Mercedes, según se dice, inventó el automóvil. Por un lado podríamos considerar esta aseveración como cierta, pero por otro lado, no lo es. Karl Benz desarrolló el que se ha considerado el primer automóvil con motor de combustión interna y Gottlieb Daimler, desarrolló el primer automóvil con cuatro ruedas junto a un tal Wilhem Maybach. Las empresas que ambos fundaron se fusionaron con el tiempo para crear Daimler-Benz, la actual Daimler A.G. propietaria de la firma Mercedes.
Obviamente, se trata de un somero resumen de una historia repleta de anécdotas y sucesos importantes, pero nos sirve para dejar claro que la firma alemana ya estaba en el meollo cuando esto se inició. Al menos, se podría decir que se puso la primera piedra para su creación con el desarrollo del primer automóvil, lo que ya es decir mucho. Quizá por eso su imagen de fabricante especial y exclusivo también se comenzó a forjar en aquellos momentos, aunque eso nunca lo sabremos.
El Mercedes 540k Streamline Roadster fue carrozado por Erdman & Rossi por encargo de la propia firma alemana
Si sabemos, por ejemplo, que la lista de coches fuera de lo común firmados por Mercedes es muy larga, enorme. Y desde sus inicios, la compañía germana mostraba cierta predilección por la técnica más depurada, los diseños más innovadores y las prestaciones más elevadas. Coches como el Mercedes SSK, diseñado por nada menos que Ferdinand Porsche, mostraron a todo el mundo el poderío de la compañía, un poderío que los nazis se encargaron de potenciar todavía más a modo de muestrario del poderío de Alemania.
Poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, ya se estaba notando ese despuntar de Alemania en cuanto a tecnología automovilística, ya fuera gracias al partido Nazi o a el esfuerzo de la compañía, pero se notaba. En la década de los 30, por ejemplo, habían puesto en circulación automóviles como el Mercedes 500K Roadster, un auténtico compendio tecnológico y técnico para su época gracias a unas suspensiones independientes en las cuatro ruedas, un motor de ocho cilindros en línea de 180 CV, que fue sustituido por otro coche todavía más espectacular, el 540K. Este, por si todavía dudas de sus capacidades, está considerado uno de los mejores Mercedes de la historia.
Ese mismo coche es el que nos ocupa, un Mercedes 540K de 1935, cuya existencia se la debemos al entonces rey Ghazi, en Irak. Con intención de mostrarlo en la exposición de Barcelona de 1935, Mercedes encargó al carrocero Erdmann & Rossi la creación de un coche muy especial y llamativo, que siguiera las tendencias de la época sobre el bastidor de un Mercedes 500K. Por aquellos años, las tendencias estaban entre los diseños art decó y la experimentación aerodinámica, apareciendo automóviles más dignos de un museo que de las carreteras.
Precisamente, Erdmann & Rossi fusionó esas dos tendencias en un trabajo excepcional, caracterizado por una carrocería con las ruedas totalmente carenadas y una cola suave y curvada que presentaba un conjunto increíble, elegante y desde luego, fuera de lo normal en la Mercedes de la década de los 30. El diseño llamó tanto la atención, que Ghazi Bin Fáisal, rey de Irak en aquellos años, expresó su deseo de comprar el automóvil allí mismo, en Barcelona.
En lugar de vender la unidad que estaba expuesta, Mercedes envió el bastidor de un 540K al especialista alemán para que realizara una carrocería adicional y la montara en dicho bastidor. Una vez completado, el coche fue enviado a Irak, donde el rey Ghazi lo disfrutó durante un puñado de años, pues en 1939 falleció en un accidente de coche. Curiosamente, el coche sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y pudo ser encontrado en unos almacenes subterráneos en Bagdad, para después marchar hacia Jordan. En 1986, bajo las órdenes de Hussein de Jordania, el super especial Mercedes 540k Streamline Roadster Erdman & Rossi, fue enviado a la fábrica de Mercedes en Alemania para una completa restauración.
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