Se dice, se cuenta, se rumorea…, se publica, en definitiva, que Mercedes Benz podría haber vendido la unidad histórica de su colección del W196 Coupé por la nada despreciable cifra de 115 millones de libras, unos 135.172.000 euros. Según informa Magneto Magazin, y parece que confirma Hagerty, hay numerosas fuentes que indican que Mercedes Benz podría haber vendido uno de sus más preciados modelos al precio más “escandaloso” jamás pagado por un vehículo de colección.
La cifra superaría de largo los algo más de 50 millones de dólares que alcanzó el precio del Ferrari 250 GTO en la subasta de Monterey del 2018, e igualmente duplicaría el precio pagado por un GTO similar en una venta privada durante el mismo año que se efectuó por más de 52 millones de libras esterlinas, alrededor de 70 millones de euros.
Según las distintas fuentes, el comprador podría ser un “coleccionista cuidadosamente seleccionado por el fabricante alemán (lo que alimenta la posibilidad de una futura recompra o reversión de la operación), quien habría adquirido la unidad del 300 SLR Coupé a través de una casa de subastas por las cifras antes indicadas. Al parecer, Mercedes Benz habría organizado una subasta altamente exclusiva a la que convocó a una decena de reputados coleccionistas especialmente seleccionados en función a su exacerbado poder adquisitivo, el mismo tendría que estar fuera de toda duda, y que habrían cumplido con una serie de exigentes criterios especificados por el fabricante alemán para poder acceder a la misma.
La ocasión sin duda lo merecía, pues no todos los días el modelo objeto de la subasta iba a ser un Silver Arrow extremadamente raro y especial. Al seleccionar a los asistentes a la puja, Mercedes Benz quería ante todo garantizar al máximo posible que el nuevo propietario del coche pudiera mantener el mismo bajo los mismos y muy exigentes estándares de conservación que los técnicos de la marca de la estrella de tres puntas han mantenido para el mismo durante décadas. La historia en sí, pese a las numerosas fuentes que alimentan la rumorología, cuenta con numerosos detractores. Para muchos, resulta altamente improbable que Mercedes hubiera decidido desprenderse de una de las joyas de su colección histórica simplemente por una cuestión económica.
Hagerty no ha logrado hasta el momento que Mercedes Benz confirmara tal noticia, pero la misma tampoco le ha sido desmentida por los responsables del fabricante alemán. La casa de subastas encargada de la puja del vehículo, cuyo nombre Hagerty aún no ha desvelado, habría mantenido un comportamiento semejante.
La unidad en cuestión pertenecería a las producidas durante la llamada era de los Silver Arrows, de 1954 a 1955, durante la cual Mercedes sólo produjo vehículos de Gran Premio y modelos deportivos como los 300 SLR
Quizás el momento actual fuera el perfecto para poder realizar una operación semejante. La explosión que está experimentando el sector del automóvil de lujo indicaba que había dinero suficiente en el mercado como para poder realizar una transacción como la efectuada por una cantidad hasta ahora nunca antes alcanzada.
Otras fuentes apuntan a la posibilidad de que Mercedes hubiera localizado una unidad semejante en aún mejores condiciones de conservación que la unidad sacada a la puja, razón por la cual el fabricante no habría tenido objeciones a desembarazarse de la que hasta la fecha integraba su colección particular.
“Que un W196 300 SLR hubiera salido a la venta en una subasta privada es sin duda una gran noticia”, comenta la información publicada por Magneto. “El elevado precio que se supone ha alcanzado el vehículo sin duda respondería al hecho de que nunca este tipo de vehículos está al alcance de los coleccionistas. Nunca se venden”.
La unidad en cuestión pertenecería a las producidas durante la llamada era de los Silver Arrows, de 1954 a 1955, durante la cual Mercedes sólo produjo vehículos de Gran Premio y modelos deportivos como los 300 SLR. Unidades que nunca antes estuvieron disponibles para la compra en subastas de vehículos de la marca, como si ha sucedido con el resto de vehículos de competición de Mercedes, que si han estado al alcance de los coleccionistas en el mercado.
El W196 SLR 300 sentó un importante precedente en la historia de Mercedes en el mundo de la competición. Sus numerosos triunfos y los éxitos alcanzados marcaron el dominio de la marca durante el período de la postguerra en los deportes del motor.
En su día, con el W196, Fangio logró el Campeonato del Mundo de Pilotos de F1 con el W196 300 SLR ganando nueve de las 12 pruebas que disputó en ambos. Y con Stirling Moss al volante, el coche también alcanzó otro triunfo histórico en las Mille Miglia italianas del año 1955.
Por otra parte, apenas un año después de este triunfo, el W196 300 SLR escribiría una de sus páginas más negras. Esta vez sería en las 24 horas de Le Mans, donde la unidad pilotada por Pierre Levegh impactó contra el Austin Healey de Lance Macklin a la entrada de la recta principal del circuito.
El accidente provocó una desgracia sin precedentes en la historia del automovilismo. Los dos coches salieron despedidos hacia los espectadores. Un total de 84 personas murieron y otras 120 más resultaron heridas de diversa consideración. La marca de la estrella de tres puntas retiró a sus equipos de la competición y, tras tres décadas continuadas de presencia en la competición, estuvo un año sin participar en ninguna carrera o prueba deportiva.
Aquel trágico final es la explicación al porqué la marca de Stuttgart no produjo más de dos versiones de aquel mítico coupé que representó en todo el mundo la cima de su prestigio como fabricante, hasta el punto de que aún hoy el coche mantiene su prestigio como uno de los coches más bellos de la historia del automóvil, sino el que más.
La importancia histórica del W196 es lo que hace de esta transacción una noticia relevante y de gran interés, pues no es la primera vez en la que el fabricante alemán decide desprenderse de alguna de las unidades que tiene en su colección para alimentar el mercado de clásicos.
En 2004m ya vendió un 300 SLR W196 S al coleccionista norteamericano Bruce McCraw por 12,5 millones de dólares (unos 12 millones de euros). Antes, en 2013, en una subasta realizada en Bonhams, el legendario W196R Grand Prix de Fangio alcanzó un precio de 19,6 millones de libras esterlinas, algo más de 23 millones de euros, lo que le sitúa como el cuarto vehículo más caro jamás vendido en una subasta.
La identidad del ganador de la subasta del W196 300 SLR continúa siendo una total incógnita. Difícilmente puede saberse cuando ni tan siquiera la celebración de la propia subasta ha sido realmente confirmada. Aun así, Hagerty ha sugerido que podría tratarse de una conocida personalidad de la industria del motor británica con una más que reconocida afición y trayectoria como coleccionista de vehículos especiales de la historia del automóvil.
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