Tras la aprobación recibida de las autoridades de Competencia tanto europeas como norteamericanas el pasado mes de diciembre y el refrendo al 99, 5 % de las Juntas de Accionistas de ambos grupos automovilísticos, finalmente la fusión de los grupos FCA (Fiat Chrysler Automotion) y PSA (Peugeot Societé Automobile) han dado pie a la creación del que en lo sucesivo será el cuarto fabricante mundial de automóviles: Stellantis
“Ha nacido un líder de la movilidad sostenible”, manifestó Carlos Tavares, consejero delegado del nuevo Grupo Stellantis, al producirse la fusión real entre ambos grupos. Stellantis es una nueva sociedad compartida al 50 por ciento entre FCA y PSA, que se convierte por derecho propio en el cuarto fabricante mundial de automóviles —tras Toyota, el Grupo VAG y la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi—, con unas ventas anuales superiores a los 8,7 millones de unidades.
Stellantis se crea tras la fusión de FCA (Fiat Chrysler Automotion) y PSA (Peugeot Societé Automobile)
El próximo lunes 18 de enero, la compañía iniciará su cotización en bolsa. Lapo Elkamn, presidente de Stellantis, y Carlos Tavares, Consejero Delegado de la nueva corporación, harán sonar las campanas que marcan el inicio de la sesión bursátil en Milán y París, respectivamente, dando así comienzo a la cotización en bolsa del nuevo grupo automovilístico. Acto que se repetirá nuevamente al día siguiente en la bolsa de Nueva York, donde Stellantis también cotizará, dado que el lunes 18 el parqué neoyorquino cierra por ser la jornada de carácter festivo en conmemoración de la figura de Martin Luther King.
Se cierra así un proceso iniciaco en otoño de 2019 tras la ruptura de las negociaciones de PSA con Renault. Fue entonces cuando el grupo francés y la corporación italoamericana FCA iniciaron sus conversaciones para fusionar sus respectivos grupos automovilísticos. Conversaciones que finalmente han concluido de manera positiva. Así, nace Stellantis, un grupo automovilístico que gestionará el devenir de 18 marcas de automóviles en activo. FCA aporta trece (Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, Fiat, Fiat Profesional, Global Electric Motorcars, Jeep, Lancia Maserati, Mopar, RAM, SRT) y el Grupo PSA cinco (Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall), amén de otras muchas que podrían volver a la actividad si ello fuera preciso, marcas desaparecidas como (Talbot, Studebaker, Packard, Oldsmobile,… y muchas otras más).
El nuevo grupo Stellantis agrupa una fuerza laboral de más de 400.000 empleados a escala global. Su capitalización bursátil suma unos 40.000 millones de euros y sus ingresos anuales superan los 167.000 millones de euros (datos 2019). De cara al futuro, las expectativas creadas por la fusión de ambas corporaciones contemplan la generación de unas sinergias anuales superiores a los 5.000 millones de euros, con un beneficio operativo ajustado cercano a los 12.000 millones de euros.
Por el momento, ambas corporaciones se han comprometido a no cerrar ninguna de sus factorías en activo, pese a que distintas consultoras del sector consideran que Stellantis nace con una sobrecapacidad instalada de producción de entre cuatro a siete millones de vehículos anuales en todo el mundo. Además de su fuerte posicionamiento industrial, el grupo también nace con demasiadas dudas en lo que respecta a algunas de sus marcas de cara al futuro. Aunque su consejero delegado, Carlos Tavares, ya ha mostrado como diferentes marcas de corte generalista pueden convivir satisfactoriamente en un mismo grupo, ahora son muchas más las que habrán de hacerlo bajo un mismo paraguas. De todas ellas, el relanzamiento de Opel y de Alfa Romeo son las operaciones más acuciantes, junto con la potenciación de marcas
como Maserati o Dodge y un posible resurgir de Lancia. Peugeot y Jeep parecen sin duda las más estabilizadas y son sin duda las joyas de la nueva constelación de marcas de Stellantis.
Pero si hay una marca que en realidad puede salir especialmente favorecida, esta es sin duda Fiat. La marca italiana puede resultar especialmente beneficiada de cara al futuro si finalmente se aplicara en el mismo una nueva política basada en el uso de elementos comunes y de generación de sinergias dentro del grupo, dado que la completa renovación de su actual gama de productos podría resultar mucho más fácil y económica de lo previsto hasta la fecha.
Lo que sí parece claro es la nueva orientación que se le quiere dar a Stellantis. A la vista de las primeras declaraciones de Carlos Tavares, parece quedar claro que la nueva movilidad y sus servicios añadidos serán objetivos principales en su actividad, además, claro está de la producción de automóviles. “Ha nacido un líder de la movilidad sostenible”, la primera frase de Tavares tras la fusión así parece manifestarlo.
La integración de ambos grupos en un nuevo proyecto común, Stellantis, aporta nuevas ventajas y complementariedades para FCA y PSA, a la vez que nuevos e importantes desafíos, como pueden ser afrontar la creciente debilidad del mercado europeo o la escasa presencia del grupo en los mercados de China y de la región Asia-Pacífico.
El aumento de tamaño de Stellantis con respecto a PSA y FCA es esencial para poder afrontar las ingentes inversiones que el nuevo grupo Stellantis precisa realizar en materia de movilidad eléctrica, digitalización, conectividad y conducción autónoma. Sólo la electrificación de las gamas requiere de miles de millones de euros en inversiones a corto y medio plazo, pero ahora, gracias a las economías de escala, se pueden ahorrar muchos más sólo con la implementación de tecnologías compartidas.,
Por otra parte, el avanzado estado de las marcas de PSA en el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos, sin duda va a suponer un importante paso adelante para las marcas del grupo FCA, lo que será sin duda una generosa ayuda para la puesta al día de todas ellas.
Además, está claro que FCA y PSA son realmente unos grupos de muy elevada complementariedad. FCA es muy fuerte en Norteamérica con sus vehículos SUV y «pick-up», y en Europa con los Fiat pequeños, mientras que PSA es mucho más sólida en los segmentos B y C del mercado y también en los mercados de América Latina, donde tiene una buena presencia en Argentina, mientras que FCA está bien asentada en Brasil.
Pero, sin duda, la mayor ventaja de las fusiones en el mercado del automóvil viene dada por el desarrollo de plataformas comunes para vehículos de distintas marcas, lo que permite ahorrar grandes cantidades de dinero. Y, a mayor número de automóviles compartiendo plataforma, mayores ahorros. Por eso, la gran pregunta que todos los actores del mercado se hacen ahora es ¿Cuándo tendrá Stellantis su primera plataforma conjunta?
Distintos analistas del sector ya están vaticinando una muy rápida integración entre ambos grupos dada su elevada complementariedad, pero aún es pronto para avanzar detalles. La gran mayoría piensa que no podrá haber una nueva plataforma antes de 2023 o 2024. Conviene recordar que el desarrollo de este componente básico para el automóvil viene a tardar de entre uno a tres años como poco y, si bien ya se comenta que existen algunos trabajos preliminares en marcha en ambos grupos que podrían acortar tales procesos, aún es muy pronto para poder dar plazos al respecto, sobre todo porque la nueva plataforma debería anticipar en muchos casos el relanzamiento de nuevos modelos en las diferentes marcas, que vendrían a sustituir a algunos de sus representantes en los diferentes segmentos del mercado cuando estos aún no han sido amortizados en su totalidad.