche), no es un vehículo fabricado desde cero, se requiere otro Ferrari como base sobre el que se instala la carrocería, fabricada a mano con aluminio, así como el propulsor que el cliente desee. Todos los motores disponibles son V12 y pueden tener 3.0, 3.5 o 4.0 litros de cubicaje. La transmisión es manual y el habitáculo es completamente personalizable a gusto del comprador.
Todas las unidades se fabrican a mano, para lo que hacen falta 1.500 horas de mano de obra. Las especificaciones del modelo dependen del coche donante, lo mismo que ocurre con los impuestos y demás gravámenes relaciones con el coche.
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