En la historia de la marca del óvalo azul ha habido muchos coches míticos, y uno de ellos es el Ford Escort RS Cosworth. Producido entre 1992 y 1996, fue una creación nunca antes vista, ya que era de todo, menos un Escort. Un alerón llamativo, sobrealimentado, con corazón y esqueleto del Sierra pero con un exterior singular a ojos de los aficionados. Un coche icónico, que nunca se proclamó como hegemónico pero que sí se hizo hueco en la historia del mundo del motor.
La andadura de Ford como marca habitual en los rallys comenzaría en los años 70, aunque hay precedentes. Una de las primeras victorias de la marca estadounidense en dicha disciplina del motor fue en 1936, en el Rally de Montecarlo. El protagonista fue el rumano Zamfirescu, al volante de un Ford Model A V8. Pilotos como Juha Kankkunen, Ari Vatanen y Stig Blomquist marcaron época con el Escort RS, del que hay la versión Mk I y Mk II, con motores 1600, 1800 y 2000.
Una década después llegaría el punto de inflexión de la marca, mediante la asociación con Cosworth Engineering, con el objetivo de producir vehículos que podrían tener futuro en los tramos. El nombre Cosworth tiene su origen en los ingenieros creadores, Mike Costin y Keith Duckworth. El primero de estos, es hermano de Frank Costin, diseñador aerodinámico y de coches de carreras para Lotus, Lister y Maserati, cofundador también de Marcos Cars.
Los motores YB, están basados en el Ford Pinto, con un bloque de hierro fundido y una culata de aluminio de 16 válvulas. El motor, que necesitaba altas revoluciones para responder, contaba con cuatro cilindros en línea y dos árboles de levas, sobrealimentado con turbos Garrett Air Research.
Como curiosidad, en dichos motores, se podía saber que tipo de gasolina era la necesaria prestando atención a la cubierta del árbol de levas. Rojo, gasolina premium, verde, gasolina sin plomo y azul, gasolina sin plomo con convertidor catalítico instalado.
El primer vehículo de dicha asociación, Cosworth, fue la “homologación especial” RS500 de la cual se fabricaron 500 unidades, como su propio nombre indica. Era un coche de dos ruedas motrices. Posteriormente nació el Sierra RS Cosworth, que también era tracción trasera, aunque hubo versión 4×4. Al volante, pilotos como Miki Biasion, Didier Auriol o François Delecour.
El Sierra no tuvo mucho éxito en los rallys, consiguió una victoria en su versión de dos ruedas motrices, y no era rival para Lancia en esa época. Ford decide presentar una alternativa para acabar con dicha “hegemonía”, el Escort RS Cosworth. Fue diseñado por Rod Mansfield, John Wheeler y Frank Stephenson, este último, el responsable del llamativo alerón.
Desarrollaron un vehículo basado en el chasis y la mecánica del Sierra Cosworth, pero adaptado a un modelo más reducido. Por ello, los chasis se enviaron a Alemania, donde Karman se encargó de modificarlos para adaptar componentes del Sierra en el Escort. En 1992 comenzó a producirse, aunque no sería hasta el año siguiente cuando se consiguió la homologación para el Grupo A de rallys. Cabe destacar que junto a Lancia, Ford fue una de las marcas que más presionaron y apoyaron a la Federación Internacional de Automovilismo para acabar con el Grupo B, considerado como la época dorada de los rallys.
En 1989, uno de los prototipos, con Mia Bardolet como piloto, ganó el rally de Talavera, consagrando así la primera victoria del modelo. Comenzaba el legado de uno de los coches de carreras más llamativos e icónicos de la marca estadounidense. Entre 1992 y 1996 se produjeron 7145 vehículos en total, todos ellos a mano. Dicha cifra, equivalía a cuatro días de producción del Volkswagen Golf. Para poder homologarlo, Ford tuvo que producir 2.500 de los llamados «especiales de homologación», una versión deportiva de los coches de carretera. La potencia del coche homologado era de unos 230 CV.
Los vehículos pertenecientes al Grupo A tenían una restricción en el turbo y una limitación de potencia de 300 caballos, aunque algunas historias cuentan que se podía aumentar la potencia, sin tocar el turbo, hasta los 350 CV.
Malcolm Wilson, piloto de Ford, fue uno de los principales desarrolladores. Participó en el Rally de Escocia de 1992, donde consiguió marcar mejores tiempos que McRae con el Subaru Legacy RS. Francois Delecour y Miki Biasion también colaboraron en el proyecto en la segunda parte de la temporada. El coche, a pesar de no haber conseguido ningún mundial, ganó pruebas del campeonato del mundo.
En el Rally de Portugal de 1993, Delecour fue primero, consagrando así la primera victoria en el WRC. Biasion también gano el Rally de Acrópolis. La mayor sorpresa de ese año la dio un italiano, Gianfranco Cunico, que salió victorioso en el Rally Sanremo con un Escort RS Cosworth de propiedad privada.
Tras unos años y un proyecto fallido con RAS Sport, Ford volvió como marca al mundial en 1996. Carlos Sainz, recientemente considerado como el mejor piloto de rallys de todos los tiempos, se unió al equipo. Consiguió ganar en Indonesia y subirse al podio en otras cinco pruebas. Ese año fue tercero en el campeonato tras Makkinen y McRae.
Un año después, en 1997, el Ford Escort RS Cosworth quedaría atrás. Debido a un cambio de normativa en el campeonato, nació el Escort WRC, vehículo de transición hasta el Focus WRC. Sainz consiguió ganar en Acrópolis y repetir en Indonesia con dicho vehículo. Con un doble podio de Kakunnen y Thiry en el rally de Gran Bretaña de 1998, se ponía fin a una etapa de treinta años con el nombre Escort en el mundial. Llegaba la era los de los Word Rally Car.