Ariel Motor es un pequeño fabricante británico de vehículos destinados al ocio y la diversión amparados todos ellos bajo el paraguas de la diversión y el rendimiento. Desde un pequeño biplaza de carrocería abierta como el Atom, a un buggy como el Nomad. Y ahora, la marca de Somerset muestra el que será su primer vehículo 100% eléctrico de altas prestaciones cuyo nombre ya lo dice todo: Hipercar.
Hace ya más de cinco años que Ariel Motor inició los trabajos de desarrollo del Hipercar, un modelo que está llamado a ser el primer vehículo eléctrico de la marca británica y que llegará al mercado si nada produce un nuevo retraso en su preparación, a lo largo de 2024. La pandemia interrumpió su proceso de creación, pero finalmente Ariel Motor, en colaboración con especialistas como Equipmake y Delta Motorsport ha conseguido sacar adelante el modelo, hasta el punto de que las principales revistas del motor del Reino Unido ya han tenido la oportunidad de poder conducir el primer prototipo del Hipercar.
Un nombre que no sólo responde al planteamiento comercial del vehículo, un modelo de altas prestaciones, sino que se forma a partir de las letras iniciales de las palabras inglesas High Performance Carbon Reduction, cuyo significado (Reducción de carbono de alto rendimiento) deja a las claras el posicionamiento de la marca con respecto a los actuales movimientos en materia de movilidad limpia y libre de emisiones, rendimiento, consumos, eficiencia, etc.
Un modelo eléctrico pensado para los circuitos
Y todo ello pese a que el futuro del Ariel Hipercar pasa, al menos de momento, exclusivamente por las pistas de los circuitos de competición, pues este será el único territorio por el cual el nuevo deportivo podrá circular, dado que por el momento no está homologado para poder ser utilizado en carreteras abiertas al tráfico. Sin embargo, y al igual que ya sucede con el McMurtry Speirling —modelo con el cual rivaliza y cuya información puedes ver en este enlace https://www.eventosmotor.com/?s=McMurtry+&post_type=el_desvan— en el futuro y si las ventas acompañan, bien podría llegar una versión específicamente homologada para su comercialización con tales fines.
Hipercar es el primer modelo 100 por cien eléctrico de Ariel. Su diseño exterior muestra un estilo super agresivo y de carácter muy radical que se ve aderezado con la adopción de numerosos elementos aerodinámicos tendentes todos ellos a la mejora de su rendimiento sobre la pista de los circuitos más que a mostrar un aspecto agradable y comercial. La imagen global del coche es ciertamente un tanto “peliculera”, pues no en vano la primera impresión que recibimos al ver el coche es que nos encontramos ante un vehículo resultante de la mezcla del Bat-móvil con un Transformer y los aditamentos aeronaúticos que se pueden ver en los aviones de Top Gun.
El Hipercar muestra un morro muy plano y puntiagudo plagado de oquedades y canales para dirigir los flujos de aire tanto hacia los laterales del coche como hacia la trasera, como hacia las numerosas oquedades abiertas en su carrocería con el fin de canalizar los caudales que han de refrigerar el funcionamiento tanto de sus motores como del tren dinámico del coche. Visto desde el retrovisor, el coche no es precisamente bonito ni atractivo, sino que se aprecia más como una amenaza que se acerca rápidamente hacia nosotros.
Una apariencia que visiblemente se ve más estrecha y achaparrada de lo que realmente es. El Hipercar mide 4,30 m de largo, 2,15 m de ancho y 1,35 m de alto, y pesa 1.556 kg. La vista frontal prosigue con un capó marcado por las dos grandes oquedades abiertas a lo largo para canalizar los flujos de aire que lo recorren en cuya zona intermedia se mantiene una zona central completamente rasa cuya función es dirigir el aire a la boca abierta sobre la cabina para alimentar de aire a la turbina dispuesta en su zona trasera.
La vista lateral es, por así decirlo, la más normalizada y acorde a la estética habitual de un coche convencional. El diseño plano de las amplias puertas de acceso a la cabina tiene mucho que ver en ello y, pese a la aparente simplicidad de las mismas, han sido uno de los elementos del coche en los que los ingenieros y diseñadores han invertido más tiempo y esfuerzo, a fin de garantizar al modelo. Ariel no es una marca que precisamente podamos decir que tiene experiencia en el desarrollo de puertas. De hecho, ninguno de sus vehículos conocidos hasta la fecha, las tiene.
Como todos los ingenieros saben, las puertas son uno de los puntos más críticos en el desarrollo de las carrocerías. De ellas depende en buena medida tanto la rigidez estructural como buena parte de la seguridad del vehículo. También se ven afectadas por vibraciones, y es preciso trabajar bien su diseño para garantizar la mayor calidad en materias de tanta repercusión de cara al confort de marcha como son su sellado, insonorización, estanqueidad, sensación de calidad tanto en la apertura como en el cierre de las mismas, etc.
