Reino Unido es, para los amantes del automóvil, uno de los paraísos del motor. Allí, la cultura en torno al automóvil y la moto es realmente amplia y está muy asentada. Lejos, muy lejos de lo que tenemos en España. Es, por tanto, totalmente lógico que de tierras inglesas lleguen marcas como Rolls-Royce, Bentley, Jaguar, Lotus, Aston Martin, Land Rover, la joven MINI y por supuesto, Morgan. No están todas las que son, pero sí son todas las que están.
De todas estas marcas, conocidas y respetadas por todos los seguidores de los coches, una en concreto destaca por su carisma y personalidad: Morgan. Este pequeño fabricante se dedica a construir modelos totalmente lúdicos, sin ninguna intención de ser mínimamente prácticos, pero con una particularidad: siguen siendo casi calcados a los coches de hace 50 ó 60 años; se fabrican a mano, sin robots ni máquinas especiales de ensamblaje. Su diseño, a todas luces, mantiene los rasgos originales de hace décadas e incluso continúa usando técnicas y materiales ‘old school’ como la madera de fresno para el chasis, desprendiendo una clase y un estilo inigualable.
Pero para la ocasión, el clasicismo no llega tan lejos y la madera desaparece en favor del más moderno, seguro y resistente aluminio. Sigue siendo un material trabajado a mano, exactamente igual que en el resto del modelo, aunque su imagen resulta más actual que cualquiera de los otros modelos de Morga. Nos referimos al Morgan Aero 8, o mejor dicho, al Morgan Aero GT, uno de los coches más vanguardistas que ha creado Morgan, mezclando de forma sensacional el clasicismo de su diseño con algunos rasgos de actuales estilo y tendencias.
No hace falta hablar mucho más de su diseño, para eso están las fotos, pero sí nos vemos obligados a comentar otras peculiaridades de este coche, como su condición de edición limitada o sus aportaciones exclusivas a la gama y que no se verán en el resto versiones. Principalmente, porque con esta edición, Morgan anunció el fin de la fabricación del Morgan Aero 8, que lleva en el mercado desde el año 2000. Han pasado dos décadas desde que se puso a la venta, aunque parece que fue ayer mismo cuando se presentó por primera vez. Además, este espectacular Morgan Aero GT también despidió al que ha sido su corazón desde que vio la luz: el V8 4,8 de BMW.
Los alemanes dejaron de fabricar ese motor hace mucho tiempo y se ha mantenido vivo en los Morgan, tanto en el Aero 8 como en el Plus 8. Modelos, ambos, que se despidieron el mismo año de su fabricación (2018). Dos coches que han pasado a convertirse en objetos de colección y en parte de la historia del automóvil y serán, con toda seguridad, piezas muy cotizadas. Son los últimos en montar el V8 alemán, es el fin de una saga,
Respecto al Morgan Aero GT, nos encontramos con un automóvil con una imagen muy clásica, pero también muy racing. De hecho, ese es su objetivo para el que tomaron como inspiración los Morgan GT3 de competición. Aunque apenas se nota, cuenta con algunos detalles específicos como las ranuras de ventilación en las aletas delanteras o las salidas de aire tras las ruedas. Elementos de diseño totalmente nuevos y únicos, sólo disponibles en esta versión, junto al difusor trasero, especialmente bien integrados en el diseño.
El motor es el “viejo” V8 de BMW con 367 CV y 490 Nm de par, gasolina y atmosférico por descontado, junto a un cambio manual de seis relaciones y a la imprescindible propulsión. Como dato, esta joya de la automoción alcanza los 274 km/h. Sólo se planearon ocho unidades y antes de comenzar la fabricación ya estaban vendidas a un precio de 134.700 euros cada una. Sin duda, un clásico de colección aunque no haya llegado a cumplir la edad “reglamentaria”.