El Nomad fue un modelo de la marca estadounidense Chevrolet que se comercializó entre las décadas de los 50 y 70. Debutó como coche conceptual en el año 1954 y se comercializó durante tres generaciones diferentes con líneas de modelo totalmente distintas. Aquí veremos el proceso evolutivo de la estética esas tres generaciones del Nomad, qué nombres tenían, algunos datos técnicos y los años en los que estuvo en producción.
PROTOTIPO ORIGINAL
1954 fue el año de debut de este modelo, aunque habría que esperar un año más para verlo en la calle como un modelo comercial. General Motors (GM) mostró este concepto como un “dream car” o coche de ensueño. El vehículo solo sería aprobado para su producción en el mercado estadounidense siempre y cuando el diseño de este nuevo coche se pudiera transferir a un modelo estándar de la marca ya en producción. Esto se debió a que la directiva de General Motors estudió la posibilidad de vender más unidades si fusionaban este coche con el diseño del icónico Chevrolet Bel-Air. Por esta razón, a partir de 1955 no era extraño ver que este automóvil se le conocía coloquialmente por los estadounidenses como Chevrolet Bel-Air Nomad. Esta es la explicación por la cual, una de las generaciones del Nomad, acabó adoptando ese mismo nombre.
TRI-FIVE. LA PRIMERA GENERACIÓN
Cuando se empezó a producir el Nomad en 1955, se comercializó como una “camioneta deportiva” o Sport Wagon de dos puertas. Fue concebido, comercialmente hablando, como la contraparte del Pontiac Safari. Es cierto que ambos modelos compartían un chasis y una línea de techo idénticos, haciendo que estéticamente fueran muy parecidos. La primera generación del Nomad tenía un motor V8 con 4.300 centímetros cúbicos de cilindrada (4.3L). También había otra versión que era de 4.6 L. Tenía una distancia entre ejes de 2-921 mm y una longitud de 5-105 mm. Esta primera versión del Nomad tuvo un paso efímero en el mercado, ya que se comercializó entre 1955 y 1957.
BEL-AIR. SEGUNDA GENERACIÓN
Para el salto a la segunda generación en 1958, tenemos un cambio bastante llamativo. Con el Bel-Air, el Nomad ya no era una camioneta deportiva de dos puertas Ahora pasaba a ser una de cuatro. A diferencia de la generación anterior, aquí se contó con numerosas versiones según la cilindrada del motor. El Bel-Air llegó a poseer hasta cuatro versiones. La versión de menos cilindrada era de 3.9 L y un motor de seis cilindros en línea. Este último detalle es bastante curioso, ya que fue la única versión del modelo que se vendió al público con un motor de cilindros en línea. La versión posterior poseía un motor V8 de 4.600 centímetros cúbicos (4.6 L), al igual que pasaba con la mejor versión del Tri-Five. Otra versión era de 5.7 L, mientras que la versión más alta poseía 6.700 centímetros cúbicos. Ambos equipados también con un motor V8. En cuanto a la distancia entre ejes, se aumentó con respecto al Tri-Five, ahora sería de 3.023 milímetros. El período de comercialización del Bel-Air no sería más largo que el de su modelo predecesor, ya que su producción duró desde 1958 hasta 1961.
CHEVELLE, LA GENERACIÓN FINAL
Después de un vacío de seis años, Chevrolet tomó la decisión de resucitar al Nomad para el año 1968. Si la primera generación recibió el nombre de Tri-Five, y la segunda la de Bel-Air, la tercera también poseería un apodo, y ese fue el de Chevelle. Y es bastante curioso el motivo. Chevelle es el nombre que recibió un modelo diferente de Chevrolet que era anterior a este. De hecho, las dos generaciones anteriores del Nomad, se crearon para ser unas “camionetas Chevelle” con un precio más económico para los conductores. Es decir, eran Chevelles más baratos, pero esta nueva generación del Nomad no era una versión barata de un Chevelle, sino un reemplazo. Ya que se concibió para sustituir a la camioneta Chevelle 300, de ahí la razón por la que se pasó casi toda la década de los sesenta sin producirse modelos del Nomad. Esta última generación poseía plazas para seis pasajeros. Esta versión final del Nomad experimentó algunos cambios en la estética conforme iban avanzando los años de producción. Esta generación continuaba con el concepto de las cuatro puertas como el Bel-Air y su producción abarcó cinco años, desde 1968 hasta 1972.
La conclusión que podemos sacar de las diferentes generaciones del Nomad es la siguiente. Su efímera producción no hace que coloquemos al Nomad como uno de los modelos más icónicos de Chevrolet, un honor que poseen otros modelos de la marca de la pajarita como el Corvette o el Camaro, pero sí estuvo el tiempo suficiente como para entrar en la historia, y sobre todo, llamar la atención a los aficionados a los automóviles clásicos por su peculiar forma de camioneta familiar, pero al mismo tiempo, de camioneta deportiva.
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