Best of Show. Un premio que muchos coleccionistas buscan para sus coches y así aumentar el interés del mismo y, también, la cotización del mismo. Sobre todo si se trata de eventos como el Festival de la Velocidad de Goodwood o el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, dos de los eventos más importantes de cuantos se realizan en torno al mundo de los vehículos clásicos.
Cavallino Classic es otro de esos eventos importantes sobre vehículos clásicos, que se celebra en Palm Beach (Estados Unidos) cada año y que suele contar con un plantel de participantes que nada tiene que envidiar a los mencionados anteriormente. Sobre todo cuando los organizadores participan en la elección del “mejor de los mejores», el “Best of Best”, selección que se realiza entre los “Best of Show” de los ocho mejores concursos de elegancia que se celebran en el mundo. Un premio que celebra, según afirman sus fundadores (uno de ellos es el Sr. Michael Kaddorie, presidente de Hongkong and Shanghai Hotels Limited)
Alfonso de Portago pilotó esta extraordinaria unidad de Ferrari 750 Monza Scaglietti
El concurso es sencillo, en representación de Cavallino Classic ha estado el Ferrari 750 Monza Prototype de 1954, el “Best Of Show” de la edición del 2020, compitiendo contra otros siete “Best of Show” a los que, por tercera vez, ha superado. Cavallino Classics ganó en 2020 con un Ferrari 250 GTO y en 2019 con un Ferrari 355 Sport, siendo en 2021 ganador con el espectacular 750 Monza con carrocería de Scaglietti por tener un impresionante historial en carreras y por la rareza del modelo.
Fabricado en 1954, el Ferrari 750 Monza debutó ese mismo año en el Gran Premio de San Marino, en la carrera inaugural del circuito de Imola. Contaba con un motor dos litros y con el piloto Umberto Magliolli, logró la victoria para la Scuderia Ferrari. Posteriormente, Ferrari montó un motor de tres litros y pasó a competir en algunas de las pruebas más importantes del mundo, incluyendo el Gran Premio de Monsanto (obtuvo la victoria) y la Nassau Race Week, donde lo pilotó el propietario original, Alfonso de Portago, logrando la primera y la segunda plaza.
Tras esto, el Ferrari 750 Monza cambió de manos aunque no dejó de competir, dejándose ver durante dos años seguidos (1955 y 1956) en California, incluyendo Pebble Beach Road, logrando cuatro primeros puestos, dos segundos puestos y dos premios de clase. Su propietario, Sterling Edwards, vendió el coche a su ingeniero Bob Whitmer después de que su amigo, Ernie McAfee falleciera trágicamente. Una deicisón que le costó al 750 Monza su motor, pues Whitmer lo sustituyó por un bloque Chevy para seguir compitiendo a lo largo de la década de los 60.
Dato curioso es que después de eso, pasó la mayor parte de los siguientes 50 años desmontado, aunque tanto el chasis, como la carrocería, el motor y la transmisión, fueron guardados cuidadosamente en un pequeño almacén de San Francisco. Cuando Tim y Jill Peck se hicieron con el automóvil, encargaron su restauración completa en 2016 a la empresa Bob Smith Coacworks (ubicada en Gainesville, Texas) que necesitó de dos años de trabajo.
La restauración tuvo muchos consultores y colaboradores de mucho prestigio como Marcel Massini, Alan Boe de Braselton, David Seielstad o los hijos de los anteriores propietarios (Sterling Edwards y Bob Whitmer). Cuenta con el certificado de Ferrari Classiche.
Una vez restaurado, el Ferrari 750 Monza de 1954 ganó el premio Enzo Ferrari en Pebble Beach Concours d’Elegance en 2019, el Best Of Show en Cavallino Classic de 2020 y ahora, el Best of the Best que organiza The Peninsula Classics (propiedad de Hongkong and Shanghai Hotels Limited)
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