Lotus es una firma que muchas veces queda en el olvido, hasta que llega un quemadillo y dice “pues yo me compraría un Lotus”. Y nosotros también, todo hay que decirlo, pues se trata de una marca que fabrica coches para apasionados, para amantes de la conducción más pura. Colin Chapman, el famoso ingeniero que fundó Lotus, siempre fue un fanático del automóvil deportivo y eso se nota, todavía hot muchos años después de su fallecimiento, en todos los coches que pone en circulación esta mítica firma británica.
El caso es que, como todos los automóviles deportivos, hacerse con un Lotus supone un gran desembolso de dinero. Emplean materiales muy exclusivos y caros, su fabricación es semiartesanal y las soluciones técnicas muy depuradas. Son coches pasionales, pero como todos, lejos del común de los mortales. Sin embargo, hay que decir que en realidad no hace falta ser millonario para tener un Lotus, sobre todo si no te importa tener el último modelo y eres un amante de la conducción más pura que podrás encontrar actualmente.
El Lotus Elise S1 pesa 724 kilos, tiene 118 CV, y acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 5,8 segundos
Si nos fijamos en el mercado de segunda mano y en la gama de modelos que Lotus ha puesto en circulación, encontraremos uno muy concreto, que hará las delicias de todos aquellos que quieren un coche para quemar gasolina sin más objetivo que disfrutar: el Lotus Elise S1. Un minúsculo roadster lanzado al mercado allá por 1996, que apostaba sin miramientos por la máxima del señor Chapman: ligereza. El Lotus Elise S1 es espartano a más no poder, sencillo, sin apenas equipamiento de confort, pero es una fuente inagotable de sensaciones.
Tenía un chasis fabricado con aluminio extruido, vestido con una carrocería de fibra de vidrio que lucía un diseño realmente deportivo. Su tamaño es extremadamente pequeño, tanto, que cualquier persona con más de 1,80 metros de estatura podría tener serios problemas con el espacio disponible. Y tampoco es un coche recomendable para personas con problemas de movilidad, por lo complicado para acceder y salir de su habitáculo.
Por otro lado, el Lotus Elise S1 no es un coche desbordantemente potente, de hecho, muchos lo tildarán de ridículo. Montaba el bloque K-series de Rover, unos cuatro cilindros de 1.8 litros de aspiración atmosférica y 118 CV. Es muy poca caballería incluso para un pequeño utilitario actual, pero el Lotus Elise S1 ofrecía una ventaja que hoy día, puede ser lo que marque la diferencia en cualquier carretera de curvas: el peso era de 724 kilos. Espectacularmente bajo. Gracias a esa ridícula cifra, con solo 118 CV, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos.
Hoy día es muy sencillo encontrar unidades del Lotus Elise S1 en el mercado por precios muy accesibles, precios de entre 19.000 y 35.000 euros, según el año de matriculación, el estado y por supuesto, la versión, porque este pequeño llegó a ser un auténtico matagigantes con 190 CV.
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