El automóvil es un invento que nació en Alemania en 1886 de la mano de Karl Benz y su icónico Benz Patent-Motorwagen. No pasaría mucho tiempo para convertirse esta creación en el camino a seguir. Se fue extendiendo al resto de países, transformando por completo el mundo. Entre los países con más tradición a la cultura del automóvil, siempre hay un modelo que se nos pasa primero por la cabeza y lo asociamos inmediatamente con dicho país. De eso tratará el tema de hoy. Seleccionaremos algunos de los países con más tradición en la industria automotriz (Estados Unidos, Italia, Alemania, Francia, Gran Bretaña. España y Japón) y hablaremos de un coche icónico de cada uno.
Estados Unidos: Ford T
Una cosa está clara. Cuando el automóvil fue creado a finales del Siglo XIX, era un invento que estaba al alcance de muy pocas personas. Tenías que tener mucho dinero para adquirir uno de estos carruajes motorizados. Esto cambió para siempre en 1908 en los Estados Unidos gracias a un gran visionario, Henry Ford.
El magnate estadounidense y su legendaria frase de “Voy a construir un coche para el pueblo. El automóvil universal” hizo que desde 1908 hasta 1927 se produjera el Ford T. Este modelo fue el que popularizó la producción en cadena y permitió bajar los precios para que el automóvil dejara de ser un capricho para ricos y pasara a ser una necesidad que cualquiera podía permitirse. Hasta tal punto, que llegó a ocurrir que más de la mitad de los automóviles del planeta eran solo unidades de este modelo Ford T. En definitiva, fue el coche que marcó el punto de inflexión.
Italia: FIAT Topolino
El FIAT 500 de finales de los 50 es posiblemente el coche más italiano de todos, de la misma manera que la Vespa es la moto más especial del país transalpino. Pero en el caso del 500, no hubiera sido posible sin el Topolino. Dos décadas antes del 500 que todos conocemos, el Topolino o “Ratoncito en italiano” decidió ser bautizado como 500 por su cilindrada (500 centímetros cúbicos). Su gran peculiaridad no fue que era un coche ligero y barato, sino que era un coche “todo delante”, es decir, un vehículo con motor y tracción delantera.
Alemania: Volkswagen Escarabajo
Si Henry Ford fue el hombre que estandarizó el coche en Estados Unidos, Adolf Hitler lo fue en Alemania. Con el ascenso al poder del nacionalsocialismo, el gobierno alemán puso en marcha en 1937, a través del Frente Alemán del Trabajo, la creación de una marca bautizada como coche del pueblo o “Volkswagen” en alemán. El propósito era el mismo, que Alemania se motorizara. Para ello, contaron con el talento del Dr. Ferdinand Porsche, el futuro fundador de la marca que todos conocemos, y creó un prototipo que acabaría convirtiéndose en el Volkswagen Beetle o Escarabajo. Hay quienes dicen que dicho coche era un plagio del Tatra T97 de la antigua Checoslovaquia, pero eso es una historia para otro post.
Francia: Citroën 2CV
Francia también tuvo su “coche del pueblo”, pero a diferencia de todos los mencionados hasta ahora, este se empezó a producir una vez finalizada la II Guerra Mundial. Hablamos del Citroën 2CV, cuya producción comenzó en 1948 y se caracterizaba por dos cosas: uno por montar dos cilindros opuestos refrigerado por aire y otro por poseer un ingenioso sistema de suspensión que le permitía transitar por caminos en mal estado.
España: SEAT 600
La Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT), alcanzó un acuerdo con FIAT en la década de los 50 para fabricar modelos de dicha marca tras importar varias unidades procedentes de Italia. Con esto nació el SEAT 600, la versión española del FIAT 600. Un coche muy querido por los españoles y que lo poseía todo el mundo. Al igual que el Ford T, el Escarabajo, el 500 o el 2CV, fue un modelo impulsado por un plan nacional del gobierno para motorizar el país.
Gran Bretaña: Mini Cooper
Aunque es un coche inglés hay que puntualizar un detalle: Mini ya no es una marca británica. BMW se hizo con el control de ella en el 2001. Pero el Mini Cooper original fue fabricado por la British Motor Corporation (BMC). En 1959 se lanzó este modelo que se caracterizaba por ser muy ligero de peso y por ser un coche compacto. En competición también tuvo sus éxitos en los Rallies y si todo esto no era suficiente, también es un coche icónico en la televisión británica, al ser el automóvil del querido personaje de humor, Mr. Bean.
Japón: Toyota Corolla
En 1966 la marca nipona Toyota comenzó la producción del Toyota Corolla. Es muy difícil escoger un coche dentro del país japonés al tener muchos modelos especiales como el Honda S2000, el Nissan Skyline o el Toyota Yaris, pero si hay que elegir solo uno sería el Toyota Corolla por una única razón: es el automóvil más vendido del mundo. Con sus más de 50 millones de unidades vendidas, el Corolla tuvo el honor de convertirse en el automóvil más vendido del mundo en 1997, superando al Volkswagen Escarabajo, aunque hay expertos que atribuyen dicho récord al Volkswagen Golf, ya que este último no ha cambiado de nombre y de apariencia como sí ha pasado con del Corolla. En todo caso, sí podemos decir que es el coche japonés más vendido y a día de hoy, casi 60 años después de su comercialización, sigue vendiéndose por todo el mundo.