El extinto Mitsubishi Montero ha sido uno de los todoterreno más conocidos del mundo, aunque fuera de España se le conoce como Mitsubishi Pajero, una denominación que se eliminó del mercado español por motivos que saltan a la vista. Sin embargo, sin importar cual fuera su denominación comercial, destacó durante todos los años que estuvo en el mercado como uno de los mejores todoterreno, no en balde, la firma japonesa ganaría el Dakar en 12 ocasiones, entre 1985 y 2007, con especial hincapié entre 2001 y 2005, cuando logró cinco primeros puestos consecutivos y 12 de 15 podios posibles.
La compañía japonesa, hoy bajo el amparo de la Alianza Renault-Nissan, se encuentra en un proceso de cambio, reestructuración y recuperación, en busca de recuperar su viaja gloria aunque, por desgracia para los amantes de los coches de altas prestaciones, y en especial, de los coches de rallye, nunca volveremos a ver creaciones como aquellos Mitsubishi Lancer Evolution, que tanto hicieron por la imagen de la marca en los distintos campeonatos mundiales. Pero, y esto es algo que no se debe olvidar, Mitsubishi también creó una máquina muy especial para poder competir en la clase T2 del Dakar, un “coche de homologación” que, posiblemente, sea uno de los todoterreno más racing que se han creado.
Se trata del Mitsubishi Pajero Evolution, un tremendo todoterreno de carreras del que se fabricaron 2.693 unidades para cumplir con los requisitos de homologación y se vendió hasta 1999, y aunque son coches muy difíciles de encontrar fuera de Japón –quizá haya alguna unidad en países que se conduce por la izquierda–, se ha convertido en un objeto de deseo para los amantes de los raids y se han vuelto coches altamente coleccionables. No en balde, no es un Pajero cualquiera, es un Mitsubishi EVO de raids, con todo lo que ello implica.
Tan solo hace falta ver su estampa para comenzar a sospechar que se trata de un coche especial. Carrocería ancha, ruedas, alturas con respecto al suelo, entradas de aire… es imponente y desde luego, deportivo, muy deportivo, aunque su habitáculo, como suele ocurrir en ocasiones –sobre todo con fabricantes japoneses–, era muy estándar, tanto, que apenas se diferenciaba de cualquier otro Pajero de la época por unos pedales especiales y por indicadores adicionales. De todas formas, ¿qué más da si el interior es común al resto de versiones, cuando sabes que tienes un todoterreno de carreras con 275 CV?
La historia del Mitsubishi Pajero Evolution comenzó mucho antes de su desarrollo, en 1983, con la primera participación de Mitsubishi en el Dakar, donde inscribió el todoterreno que había puesto en circulación un año antes, en 1982, para enfrentarse con el siempre popular, y muy capaz, Toyota Land Cruiser. Participó en la categoría de coches de producción no modificados y se hizo con la victoria en su primer intento. Una hazaña que repitió durante dos décadas en diferentes categorías.
De hecho, tanto éxito le puso en un aprieto cuando, en la década de los 90, tuvo que comenzar con el desarrollo de su próximo coche de competición. La presión, como cabe esperar, era máxima, Mitsubishi tenía que defender una larga historia de victorias en el Dakar y un fracaso podría acabar con toda una saga de leyenda –entró en el Libro Guinness de los Récords por más victorias en el Dakar para un fabricante–. Además, tenía que partir del modelo de producción para fines de homologación y como ha ocurrido en varias ocasiones, tenía que venderse una versión homologada para vías públicas.
Así, se partió de la carrocería corta de la segunda generación del Mitsubishi Pajero y se realizaron toda clase de modificaciones: nueva suspensión, carrocería más ancha –para permitir un mayor ancho de vías–, placas protectoras, faldones guardabarros, instalación eléctrica específica… y sobre todo, un bloque V6 de 3,5 litros y culatas de cuatro válvulas por cilindro, sistema MIVEC –Mitsubishi Innovate Valve-Timin Electronic Control– y admisión variable doble Plenum, capaz de rendir 275 CV, que se enviaban a las cuatro ruedas mediante un cambio automático de cinco relaciones, aunque también se fabricaron algunas unidades con cambio manual y mismo número de marchas.
La unidad de las imágenes es uno de los 87 ejemplares que se pintaron de color rojo y está equipado, como la mayoría, con el cambio automático de cinco relaciones. Se entregó nuevo en Japón, donde ha permanecido la mayor parte de su vida, acumulando un total de 179.865 kilómetros, lo que quiere decir que no ha sido un coche “de garaje”. Luego viajo a Australia donde ha estado unos dos años almacenado, de hecho, ni siquiera se llegó a registrar para su uso en carretera. Es allí, en Australia, donde el especialista Collecting Cars lo ha puesto a la venta mediante subasta, la cual, a fecha de redacción de este artículo, había recibido una oferta de solo 10.000 dólares…
https://collectingcars.com/for-sale/1997-mitsubishi-pajero-evolution-18
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