Hubo una vez en la que Porsche tuvo la osadía de crear un automóvil con la ayuda de Volkswagen y de Audi, uno además con motor delantero con cuatro cilindros que tenía origen Audi. Un atrevimiento que circuló por las calles bajo el nombre de Porsche 924, pero que en realidad tiene mucho de Porsche y poco de Volkswagen, pues estos últimos acabaron por retirarse del proyecto y dejaron a los primeros en solitario.
Si somos totalmente fieles a la historia, tampoco es correcto que Volkswagen se retirara. Por aquellos años estaba en circulación el Porsche 914, un proyecto realizado entre Porsche y Volkswagen que necesitaba un reemplazo. Hubo conversaciones entre Volkswagen y Porsche para el desarrollo de un deportivo de tracción delantera, que debería ocupar el hueco del mencionado 914. Ese sustituto finalmente acabó por desarrollarse de forma interna dando lugar al Volkswagen Scirocco, dejando a Porsche el proyecto casi acabado.
El Porsche 924 Carrera GTR, es una bestia para circuitos que, a simple vista, parece un Porsche 944 llevado a más, pero que en realidad es un 924
Porsche recondujo este proyecto y finalmente acabó siendo el Porsche 924, un coche con el que se quiso abrir el abanico de posibles clientes. El Porsche 911 no siempre fue el niño mimado y el coche intocable que es actualmente. Ahora, nadie pensaría en retirarlo del mercado, pero a finales de los años 70 el concepto estaba caduco y requería de un reemplazo. Además, era muy caro y reducía drásticamente los posibles clientes.
Así, con el nuevo 924, Porsche ponía en práctica dos cosas. Por un lado, ofrecía un escalón de acceso a la marca y permitía que un mayor número de clientes pudieran adquirir un Porsche, facilitando la llegada de dinero y, por tanto, la rentabilidad. Por otro lado, se experimentaba con una nueva configuración para la marca: el motor delantero con cilindros en línea refrigerado por líquido y caja de cambios en el eje trasero (transaxle), una configuración que se emplearía para el que realmente se había creado para reemplazar al 911: el Porsche 928 (salió al mercado justo un año después).
Con motores Audi hasta 1984
Podemos resumirlo de la siguiente manera: Porsche completó el desarrollo del modelo y lo puso en circulación, aprovechando el trabajo realizado para Volkswagen. ¿Por qué tirar a la basura todo lo realizado hasta el momento? Sin embargo, se mantuvo el motor de origen Audi, unos cuatro cilindros, que se usaba en el Audi 100 y que la firma de Stuttgart modificó debidamente para la ocasión, rindiendo 125 CV. El uso de este bloque se debía, sencillamente, a que Porsche no tenía nada similar en su banco de órgano ni experiencia en el desarrollo de estos motores. Por aquellos años, Porsche usaba motores refrigerados por aire y boxer, a excepción del Porsche 928, que llegó inmediatamente después de nuestro protagonista y animado por un propulsor V8 refrigerado por líquido.
La situación del motor, el número de cilindros, la refrigeración líquida y su origen Audi fueron criticados por los puristas desde el primer momento. El Porsche 924 nació con el estigma de no ser “un auténtico Porsche”, aunque no parecía importar porque las ventas pronto justificaron su existencia. Y obviamente, Porsche comenzó a crear nuevas versiones más potentes, sobre todo a partir de 1984, cuando dejó de contar con los motores de Audi. Pero existió una versión realmente “gorda” con genes Volkswagen/Audi, solo se fabricaron 17 ejemplares y hoy es una pieza codiciada por los coleccionistas.
Nos referimos al Porsche 924 Carrera GTR, una bestia para circuitos que, a simple vista, parece un Porsche 944 llevado a más, pero que en realidad es un 924. El Porsche 944 es el coche que ocupó el hueco del Porsche 924 como escalón de acceso a la gama y era, básicamente, una evolución del mismo.
375 CV y 930 kilos de peso
Una de las versiones más famosas y deseadas del 924 es el Turbo (como buen Porsche), que tuvo a su tiempo dos variantes especiales, las 924 Carrera GT y 924 Carrera GTS, que se desarrollaron sobre la base del mencionado Porsche 924 Turbo y tenían como objetivo homologar las variantes de competición. La siguiente variante del 924 Turbo pensada para homologar las versiones de carreras era el Porsche 924 Carrera GTR, el más radical de todas las variantes que tuvo el primer transaxle de Stuttgart.
Cuando se habla de radicalidad en el Porsche 924 Carrera GTR, se hace referencia clara a los coches de competición. Estaba equipado con jaula antivuelco, refuerzos bajo el capó, la carrocería estaba realizada con paneles de aluminio, uretano y fibra de vidrio. Los ejes y los frenos se tomaron prestados del Porsche 935. La caja de cambios de cinco marchas y relación cerrada estaba unida a un diferencial trasero de deslizamiento limitado y a un radiador exclusivo para la transmisión. La suspensión era ajustable en todas sus cotas con muelle de titanio fabricados por Bilstein.
Bajo el capó seguía habiendo unos cuatro cilindros del 924 Carrera GT (con 210 CV en sus versiones de calle), pero se revisó y se rediseñó en muchos de sus apartados. Se empleaba lubricación por cárter seco y un intercooler más grande, además de otros cambios internos que le permitieron llegar a los 375 CV y superar por poco los 400 Nm de par, encargados de mover únicamente 930 kilos.
Era una bestia que llegó a competir en Le Mans. De las 17 unidades que se fabricaron, nueve de ellas corrieron en la prestigiosa prueba francesa, mientras que dos de ellos fueron a Japón y el resto acabó guardado en diferentes colecciones. La unidad de las fotos, subastada por RM Sotheby’s (superó los 400.000 euros), es una de las unidades que viajó a Japón y que estuvo durante varios años en los almacenes de un importador.
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