El futuro superdeportivo eléctrico que Lexus está desarrollando para continuar con la saga del LFA sigue adelante su camino. Según manifestó hace apenas un año Akyo Toyoda, CEO de Toyota “Lexus desarrollará un automóvil deportivo eléctrico a batería que heredará tanto el gusto de conducir como la ‘salsa secreta’ que esconde el LFA”. En el último evento de la marca celebrado este año, Toyota ha dado a conocer 15 vehículos eléctricos para esta próxima década, entre los cuales se encuentra un presumible Lexus LFR que debería llegar al mercado antes de 2030.
Lexus quiere aprovechar las oportunidades que la electrificación ofrece para incrementar el rendimiento de su vehículo más deportivo al tiempo que añadir nuevas recompensas al conductor en cuanto a la experiencia que recibe cuando se sienta ante su volante. Para la marca japonesa la inigualable experiencia que en materia tecnología pueden llegar a ofrecer en el mercado de los automóviles de lujo los vehículos electrificados es la base del futuro de los nuevos sistemas avanzados que el fabricante del grupo Toyota tiene previsto desarrollar.
Así, Lexus ha trazado un nuevo rumbo para el desarrollo de nuevas tecnologías y vehículos que maximicen el potencial que la electrificación ofrece no sólo para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones, también para ofrecer mayores niveles de rendimiento, dinámica y participación del conductor. El fabricante japonés ha reunido a los medios de comunicación en un reciente foro celebrado en las cercanías de Bruselas, durante el cual además de proporcionar el estado actual de su hoja de ruta para la electrificación y la neutralidad en carbono, Lexus Electrified, también ha dado a conocer algunos de los innovadores diseños e ingeniería que caracterizarán a los modelos de nueva generación que va a presentar hasta 2030.
Lexus va a continuar durante esta próxima década desarrollando una gama de tecnologías electrificadas para híbridos eléctricos enchufables también en VE híbridos y eléctricos de batería para satisfacer las necesidades de los clientes y los entornos de conducción en todo el mundo. Según Pascal Ruch, vicepresidente de Toyota Motor Europe (TME) y máximo responsable al frente de Lexus Europa “todo el desarrollo futuro de la marca se basará en el principio de aprovechar la electrificación para reinventar la experiencia de conducción que nuestros modelos ofrecen. Queremos que nuestros vehículos sean realmente agradables de conducir”. Para Lexus los vehículos eléctricos de batería van a “tomar la delantera” pese a que “persistan los desafíos en materia de infraestructuras y suministro de electricidad durante los próximos años”.
El híperdeportivo LFR será el arquetipo de los próximos modelos de Lexus que irán incorporándose a la gama del fabricante japonés durante estos próximos años. Además del biplaza, Lexus añadirá un shooting brake de cuatro puertas, un nuevo modelo descapotable, una berlina similar en cuanto a su formato al actual IS y dos nuevos vehículos SUYV, todos ellos, por supuestos, impulsados por la electricidad acumulada en sus respectivas baterías.
Todos ellos partirán de una misma plataforma común, la misma sobre la cual también se desarrollará igualmente el deportivo LFR y que podrá utilizarse tanto para crear vehículos de propulsión trasera como de tracción a las cuatro ruedas y que albergará una arquitectura de batería plana. Para ello, Lexus va a utilizar las baterías de estado solido que actualmente desarrolla el grupo Toyota y que Lexus también tiene previsto instalar en sus coches. Estas nuevas baterías les proporcionarán rangos de autonomías de unos 700 o más km y que en el nuevo LFR permitirían aceleraciones fulgurantes por debajo de los 2 segundos en el 0-100 km/h, aunque tal tipo de uso de continuo como es lógico, impediría alcanzar semejantes rangos de distancia.
Respecto del actual LFA, el futuro LFR presenta tal y como muestran las imágenes adjuntas a este texto un capó “motor” cuyas formas son aún más alargadas y en las cuales se abren profundos orificios de ventilación. En contraste con el todavía sucesor del Toyota MR2 eléctrico, su diseño parece bastante más recatado y sencillo. El frontal muestra una parte delantera ahuecada y agresivamente profunda, con las ópticas LED insertas en hendiduras y numerosos elementos que actúan a modo de difusores y divisores para conducir adecuadamente los flujos de aire sobre la carrocería y favorecer con ello la aerodinámica del conjunto.
La vista lateral nos muestra de entrada un vehículo distinguido y elegante, que va ensanchando su tamaño a medida que se acerca al eje trasero y a sus elevados y abultados pasos de rueda. Las puertas, de pequeño tamaño, son el nexo de las líneas de diseño laterales que van desde la zona inferior del coche a la superior y que se rematan prácticamente sobre el mismo borde del imponente umbral.
El techo contorneado corre hacia atrás al igual que lo hace un vehículo coupé con una rápida y prolongada caída de la línea de techo aporta un innegable aire deportivo al coche que se remata conformando una zona trasera masiva en la que destaca ante todo su potente y muy ancho difusor central y las enormes ópticas LED dispuestas a ambos lados del coche. Un pequeño alerón central activo se esconde de manera muy discreta justo al enrasarse la línea del techo coche con la de la carrocería, ofreciendo todo el conjunto a cuantos se arriesgan a seguir su estela una imagen ciertamente agresiva y desafiante.
Como decíamos al inicio, Lexus quiere aumentar las sensaciones y experiencias de conducción que ofrece en sus coches. En este LFR quiere ir incluso más allá y además de replicar en el interior del coche el siempre peculiar sonido del V8 que la marca emplea en el LFA, también quiere proporcionar a los conductores las mismas sensaciones que estos recibirían caso de conducir un vehículo con motor de combustión y la transmisión manual tradicional. De esta manera, tal y como explica Takashi Watanabe, ingeniero jefe de Lexus Electrified “desde el exterior, el vehículo se percibe tan silencioso como cualquier otro BEV, pero en su interior el conductor puede experimentar todas las sensaciones de un vehículo con transmisión manual. Para ello cuenta con palanca de cambios e incluso con pedal del embrague para sugerir deportividad, aunque en realidad se trata de un avanzado sistema de software que debidamente programado permite replicar las sensaciones de conducción de diferentes tipos de vehículos, lo que permite al conductor elegir entre distintos tipos de mapeo el rendimiento que en cada momento prefiere obtener del motor.
Por el momento Lexus aún no ha decidido el nombre del futuro deportivo eléctrico de la marca, aunque sí que ha registrado en la Oficina de Patente Europea distintos elementos bajo la denominación LFR así como ha protegido el uso de tal denominación el pasado 14 de octubre, lo que sin duda marca el camino que la marca piensa seguir en este sentido.
Dado que el coche aún se encuentra en plena fase de desarrollo, aun es pronto para avanzar datos sobre el rendimiento y las prestaciones del mismo, que ni tan siquiera han sido esbozados por el fabricante japonés en sus informaciones y, obviamente, lo mismo sucede en relación a su precio y coste de adquisición, máxime si tenemos en cuenta que se trata de un modelo que se espera llegue al mercado a finales de la presente década.
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