El Jaguar XJ220 es uno de los coches más especiales que han salido nunca de la instalaciones de la firma británica, pero también es uno de los que tiene una historia más rocambolesca y con un final un poco agridulce. Cosas que aumentan el misticismo del modelo, pero que también explican porque se fabricaron tan pocas unidades, muchas menos de las que había intención de fabricar.
Fue un coche que desde el primer momento, se proyectó muy por encima de las posibilidades de Jaguar en aquel momento y finalmente, como seguro que sabéis, hubo que realizar muchos cambios que provocaron el cabreo y la retirada de muchos de los clientes que estuvieron interesados desde el primer momento. Se mantuvieron las prestaciones, se mantuvo el espectacular diseño, pero hubo cosas que cambiaron demasiado y muchos clientes se sintieron engañados.
El Jaguar XJ220 Pininfarina Special fue fabricado por encargo del sultán de Brunei
Aún así, el Jaguar XJ220 es un icono de la marca, un automóvil que se mantendrá siempre en el olimpo de los supercoches más espectaculares, gracias a su diseño, a sus más de 340 km/h y a sus más de 540 CV. Pero también por la obsesión que parecía tener el sultán de Brunei con este coche, pues compró nada menos que 20 unidades entre 1992 y 1995, 18 de ellos modelos de producción “normales”, otro fue el Jaguar XJ220-C ganador de su categoría en Le Mans de 1993 y el último, el número 20, era nuestro protagonista, el Jaguar XJ220 Pininfarina Special, petición exclusiva, obviamente, del sultán.
No hace falta aclarar que se encargó el diseño a Pininfarina, ya lo confirma su denominación, pero no deja entrever todas las modificaciones que se le hicieron al coche, porque van más allá de una carrocería nueva. Al sultán de Brunei le gustaban las creaciones exclusivas, pero también era muy dado a pedir mejoras técnicas y cambios en algunos apartados. El dinero no era un problema y las marcas estaban encantadas con estos encargos, los cuales dejan muchos ingresos.
La base para esta creación fue un Jaguar XJ220 de 1992 con número de chasis SAJJEAEZ7AX220889, el cual conserva todo el apartado del bastidor casi intacto, pues se montó una caja de cambios Williams F1 con levas en el volante, se cambió la dirección asistida, se revisó por completo el sistema de refrigeración y todos los sistemas electrónicos fueron rediseñados y fabricados nuevamente, un trabajo del que se encargaron los ingenieros de Italtecnica, en Turín.
Estéticamente los cambios son apreciables a simple vista, pues el coche cambia totalmente. Lo único que se mantiene del Jaguar XJ220 original son las llantas, el resto es completamente nuevo y estudiado aerodinámicamente. De la fabricación de los paneles de la carrocería se encargó la empresa Coggiola, cuya sede también estaba en Turín.
Tampoco quedaba del habitáculo original, recibiendo toda serie de elementos específicos: volante, salpicadero, consola central, asientos indicadores, pedales, paneles de las puertas, tapicería…
Como muchos otros coches del sultán de Brunei, cuya colección se cifra en más de 5.000 coches, según llegó fue guardado y allí se dejó. Los expertos afirman que costó en su día cerca de 1,5 millones dólares, una auténtica locura a comienzos de la década de los 90, pero Pininfarina nunca desveló el costo total. De hecho, hay quien dice que en realidad pidió dos unidades.
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