Posiblemente, el nombre de Jowett no te diga nada de nada. Es una firma británica desaparecida en 1954, cuyo catálogo de modelos era, según cuentan desde Silverstone Auctions, bastante extravagantes. El caso es que sus coches eran divertidos y eficaces, coches deportivos como se hacían entonces, pequeños, ligeros, de tacto directo; sólo decir que John Surtees o John Willment tenían, uno puede dar una idea de cómo eran los coches de Jowett.
Su coche más famoso y popular fue el Jowett Jupiter, un pequeño roadster típicamente británico con un motor de 1.486 centímetros cúbicos, cuatro cilindros, carburadores dobles y una relación de compresión bastante alta para la época, capaz de rendir 60 CV y de alcanzar los 140 km/h, gracias a una caja de cambios manual de cuatro relaciones con sicronización en las tres primeras.
El Jowett Jupiter Mk 2 nació en 2011, pero el proyecto inicial databa del año 1952
Fue un éxito instantáneo, llegando incluso a ganar en Le Mans en 1950, en la clase 1 del Rallye de Montecarlo de 1951, victoria absoluta en el Rallye de Lisboa de 1951 y victoria de clase en la carrera de cuatro horas de Dundrod (en vías públicas) en 1951. Se hicieron cerca de 900 unidades del Jowett Jupiter, incluidas las versiones de carreras (561 unidades con volante a la derecha) y se cree que perviven al menos la mitad de todos ellos.
Dado el enorme éxito de su roadster, Jowett tenía proyectado el lanzamiento de una segunda versión, un Jupiter MK 2, pero se quedó en proyecto pues la compañía cerró en 1954. La carrocería tenía mucho en común con el Jupiter R4 de competición fabricada con fibra de vidrio y que tampoco entró en producción, creando tres prototipos los cuales, se cree que han sobrevivido. No ocurrió lo mismo con el MK 2, del que sólo se llegó a crear los planos del coche. Planos que un entusiasta encontró en 1979 y el restaurador especialista en Jowett, Allan Fishburn, compró en 2008.
Con los planos en la mano, Fishburn se propuso construir su propia unidad del Jowett Jupiter MK 2, utilizando un chasis y el motor de un Jupiter MK 1A accidentado, recreando la carrocería de los planos con aluminio. Según la fuente consultada, el proyecto terminó en 2011, pasando a su propietario actual en 2016, quien envió el coche a TW Brotherton, en Blockley, para una restauración. Una vez en los talleres, se desmontó el coche por completo, se volvió a fabricar de nuevo los paneles del vano motor y del maletero, se realinearon todos los paneles de la carrocería y se repintó todo de nuevo. Fueron necesarias 296 horas de trabajo y más de 10.000 libras de inversión (11.625 euros aprox.).
Una grave lesión en la espalda detuvo el proyecto, pero una vez recuperado, retomó la restauración del Jowett Jupiter MK 2, aunque casi habría que decir que se continuó con la construcción del coche. Así, se pasó a la instalación de nuevo cableado y una nueva instrumentación y se mandó al especialista MB Restoration, experto en la reconstrucción de Jowett. Fue entonces cuando se restauró la caja de cambios de origen Ford (con cinco relaciones) y el motor, se instaló un nuevo depósito de gasolina de aluminio, radiador y calandra frontal creados ex profeso y muchas partes del habitáculo.
Tras completar el trabajo, el Jowett Jupiter MK 2 acabó almacenado y desde entonces sólo ha recorrido unas 40 millas más o menos (unos 65 kilómetros). Una enorme inversión para fabricar, literalmente, un coche de 1952, para acabar posteriormente guardado y sin usar. Un coche único en el mundo, diseñado en la década de los 50 y fabricado en 2011, el cual apenas ha sido usado nunca. Ahora, si lo quieres, el precio estimado es de unas 30.000 libras. Casi el mismo importe que se ha invertido en su construcción.
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