La anulación del Salón del Automóvil de Suiza del año pasado deslució por completo el lanzamiento del Gemera, el nuevo Superdeportivo híbrido de cuatro plazas que el fabricante sueco Koenigsegg lleva todo este último año tratando de poner en el mercado como realmente merece.
Con el Gemera, Koenigsegg quería poner “patas arriba” el mercado de los Gran Turismo de muy altas prestaciones. Para ello no solo ha dotado al modelo de un muy atractivo estilo y diseño exterior, también le ha proporcionado una unidad de potencia híbrida realmente especial e innovadora que le aporta una potencia descomunal.
El Koenigsegg Gemera ha sido concebido como un vehículo destinado a proporcionar el mayor placer de conducción
El diseño exterior del Gemera mantiene algunos de los reconocibles rasgos de estilo que habitualmente Koenigsegg introduce en sus vehículos. El primero de ellos, las envolventes formas de su parabrisas, inspiradas directamente en las formas de un caza de combate; también la visible ausencia de pilares A que la pantalla cristalina de la superficie acristalada provoca y las formas simples de su carrocería, con unos muy cortos voladizos delanteros y traseros, grandes tomas de aire abiertas en los laterales y la aparente ausencia de pilares b que sus puertas diédricas de gran tamaño provocan. Elementos que en el Gemera se combinan especialmente con su combinación frontal, para evocar poderosamente al que fuera el primer prototipo de la marca sueca, el Koenigsegg CC de 1996.
Pero en todo caso, ya sea como Gran Turismo o, como dice la propia Koenigsegg, Mega-GT, el Gemera ha sido concebido como un vehículo destinado a proporcionar el mayor placer de conducción y confort posibles en viajes de largo recorrido efectuados al máximo rendimiento posible. Y eso que no se trata de un súpercoche de pequeño tamaño. Su distancia entre ejes alcanza los 3 metros, una batalla que además de resultar más que generosa es idónea para poder disponer de un habitáculo interior espacioso y dotado del mayor confort posible a la vez que también favorece el desplazamiento del coche con un confort y estabilidad lineal sin precedentes en el segmento.
Tan generosa cota de distancia entre ejes (superior a la de muchas berlinas del segmento D) permite disfrutar de una capacidad interior más que suficiente y holgada para cuatro personas a bordo, el conductor y tres acompañantes, que viajarán cómoda y seguramente sentados en los espectaculares asientos viscoelásticos de regulación electrónica que los ingenieros del fabricante sueco han instalado a bordo. Habitáculo, al que además se puede acceder de manera realmente cómoda gracias a la amplitud de sus dos puertas (sólo una por cada lateral del coche), cuyas estudiadas formas ofrecen una gran facilidad a los ocupantes de las plazas posteriores para acceder a sus asientos, la cual también se ve maximizada gracias a la apertura diédrica de las mismas.
El interior del Gemera cuenta con una terminación y acabado realmente llamativos, que además de elegante ofrece un carácter muy deportivo. Los pasajeros viajarán sentados todos ellos en uno de los cuatro cómodos asientos individuales dispuestos a bordo. El salpicadero es una completa sucesión de pantallas digitales.
Arranca con la dispuesta a la izquierda del conductor para visualizar la visión trasera que ofrece la cámara que sustituye al retrovisor exterior izquierdo, le sigue la pequeña de dimensiones pero muy eficaz informativamente hablando instrumentación digital dispuesta tras el volante y la muy amplia y vertical pantalla digital dispuesta en el centro del salpicadero, donde se ofrece toda la información tanto de los sistemas auxiliares y de confort del vehículo, (navegación, calefacción, etc) así como la del sistema de infoentretenimiento a bordo (complementado con un muy completo equipo de audio con 11 altavoces). Y el despliegue de pantallas termina con la dispuesta a la derecha del salpicadero, donde se visualizan las imágenes que capta la cámara que hace las veces del retrovisor lateral derecho.
La unidad de potencia del Gemera está compuesta por cuatro motores, tres eléctricos y uno térmico. De los eléctricos, dos dedican sus esfuerzos a proporcionar potencia y par a las ruedas del eje trasero (500 CV a cada una de ellas), mientras que el tercero, adosado al cigüeñal, permite transferir par a las ruedas del eje delantero.
En total, aportan unos nada “despreciables” 1.115 CV de potencia máxima, a los que se suman los 608 CV y 600 Nm que produce el motor térmico, de 2.0 litros de capacidad. Se trata de un pequeño bloque de tres cilindros en línea al que se le ha incorporado un doble turbo. Este “pequeño gigante amistoso” (apelativo cariñoso que los ingenieros suecos han puesto al motor TFG), puede además consumir cualquier tipo de combustible renovable, desde etanol a la gasolina convencional, pasando por el E85 o metanol. La mecánica también resulta de interés por las diferentes curiosidades que va aporta, entre ellas la distribución sin válvulas que incorpora.
Y es que para el Gemera, Koenigsegg ha previsto la posibilidad de emplear todo tipo de combustibles para este modelo el uso de un combustible especial, el Vulcanol, elaborado a partir de materiales extraídos de los volcanes, con los que se reduce considerablemente los efectos contaminantes de la combustión procedentes de los combustibles fósiles.
El resultado de todo ello: 1.724 CV de potencia máxima conjunta y nada menos que 3.500 Nm de par máximo. Cifras que aterran solo de pensar en como se llevarán al suelo y que hacen que el Gemera “vuele” literalmente pegado al asfalto. A pleno rendimiento, el nuevo deportivo sueco acelera de 0 a 100 km/h en apenas 1,9 segundos y puede mantenerse circulando en modo 100 por cien eléctrico durante hasta 50 km circulando a velocidades de hasta 300km/h. Y sí, además, al ser un híbrido enchufable, en su parabrisas podrá llevar tranquilamente la pegatina Cero de la DGT. El rango de autonomía del Gemera, que cuenta con un depósito de combustible de 75 litros supera, según informa Koenigsegg, con sus cuatro motores, los 1000 km de alcance.
Prestaciones y autonomía eléctrica ciertamente sorprendentes para un modelo que además roza casi las 2 toneladas de peso (1.850 kg) pese a que está elaborado a partir de un chasis y una estructura elaboradas en fibra de carbono, elementos elaborados íntegramente a mano para hacerlos realmente efectivos.
Como detalles técnicos del Gemera, también se pueden citar como de interés la direccionalidad de las ruedas del eje trasero, que facilitan tanto la maniobrabilidad del coche a baja velocidad como la estabilidad y control del mismo cuando se circula a los rendimientos elevados que su mecánica híbrida permite.
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