Renault y turbo; turbo y Renault. Durante algunos años, este binomio fue una de las referencias del mercado, con una clara inspiración procedente de la Fórmula 1, donde Renault y el turbo marcaron el devenir de las cosas tras algunos tropiezos allá por la década de los 70.
La famosa “tetera amarilla” solo fue el preámbulo de lo que estaba por llegar, aunque pocos fueron los que vieron realmente lo que pasaría. Así, Renault se acabó por coronar como líder de la categoría y, obviamente, no tardaron en llevarlo a producción para aprovechar tanto las ventajas de la tecnología, como la conexión con la competición. ¿De dónde salieron los Renault 5 Turbo o Renault 11 Turbo? Pues de ahí mismo, por supuesto.
Renault tuvo muchos modelos turbo, los mencionados R5 y R11 son solo un ejemplo, uno de los más conocidos, sí, pero ejemplos. No podemos olvidar el Renault 25 Turbo, o bien, el Renault 21 Turbo. De hecho, este último contó con un par de versiones muy interesantes, la turbo “normal” y el equipado con tracción total, el 21 Turbo Quadra. Dos versiones que se convirtieron en objeto de deseo y sí, en la referencia dentro de la propia gama del Renault 21.
El Renault 21 llegó al mercado como reemplazo del Renault 18 y presenta un diseño totalmente rompedor con respecto a su antecesor, tanto en lo referente a la carrocería, como al interior, motores o tecnología. Era un enorme paso adelante y dio bastante tema de conversación en su momento. Dejaron de verse por las calles hace bastante tiempo y eso hace pensar que no contaba con toda la calidad que debería, o bien, que simplemente cayeron en manos de usuarios normales, que los cambiaron en cuanto empezaron a verlos como “coches viejos”.
Sea cual sea el motivo, los precios en el mercado de segunda mano no paran de subir y cada día es un coche más apreciado por los aficionados a los clásicos, pues ha dejado de verse como un coche viejo y ahora, es todo un clásico. Clásico, que tiene en la variante Turbo su versión más potente, rápida y deseada. No en balde, fue la base que empleó Renault para los campeonatos de turismo, para los cuales, se crearon auténticas bestias.
El Renault 21 Turbo apareció en 1988, en pleno auge de los sedanes de altas prestaciones, y lo hacían con nada menos que 175 CV extraídos de un dos litros sobrealimentado. Casi 200 CV que hoy día puedes encontrar en un utilitario, pero a finales de los 80 y comienzos de los 90, convertían al R21 Turbo en un aparato muy serio. Además, no era solo potencia, también había par, concretamente 270 Nm, que tampoco están nada mal, sobre todo cuando todo el conjunto tenía un peso que rondaba los 1.200 kilos.
Con una carrocería de líneas simples y rectas, pero bien equilibrada, adornada con un kit específico que buscaba aumentar su agresividad, el Renault 21 Turbo destacaba en el tráfico de cualquier lugar, destaca incluso a día de hoy. También destaca cuando su conductor se centra en extraer todo el potencial, momento en el cual podía ponerse de 0 a 100 km/h en 7,6 y alcanzar los 227 km/h.
El Renault 21 Turbo estuvo en producción poco más, hasta 1989, cuando se puso en liza la segunda generación del R21, que trajo consigo, claro está, su propia edición Turbo. Es con esta llamada “fase 2” cuando aparece el Turbo Quadra, que en realidad no aportaba muchas ventajas más allá de una mejor tracción en situaciones extremas. También cambió algo de la estética, que perdió un poco de personalidad.
Tal y como suele ocurrir con estas versiones, se vendieron pocas unidades comparado con el resto de versiones, no en balde, era el más caro de toda la gama –23.600 euros sin sumar inflación, hoy rondaría entre los 40.000 y los 45.000 euros–. El Renault 21 Turbo fase 2 se vendió durante un poco más de tiempo, hasta 1992, así que es más sencillo encontrar unidades de esta generación.