La firma De Tomaso es famosa por un puñado de coches que resultaron ser bastante rápidos y llamativos. Los De Tomaso Guara, De Tomaso Vallelunga, el De Tomaso Mangusta… coches que hoy giran cabezas allá donde se dejan ver, tanto por su escasez como por su diseño y sus prestaciones.
Pero hay otros coches de la compañía que no son tan conocidos, sobre todo los prototipos que se realizaron durante su tiempo en activo. Y entre ellos, hay uno especialmente atractivo, fabricado por Ghia en 1967 sobre la base de un Vallelunga y cuyo diseño fue obra del polifacético Giorgetto Giugiaro. Es más, el diseño de este coche fue el punto de partida para otros que vinieron después.
El coche en concreto es el De Tomaso Pampero, cuya denominación no procede de la famosa marca de ron añejo, no, Pampero es un fenómeno meteorológico que afecta a las regiones de Argentina y Brasil, que se origina cuando los vientos del anticiclón del Pacífico sur son atraídos por el ciclón que está en las llanuras. Provoca tormentas cortas y un brusco descenso de la temperatura.
El De Tomaso Pampero se presentó en el Salón del Automóvil de Turín en noviembre de 1966, pero no logró captar la atención como se esperaba
Alejandro De Tomaso fue quien se puso en contacto con Ghia para la fabricación de un concepto de carrocería abierta, tomando como punto de partida el chasis del Vallelunga, un coche que el carrocero italiano conocía muy bien pues había fabricado 50 carrocerías más dos versiones de carreras.
La carrocería se fabricó con aluminio y presentaba unas formas llamativamente simples, pero cuyo resultado es a todas luces espectacular. Líneas rectas, son aditamentos que rompan la fluidez y sin grandes entradas o salidas de aire, todo ello con una cintura paralela al suelo y un frontal largo y bastante plano. Este frontal es uno de los elementos más característicos, pues posteriormente apareció, con algunos cambios, en el De Tomaso Mangusta, también diseñado por Giugiaro. La parte trasera era igualmente simple, pero bien resuelta y coherente con el resto del diseño.
El conjunto era más grande que un Vallelunga. Para ser más exactos, se ganó 120 milímetros en longitud (hasta los 4.090 milímetros), 35 milímetros en anchura (un total de 1.625 milímetros) y el borde del parabrisas quedaba 20 milímetros más alto (llegaba a los 1.070 milímetros de alto). La distancia entre ejes pasó a 2.350 milímetros (2.315 milímetros en el Vallelunga).
Bajo el capó había un motor Ford Kent de 1.5 litros, pero retocado por De Tomaso, es decir, el mismo motor del De Tomaso Vallelunga. Este tenía una compresión de 10,3:1, carburadores Weber 40 DCOE 2 y una culata de aluminio rediseñada por De Tomaso. El resultado no es estremecedor, sólo 105 CV a 6.500 rpm, quizá una potencia un poco escasa para la bonita y sugerente línea del De Tomaso Pampero.
Se presentó en el Salón del Automóvil de Turín en noviembre de 1966, pero no logró captar la atención como se esperaba. Tras ello, se guardó en la fábrica de Ghia y posteriormente se vendió por 5.500 dólares de la época, aunque se desconoce su comparador y el paradero del coche. En 1967 De Tomaso compro Ghia y poco después comenzó con la producción del Mangusta.
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.