En la pasada carrera de las 6h de Spa del Mundial de Resistencia (WEC), el Porsche privado del Team Jota hizo historia al convertirse en el primer equipo privado en conseguir la victoria en la categoría Hypercar (LMH) de dicho campeonato, de la mano de los británicos Callum Ilott y Will Stevens. Pese a ser esta victoria una novedad en el actual Mundial de Resistencia, la realidad es que ya hubo entre 1953 y 1992 otro Mundial de Resistencia organizado por la FIA, denominado World Sportscar Championship o en español, Campeonato del Mundo de coches deportivos. Durante la década de los años ochenta, en ese “antiguo Mundial de Resistencia” ya existieron Porsches privados que daban la suficiente guerra como para vencer a los vehículos del equipo oficial de Porsche. Así que repasaremos esos momentos de gloria de los equipos cliente de Porsche, en la icónica era de los Grupo C.
GRUPO C, EL REGLAMENTO TÉCNICO MILAGROSO
Para la temporada de 1982 del Mundial de Resistencia, la FIA y el ACO (los organizadores de las 24 horas de Le Mans), acordaron cambiar el reglamento técnico de las diferentes categorías que componían el certamen. Centrándonos en la categoría absoluta, a la que decidieron denominar Grupo C, su reglamento exigía un límite máximo en el tanque de combustible, y unas dimensiones mínimas y máximas. Pero, a partir de ahí, cada uno que hiciese lo que quiera con el motor. El hecho de poseer un reglamento técnico tan liberal, hizo que rápidamente se llenase la parrilla de grandes fabricantes que se sintieron atraídos por este tipo de automovilismo. Algo que, por cierto, ha sucedido recientemente cuando se pasó de los sofisticados coches LMP1 a los Hypercar, con un reglamento enfocado a abaratar los costes. En los ochenta, marcas como Ford, Porsche, Jaguar, Mazda, Mercedes-Benz, Toyota, Nissan o Peugeot fueron seducidas por esta categoría. Con Porsche había una particularidad. Y es que participaban los oficiales, que eran patrocinados por la icónica tabacalera Rothmans, y los privados. Lo lógico es pensar que los oficiales arrasasen a los clientes, pero no fue el caso. Porsche es una marca caracterizada por cuidar tanto a sus clientes, que no sólo suministra chasis enteros y motores a equipos privados, sino que también cedían personal técnico cualificado para dichos equipos privados. Esta es la explicación por la que los Porsche privados, tanto en el pasado como en el presente, son igual de competitivos que el equipo oficial, algo que podemos comparar también en el Mundial de MotoGP con las Ducati, que las privadas de Gresini o Pramac, plantan cara a la oficial.
LOS EQUIPOS PRIVADOS DE PORSCHE MÁS EXITOSOS
1982 fue un año dominado por los Porsche oficiales de la decoración de Rothmans, con su piloto Jacky Ickx como campeón. 1983 se repetiría la historia, pero con una diferencia. Había ganado un Porsche privado la primera carrera de la temporada, los 1.000 km de Monza. En dicha prueba en el templo de la velocidad, el francés Bob Wollek y el belga Thierry Boutsen, dieron la primera victoria de un Porsche privado en la era de los Grupo C.
1984 sería otro mundial ganado por el Porsche oficial, pero esta vez sería el alemán Stefan Bellof el campeón. Sin embargo, este año fue bastante curioso por una razón: cuatro equipos diferentes de Porsche habían ganado carreras, el oficial, Joest Racing, el equipo suizo Brun Motorsport y el GTi Engineering. Hay que destacar de esta temporada que el Porsche amarillo y negro del Joest Racing se llevó la victoria en Le Mans con Klaus Ludwig y Henri Pescarolo al volante y, como curiosidad, Ayrton Senna, que debutaba en la F1 ese año con Toleman, participó con ese mismo bólido ganador de Le Mans en la carrera siguiente, los 1.000 km de Nürburgring, quedando en octava posición aquel día en el Infierno Verde. En aquel año sólo un coche no Porsche ganó una carrera, que fue Lancia con su LC2 en la penúltima prueba en Kyalami, Sudáfrica.
UN PORSCHE PRIVADO CAMPEÓN DEL MUNDO. DAVID CONTRA GOLIAT
Con un Mundial donde siempre ganaba Porsche, pero de diferentes equipos, la FIA se vio obligada a tomar una decisión: crear un Mundial de Equipos. El de Constructores siempre ganaba Porsche, pero en el de equipos abría la puerta para que los privados pudiesen ganar al oficial. En 1985, volvería a pasearse el Porsche oficial de Rothmans, pero en 1986 ocurrió el milagro. Un Porsche privado ganaba el título de equipos frente al oficial. El equipo Brun Motorsport, se llevó el título ganado sólo dos carreras, una en Jerez y otra en Spa-Francorchamps, pero fueron más constantes y se aseguraron el único Mundial de Resistencia de la historia ganado por un Porsche Privado. Desgraciadamente, la supremacía de Porsche llegó a su fin al año siguiente, cuando Jaguar entró en escena y tomó el testigo de Porsche del equipo dominante del Mundial de Resistencia. Hasta la desaparición del Campeonato en 1992, ningún Porsche oficial o privado se llevaron el título, cosa que sí hicieron Jaguar, Sauber-Mercedes y Peugeot
LE MANS HYPERCARS, LOS NUEVOS GRUPO C
La llegada del reglamento de los Hypercars y de los LMDh al actual Mundial de Resistencia ha abierto de nuevo la puerta para que un equipo cliente sea mejor que el oficial en una carrera, pero ¿Veremos a equipos como el Team Jota vencer al Porsche oficial de Penske en la lucha por el título? El paso del tiempo nos dará la respuesta.
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