Renault es una de las marcas del automóvil con más tradición. Para muchos, es la marca francesa por excelencia. Posee muchos modelos icónicos: el 4CV, el Dauphine, el Renault-Alpine A110, el R5 Maxi Turbo, el Clio, el Megane, etc. Hoy nos vamos a centrar en un clásico de los años sesenta, el Renault 8 o también conocido como R8.
RENAULT R8, EL SUCESOR DEL DAUPHINE
El Renault 8 fue un automóvil del segmento C que produjo la marca francesa durante la década de los sesenta y principios de los setenta. Fue lanzado al mercado en julio de 1962 como el sucesor del Renault Dauphine. Este modelo se asemejaba mucho en lo estético al Alfa Romeo Tipo 103 de 1960. Esto se debe a que Alfa Romeo y Renault tuvieron una relación comercial entre los cincuenta y sesenta. Esta es la razón por la que en esa época, hubiese modelos con diseños parecidos entre ambos fabricantes. Incluso tenemos el caso de que la propia Alfa Romeo fabricaba en Italia unidades de modelos de Renault y viceversa, que Renault fabricaba en Francia unidades de modelos de Alfa Romeo. Lo que de verdad hizo que este automóvil pasase a la historia fue, sin duda, el uso de frenos de disco en las ruedas delanteras, un rasgo inédito hasta entonces para vehículos de su tamaño, ya que hasta entonces utilizaban frenos de tambor. La producción de este modelo duró desde 1962 hasta 1971 en Francia, aunque no en todos los países cesó su producción al mismo tiempo. En España, por ejemplo, no se dejó de producir hasta 1976. Como dato curioso, en Rumania, el R8 fue producido entre 1968 y 1971 con el nombre de Dacia 1100.
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
Para suceder al Dauphine, el coche se proyectó en un tiempo récord de dos años bajo el mando del diseñador Phillipe Charbonneaux, que también trabajó en el diseño del icónico Renault 4CV. Este nuevo modelo conocido como Renault 8, era un coche que continuaba con el concepto técnico de “todo atrás”. Es decir, contar un motor longitudinal colgado tras el transeje formado por caja de cambios y diferencial. Esta simplicidad técnica hacía que este coche fuese un modelo familiar fiable y bastante confortable a la hora de conducirlo. Mantuvo la robusta transmisión por ejes oscilantes de sus predecesores. Las dimensiones del coche eran 3.990 milímetros de longitud, por 1530 milímetros de altura, por 1490 milímetros de anchura. El motor trasero era de 956 centímetros cúbicos y la potencia era de 44 caballos. Con el paso de los años, este modelo fue recibiendo actualizaciones en su motor. En 1964 se lanzó una versión más potente en comparación con el modelo original de 1962. Este R8 actualizado poseía u motor que superaba los 1.000 centímetros cúbicos de cilindrada (1.108 cc) y alcanzaba los 50 caballos de potencia.
RENAULT R8 GORDINI, LA VERSIÓN MÁS COMPETITIVA
Las mejoras no acabaron ahí. También en ese año 1964, la marca lanzó una versión todavía más potente. El modelo 8 R1134. A primera vista dicho nombre puede que no nos diga nada, pero si decimos que también era conocido como el R8 Gordini, probablemente la cosa cambie. Esta nueva versión contaba con un motor de 90 caballos de potencia. Esa potencia adicional en un motor del mismo tamaño que las versiones anteriores, se consiguió a través de un cabezal de flujo cruzado. Se instaló una transmisión manual de cuatro velocidades, amortiguadores traseros dobles y resortes mejorados. El R8 Gordini le dio un perfil más agresivo a este modelo, ya que, originalmente, el color identificativo de este modelo era el inconfundible azul Francia. Sin embargo, con el R8 Gordini, se incorporaron dos franjas blancas adhesivas, que le daban un toque más competitivo.
De hecho, este coche llegó a pasar a la historia también en el ámbito de la competición. Por un lado, estuvo participando en diferentes rallies, siendo sus éxitos más conocidos la triple victoria consecutiva en el famoso Tour de Corse (Rally de Córcega) entre los años 1964 y 1966, en una época en el que el actual Mundial de Rallies de la FIA todavía no se organizaba. Y, por otro lado, el modelo R8 Gordini también ha entrado en la historia de la competición por ser el padre de las copas monomarca. Actualmente, es muy normal ver torneos de motor basados en carreras conformadas por un modelo de calle una marca concreta que ha sido modificado para competir, como la Porsche Supercup, la Ferrari Challenge, la Copa Clio o la Lamborghini Super Trofeo. Sin embargo, tenemos que agradecer al R8 Gordini por crear este concepto de automovilismo, ya que en 1966, con el nacimiento de la R8 Gordini Cup, nacieron las copas monomarca.
En definitiva, el R8 no solo es un modelo cargado de historia y de curiosidades, tanto en las calles como en los circuitos, sino que también ha sido un modelo que, por diferentes razones, ha supuesto un punto de inflexión tanto en la marca Renault como un el mundo del automóvil en general.
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