
En nuestro primer capítulo de los modelos históricos de competición de la marca Alpine, hablamos de las hazañas logradas por la versión de rally del Alpine A110, cuyo mayor éxito fue lograr el título en la primera edición del Mundial de Rallies de la FIA en 1973. Hoy, vamos a realizar un segundo capítulo de modelos de competición de Alpine que han pasado a la historia. Nos vamos a centrar en el Alpine-Renault A442B, un modelo que en 1978 logró llevarse la victoria absoluta en las 24 horas de Le Mans ¡Comenzamos!
Origen del proyecto
Alpine había estado trabajando de manera muy estrecha con Renault desde 1971 y, para el comienzo del proyecto del modelo A442 en 1975, las compañías estaban ya prácticamente fusionadas. La adquisición de Alpine por parte de Renault no se haría oficial hasta principios de 1976. Con esta adquisición, Renault heredó el programa de prototipos deportivos de Alpine, siendo el A442 un proyecto conjunto de ambas marcas, de ahí que el nombre oficial del modelo llevara tanto el nombre de Alpine, como de Renault y, además, utilizaba el clásico color amarillo y negro de Renault, en vez del azul francés de los Alpine.
Diseño y características técnicas del A442B
El Alpine A442 equipó un motor Renault-Gordini de 2 L y contaba con un gran turbocompresor que le proporcionaba una potencia de 490 CV. Durante los tres años siguientes, la potencia sería aumentada hasta superar la barrera de los 500 CV, 520 para ser exactos.
El coche estaba equipado con un chasis de acero, revestido con una carrocería de fibra de vidrio. La extensa cola hacía que la longitud de la carrocería fuera más larga de la cuenta, cosa que pasaba también con otros modelos de Resistencia de la época como el famoso Porsche “Moby Dick”. Esta filosofía a la hora de diseñar el coche hizo que tuviera una gran eficiencia aerodinámica y, como consecuencia de ello, que alcanzara la máxima velocidad posible en la larga recta de Mulsanne de Le Mans, que por aquel entonces carecía de las dos chicanes que conocemos hoy en día.
Oficialmente el coche, que originalmente se bautizó como A442, debutaría en pista en los 1000 km de Mugello de 1975 con los galos Jean-Pierre Jabouille y Gerard Larousse al volante. Debutaron de la mejor manera posible, con una victoria. Sin embargo, habría que esperar unos años a que el coche fuese recordado por todos. En los 300 km de Nürburgring de 1976, dos unidades de este modelo monopolizaron la primera fila de la parrilla, pero ambos se estrellaron en la salida. La fiabilidad tampoco acompañó demasiado en los primeros años del coche, sin embargo el coche siguió mejorando.
Después de realizar pruebas en el túnel de viento durante el otoño y el invierno de 1977, el modelo recibió para 1978 una gran actualización y se le rebautizó con A442B con el propósito de conseguir su victoria deseada, la de las 24 horas de Le Mans.
La victoria absoluta en las 24 horas de Le Mans de 1978
Este ambicioso programa de desarrollo del A442B dio sus frutos en la carrera de casa. Para la edición de 1978 de Le Mans, Alpine-Renault inscribió tres coches: un antiguo A442, que fue renombrado a A442A, y el A442B, y también un A443. También el equipo privado Ecurie Calberson inscribió un segundo A442A.
El trabajo de desarrollo que Renault llevó a cabo durante todo 1977 con este modelo, hizo que en 1978 plantara cara a los dominantes Porsche 936 Turbo. Durante la carrera, el modelo A443 se puso líder, pero el motor dijo basta en la hora 18 de carrera. El A442A sufrió también problemas de fiabilidad, al romperse la transmisión. El único Alpine-Renault oficial que sobrevivió a los problemas mecánicos fue el A442B, que estaba pilotado por los franceses Didier Pironi y por Jean-Pierre Jaussaud.
El abandono de dos Porsche 936 ayudó a que el A442B heredara el liderato. El A442B conservó la cabeza de carrera durante las dos últimas horas y finalmente logró la victoria, quedando por cuatro vueltas de diferencia por delante del Porsche que quedó segundo. El Alpine-Renault A442B privado tampoco lo hizo mal. La fiabilidad lo respetó y quedó cuarto absoluto, justo por detrás de los dos Porsche 936 que sobrevivieron a las averías y accidentes.
Alpine-Renault, con el A442B, logró ser el primer y, único coche hasta la fecha de ambas marcas, que logró ganar las 24 horas de Le Mans en la categoría absoluta, y fue la primera marca gala en ganar en La Sarthe desde Matra en 1978, y la última hasta la victoria del Rondeau de 1980.