Los ingenieros de Ariel han dedicado numerosos esfuerzos a asegurar cuanto es necesario para ello y, sin duda, la nueva disposición que han adoptado para colocar las bisagras o los innovadores pestillos eléctricos instalados van a llamar la atención de numerosos responsables de diseño del resto de fabricantes.
En cuanto a la vista trasera del Hipercar, su estética está fuertemente condicionada por la presencia de elementos y componentes aerodinámicos de grandes dimensiones en todas sus partes. Así, en la zona alta y arrancanco desde el techo de la cabina hacia la zona posterior, aparece una aleta dorsal para estabilizar la marcha del coche a altas velocidades. Esta aleta acaba al final del coche, en la zona central y justo por encima de la boca de salida de la turbina, dispuesta en la oquedad abierta entre dos alerones horizontales.
Curiosamente no cuenta con un alerón trasero al uso, sino que en su lugar dispone dos aletas a modo de end plates, una en cada extremo del coche, para ayudar a dirigir y controlar las escapatorias de los flujos de aire de la zona trasera del coche para facilitar la tan necesaria estabilidad lineal de marcha y aumentar los índices de carga aerodinámica sobre la trasera del vehículo.
La zona intermedia, la más plana de los tercios traseros está ocupada por cuatro radiadores de ventilación vistos, mientras que el inferior lo configura la presencia de un doble difusor de gran tamaño para favorecer la escapatoria de los flujos de aire procedentes de los bajos del vehículo, y contirubir así a la máxima generación posible del necesario efecto suelo y de la máxima carga aerodinámica posible que mantenga al Hipercar pegado al asfalto cuando circula a máxima velocidad sobre el asfalto de los circuitos, especialmente en los pasos por curva.
Bajo las formas de su radical carrocería se encuentra un chasis elaborado íntegramente en aluminio reforzado, con subchasis integrados tanto en la parte delantera como trasera del vehículo que pueden ser extraidos por completo para facilitar posibles intervenciones mecánicas y reparaciones y que están ambos igualmente elaborados en aluminio.
La estructura ha sido especialmente analizada y desarrollada para favorecer la máxima resistencia posible los vuelcos, y sus efectos se combinan con los que igualmente se producen en la estructura interior dispuesta en la zona de la cabina para ofrecer la máxima seguridad posible al piloto del vehículo.
Tanto elementos estructurales del coche como todos los paneles y elementos que componen la carrocería del Hipercar han sido elaborados mediante avanzados sistemas de impresión 3D en carbono, lo que además de conferirles una mayor rigidez y resistencia les permite contribuir fuertemente a incrementar la ligereza constructiva del deportivo de Ariel. De los más de 1760 kilos iniciales que pesaba el coche, los ingenieros han conseguido reducirlos ya a 1.556 kg y se espera que antes de ponerse a la venta el coche en 2024, el peso se haya podido reducir ya por debajo de los 1.500 kg.
Hasta el momento, de las suspensiones únicamente sabemos podemos avanzar que cuenta con tarados deportivos y que son regulables tanto en su extensión como en su dureza y resistencia a gusto del piloto para maximizar en lo posible su eficiencia sobre la pista del circuito, pues nada más ha trascendido sobre su posible configuración. Sí conocemos que cuenta con llantas de 20 pulgadas que Ariel ofrece tanto forjadas como elaboradas en fibra de carbono, y que sobre ellas se calzan unos neumáticos en medidas de 265/35 y 325/30 para los ejes delantero y trasero respectivamente
El Hipercar de Ariel se impulsa gracias a la potencia y el par que aportan los cuatro motores eléctricos Equipmake APM internos dispuestos cada uno de ellos en una de las ruedas, y dotados con inversores integrales y cajas de cambio reductoras de una única velocidad. Así, todas las ruedas son por tanto motrices. Cada uno de estos motores desarrolla de manera individual un par máximo de 450 Nm y aporta 295 CV de potencia, sumando en total una cifra de par de 1.800 Nm y una de potencia que se sitúa levemente por debajo de los 1.200 CV, registro que los ingenieros de Ariel esperan llegar a superar cuando se homologuen los registros y rendimientos del Hipercar.
Este se ofrecerá en versiones tanto de dos ruedas motrices con la potencia y el par disponibles algo más limitados, como esta de cuatro que la marca ya ha permitido a determinadas publicaciones especializadas británicas poner a prueba y comprobar los elevados rendimientos prometidos para el Hipercar. Los comentarios de las revistas hablan de capacidades de aceleración 0-100 km/h por debajo de los 2,1 segundos (2,09) y de 4,4 segundos en la aceleración de 0 a 160 km/h (0-10 mph). Ariel habla de unas velocidades claramente superiores a los 250 km/h a la que estaba limitada la unidad de pruebas cedida a la prensa británica, y de prestaciones similares, cuando no superiores a las de los hipercoches actuales dotados con motores térmicos.
