En los años 80, Honda buscaba revolucionar el mercado de los coches económicos y atraer a un público más joven. La marca japonesa presentó el Honda City en el Salón del Automóvil de Tokio en 1981, logrando un gran éxito con su diseño compacto, ligado a campañas publicitarias innovadoras. La versión original se ofrecía en variantes económicas y deportivas, además de configuraciones de furgoneta. Sin embargo, el enfoque de Honda cambió con el desarrollo de una versión más potente: el City Turbo, creado con la colaboración de Hirotoshi Honda, fundador de Mugen e hijo del fundador de Honda, Soichiro Honda.
El nacimiento del City Turbo y Turbo II
El Honda City Turbo sorprendió por su motor turboalimentado y la incorporación de mejoras en los frenos, suspensión y estética. La acogida de la prensa y el público fue positiva, lo que impulsó a Honda a desarrollar una versión aún más extrema: el City Turbo II, lanzado en octubre de 1983.
El Turbo II, apodado «Bulldog» por su aspecto robusto y ensanchado, introdujo un motor ER de cuatro cilindros turboalimentado con intercooler, una primicia en su categoría. Además, contaba con una función llamada “Scramble Boost” que aumentaba la presión del turbo por un breve periodo, lo que añadía un toque de emoción a la conducción.
Diseño Exterior: Estética Deportiva y Funcional
El City Turbo II se distinguía por su apariencia más agresiva y dinámica. Sus guardabarros estaban ensanchados para acomodar ruedas más grandes, y contaba con ventilaciones en los arcos traseros para mejorar la refrigeración de los frenos. Los parachoques se actualizaron a versiones del color de la carrocería, y el capó ahora presentaba una protuberancia más grande que le daba un toque más deportivo.
En los laterales, se eliminaron las franjas negras, sustituyéndolas por gráficos de “Turbo II” y nuevas faldillas que conectaban los guardabarros. En la parte trasera, se incorporaron luces traseras divididas, una nueva gráfica y un rediseño del parachoques. Estas modificaciones incrementaron las dimensiones del vehículo, haciéndolo 40 mm más largo y 55 mm más ancho.
Motor y Transmisión: Potencia Compacta
El motor del City Turbo II era una evolución del ER CVCC-II, ahora con turbo e intercooler, logrando una presión máxima de 0,83 bar, la más alta en un vehículo de gasolina sin plomo de su época. Gracias a estas mejoras, la potencia alcanzaba los 108 CV y un torque de 118 lb-ft, lo que mejoraba el rendimiento en comparación con la versión original del City Turbo, que producía 99 CV.
La función “Scramble Boost” permitía aumentar la presión del turbo en un 10% durante 10 segundos, ofreciendo un impulso adicional en situaciones de aceleración. Este motor se acoplaba a una caja de cambios manual de cinco velocidades, la misma que se encontraba en la versión Turbo estándar.
Chasis y Suspensión: Adaptado para la Agilidad
El chasis del City Turbo II mantenía la base de la versión estándar, con una estructura de acero prensado y una distancia entre ejes de 2220 mm. Sin embargo, para adaptarse al mayor rendimiento, se instalaron llantas de 13 pulgadas con neumáticos más anchos y una suspensión mejorada. Los frenos delanteros ventilados reemplazaron a los discos sólidos de la versión estándar, proporcionando una mejor capacidad de frenado.
El City Turbo II, a pesar de ser más pesado que su predecesor debido a su carrocería reforzada y componentes adicionales, mantenía una velocidad máxima de 180 km/h y mejoraba el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h a 8.3 segundos. La producción del City Turbo se detuvo en 1985, mientras que el Turbo II continuó hasta 1986, con una producción estimada de alrededor de 40,000 unidades entre ambos modelos.