Morgan y Pininfarina. Una combinación cuyo resultado podría ser realmente soberbio, ¿verdad? El clasicismo de Morgan y la capacidad de Pininfarina para crear auténticas bellezas, sería de unas las asociaciones más espectaculares de los últimos años, y efectivamente, así ha sido. El Morgan Midsummer es el resultado de una de las colaboraciones más especiales que podemos encontrar en la industria y la belleza de sus líneas está fuera de toda duda.
La firma británica Morgan Motor Company fabrica automóviles desde hace más de 100 años, y lo hace con técnicas que hace décadas que se dejaron de usar: moldeado a mano de las planchas que forman la carrocería, madera de arce para chasis y algunos componentes del habitáculo –trabajada a mano, por supuesto– y un diseño que mantiene la esencia, y la imagen, de los coches de antaño, automóviles de los años 20 o 30, pensados únicamente para el disfrute de quien los conduce.
Morgan fabrica lo que podríamos considerar como el clásico roadster inglés, básicamente un juguete para mayores cuya única razón de ser, es la diversión, lo que algunos llaman “conducción espirituosa”. Sin embargo, para dar vida a sus creaciones más modernas, se recurre a motores modernos, concretamente de BMW. También se emplean transmisiones modernas e incluso automáticas, lo que, para muchos, hace que pierdan esa magia que tenían los “viejos” coches deportivos ingleses.
Corazón alemán, vestido con lo mejor del diseño italiano y la tradicional clase británica
No sabemos qué motor ni que transmisión monta el sugerente Morgan Midsummer, tan solo podemos afirmar que monta cambio automático –se puede ver el selector de los BMW con caja automática en las fotos– y que, posiblemente, tome como base de partida el Morgan Plus Six, un modelo que presume de un seis cilindros TwinPower Turbo de BMW –el B58– con la caja automática de ZF y ocho relaciones. Serían 335 CV y 500 Nm de par, cifras muy serias para un coche que, como el Morgan Midsummer, ronda los 1.000 kilos.
De todas formas, ¿Qué importa los órganos mecánicos que esconde, cuando su imagen es tan cautivadora? El Midsummer es un coche que entra en una categoría muy especial y con pocos integrantes, la de aquellos automóviles que podrían mirar durante horas y no cansarte. De esos que con cada nuevo vistazo, encuentras nuevos detalles, nuevas curvas, nuevos reflejos… El Morgan Midsummer es un coche que despierta sensaciones desde que se posan los ojos en su carrocería, y de eso no pueden presumir muchos otros automóviles.
Según afirman desde la misma Morgan, se trata de “la celebración de la fabricación de carrocerías, por parte de los carroceros más antiguos del mundo”. La construcción de carrocerías personalizadas es una especie de arte perdido, solo quedan unos pocos que ofrecen poder crear algo realmente único, a precios tan desorbitados que pocos se atreven a solicitarlo. Atrás quedaron aquellos en los que la gente no se compraba coches, se compraba bastidores rodantes y luego, acudía a un carrocero especializado para vestirlo. Pero claro, antes, los coches eran productos muy, muy exclusivos, solo para gente realmente poderosa y adinerada; se podían permitir ese tipo de lujos. Ahora, todo lo que sea ahorrar en producción para poder vender más, es la base de casi todos los fabricantes actuales…
Tan como exclusivo como su producción, que se realiza totalmente a mano
El Morgan Midsummer estará limitado a 50 unidades para todo el mundo, cada una de ellas, por supuesto, fabricada a mano, para lo que se necesita más de 300 horas con operarios altamente especializados, auténticos artesanos de los que ya no quedan. Solo un dato: el Midsummer cuenta con más de 400 capas de madera de teca de origen sostenible. Se emplean láminas y no un bloque de madera completo, porque de esta forma se añade rigidez y robustez, tal y como hacen con la fibra de carbono.
La carrocería, fabricada totalmente con aluminio, se moldea a mano y necesita, solo esta parte, 250 horas para estar completa. Carrocería, por supuesto, que podrá ser decorada como mejor le convenga a quien pague la tarifa que no conocemos, pero que no dudamos de que será abultadísima.
Es la primera vez que Pininfarina diseña un coche para Morgan y el estreno ha sido una oda al clasicismo, pero modernizado con un gusto extraordinario, expresado en forma de barchetta. Ni siquiera el Morgan Aero 8, uno de los modelos más carismáticos y especiales de la marca, alcanza el nivel de clase y estilo del Midsummer, que además, según afirman sus creados, ha sido diseñado para premiar los sentidos con las máximas sensaciones.
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