Los motores eléctricos del Hipercar Ariel obtienen su energía de una batería de ion litio dispuesta en la zona central del coche bajo el piso para facilitar el mejor reparto de pesos posible y contribuir a rebajar su centro de gravedad. Ha sido especialmente diseñada para aguantar las necesidades de energía y las tensiones que habitualmente se generan durante el uso intensivo del vehículo en las competiciones en circuito. Es un diseño exclusivo de Delta Cosworth, especialista encargado del desarrollo y suministro del paquete de baterías para el Ariel, que contará con versiones de 62,2 kWh 56kWh y 42 kWh (esta última se ofrecerá únicamente en versiones con dos ruedas motrices y la mitad de potencia).
Compuesta en total por 18.650 celdas, la batería aporta una autonomía teórica superior a los 240 km, distancia más que suficiente según los ingenieros de la marca para su participación en las carreras. Aún así, Ariel añade en el hipercar un sistema especial de ampliación de la misma consistente en una turbina de gas capaz de alcanzar las 110.000 rpm que añade unos 50 CV adicionales al funcionamiento combinado de los motores eléctricos (unos 35 kW extra) y cuya función está orientada a favorecer la recarga de energía en la batería para proporcionar un rango adicional de kilómetros al coche durante la carrera, y no tanto a aportar impulso a sus ruedas. El funcionamiento de la turbina se activa automáticamente gracias al software específico de gestión de la batería que la hace entrar en funcionamiento mientras el vehículo circula a velocidades a partir de los 160 o los 190 km/h en función del modelo de batería de los anteriormente indicados que monte el vehículo. Esto permite mantener el nivel de exigencia máxima en el rendimiento del coche durante unos 15 minutos adicionales aproximadamente, lo que significa igualmente extender el número de kilómetros que es posible recorrer con una misma carga de batería, aunque los ingenieros y técnicos de Ariel no han indicado de cuantos se trata exactamente.
Para su funcionamiento, la turbina cuenta con un depósito de 35 litros para e-combustible o hidrógeno instalado en la trasera del coche. El escape de la turbina, dispuesto como dijimos en en el centro de la zona superior trasera del Hipercar, está identificado no sólo por su espectacular boca de salida de gases, también por claras señales de advertencia para evitar en lo posible que se ubiquen frente a ella materiales o personas mientras se encuentra en funcionamiento.
Tanto del interior como del comportamiento y tacto de conducción del Hipercar poco podemos contar, salvo mencionar algunos de los detalles que las revistas británicas que han tenido la oportunidad de conducirlo comentan. El coche carecer por completo de pantallas táctiles, dado que sus ingenieros consideran que estas resultan difíciles de usar en movimiento a alta velocidad y por tanto, por cuestiones de seguridad han considerado eliminarlas. La misma razón a la que aluden para disponer la botonería que permite controlar elementos como la posición de los espejos, los pestillos de cierre para las puertas y otros en el techo de la cabina.
Los comentarios de los especialistas británicos que han probado el coche mencionan igualmente el tosco tacto de manejo que el mismo ofrece, algo natural si tomamos en consideración que aún se trataba de una unidad pre serie cuya afinación y puesta a punto aún está pendiente de ser alcanzada en distintas pruebas y test que los técnicos de la marca han de llevar a cabo. Dirección, suspensión y frenos aún están por desarrollar y definir en sus reglajes y modos de uso y hasta el momento la atención de los ingenieros se ha centrado específicamente en el correcto funcionamiento de sus motores.
Avanzan igualmente la disponibilidad de hasta cuatro modos de conducción a bordo del Hipercar. Eco, Sport, Serious —en el que poder alcanzar los mejores tiempos por vuelta durante la competición— y Fun, en el que se ha dosificado la entrega de potencia para adecuarla a los requerimientos del piloto sobre el acelerador y la dirección con el fin de permitir un estilo de conducción que facilita el disponer de un eje trasero más deslizante que permita una conducción más divertida y plagada de sensaciones.
Dado que aún quedan prácticamente dos años antes de que el coche se ponga a la venta, hablar de posibles precios del mismo resulta un tanto inadecuado, especialmente si tomamos en consideración la actual evolución tanto de la inflación como de la economía en general. No hay cifras por parte de Ariel, pero alguno de los medios se ha aventurado y cifra en torno a los 1,6 millones de euros el valor a pagar por él cuando llegue al mercado en 2024, una cifra que consideran algo elevada a tenor de lo que han visto y de lo que han experimentado al conducirlo. El tiempo dirá si realmente lo es o no.
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